Un adversario de derecha del gobierno de Cristina Fernández ganó ayer la Alcaldía de Buenos Aires por un margen ínfimo, en un balotaje clave para Mauricio Macri, el actual alcalde y principal candidato opositor para las presidenciales del 25 de octubre.
Con el 99% del escrutinio, Horacio Rodríguez Larreta, delfín de Macri por el partido Propuesta Republicana (PRO), superó a Martín Lousteau de Energía Ciudadana Organizada (ECO, centro) por 51,62% contra 48,38%. El Pro retendrá el poder porteño por otros cuatro años, tras dos gestiones consecutivas al frente de la gestión de la capital argentina.
Macri necesitaba una victoria de Horacio Rodríguez Larreta como espaldarazo hacia las generales frente a Daniel Scioli, favorito en los sondeos y candidato de la presidenta, la peronista de centroizquierda Cristina Fernández.
No obstante, ninguna encuesta ni analista había previsto que el candidato de derecha venciera por un margen tan ajustado. Larreta, de 49 años, había obtenido 45,5% de los votos en primera vuelta el 5 de julio, mientras Lousteau (44) logró entonces 25,5%.
Unas 2,5 millones de personas estaban habilitadas para votar, y apenas 5,05% sufragó en blanco, según el organismo oficial Dirección General Electoral. Se había estimado que cerca del 70% participaría de estos comicios realizados en medio de las vacaciones invernales escolares y tras el llamado de los partidos que quedaron fuera del balotaje a no votar o hacerlo en blanco.
“Otra vez estamos festejando acá el enorme orgullo de que los porteños sigan apoyándonos. Quiero agradecer a los vecinos que nos votaron, y a los que no. Saben que siempre trabajamos para todos por igual”, fueron las primeras palabras de Larreta, que subió junto a su familia al escenario donde celebró la victoria.
El alcalde electo festejó el desempeño de su rival: “Quiero agradecer especialmente a Martín Lousteau que hizo una excelente elección y me llamó para felicitarme”, dijo Larreta acompañado por Macri, quien en un primer momento lucía más gestos de preocupación que de festejo.
Autodefinido como “socialdemócrata moderno”, Lousteau fue ministro de Economía de Kirchner devenido opositor y representa a una coalición de centro en la que convergen fuerzas políticas, desde socialdemócratas, socialistas y derecha más moderada.