Banco de EEUU y otro cubano sellan pacto para transferencias
Decisión. La Casa Blanca prepara un proyecto para poner fin a su cárcel en la isla
Un banco de Estados Unidos y otro de Cuba firmaron un acuerdo que permitirá por primera vez en medio siglo hacer transacciones financieras entre estos dos países que acaban de restablecer lazos diplomáticos, informó ayer un medio cubano.
El estatal Banco Internacional de Comercio de Cuba y el banco Stonegate, de Florida, suscribieron un convenio para operar una “cuenta corresponsal”, lo que permitirá “mover dinero fácilmente entre ambos países”, dijo la agencia Prensa Latina, citando a “funcionarios bancarios cubanos” y un ejecutivo norteamericano.
Éste es “el primer convenio importante a partir del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos” el lunes, declaró el presidente Stonegate, Dave Seleski, citado por la agencia.
Acuerdo. El acuerdo, suscrito el martes en La Habana, “facilita las transacciones a las empresas estadounidenses que hacen negocios con Cuba, ya que las cuentas de corresponsalía permiten operar a través de fronteras internacionales y mover dinero en nombre de sus clientes”, indicó Seleski.
“La posibilidad de mover dinero fácilmente entre ambos países no hará más que incrementar el comercio y beneficiar a compañías estadounidenses que desean hacer negocios con Cuba”, añadió.
El banco Stonegate aceptó en mayo abrir una cuenta al Consulado cubano en Washington, que estuvo más de un año con problemas para funcionar debido a que ningún banco aceptaba su cuenta por temor a sufrir sanciones del Gobierno, en virtud del embargo a la isla vigente desde 1962.
El Banco Internacional de Comercio de Cuba es una entidad financiera que el Gobierno de La Habana estableció para manejar las relaciones bancarias internacionales con el resto del mundo, dificultadas en gran medida por la Ley Helms-Burton, que castiga a empresas extranjeras que hacen negocios con la isla.
Esta ley, promulgada en 1996, reforzó el embargo comercial decretado en 1962, aunque una parte de esa normativa está suspendida, en concreto la que permite entablar demandas contra compañías extranjeras que negocien con propiedades confiscadas a estadounidenses por el Gobierno de Cuba.
El presidente estadounidense Barack Obama y su par cubano Raúl Castro sorprendieron al mundo el 17 de diciembre al anunciar que dejaban atrás medio siglo de enemistad entre ambos países y avanzarían hacia la normalización de relaciones. Obama ha tomado medidas para flexibilizar los viajes e intercambios con Cuba, pero el embargo solo puede ser levantado por el Congreso estadounidense, controlado por la oposición republicana.
Hasta ahora, solo la empresa Western Union tenía autorización de Washington para hacer transferencias de remesas familiares de dinero desde Estados Unidos a Cuba. Estados Unidos y Cuba restablecieron el lunes lazos diplomáticos y reabrieron sus respectivas embajadas, que habían sido cerradas al romper relaciones en 1961.
El embargo republicano
Presidente
Los acercamientos entre EEUU y Cuba son apoyados por el presidente Obama.
Congreso
Para acabar con el embargo económico a Cuba se requiere la aprobación del Congreso.
Ultiman plan para cerrar el penal de Guantánamo
EFE
El Gobierno de Estados Unidos anunció ayer que está “en las fases finales” de un plan para cerrar de manera “segura y responsable” la prisión de la base naval estadounidense de Guantánamo (Cuba). El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aseguró que presentarán el plan al Congreso para que apruebe el cierre del penal, donde aún están 116 detenidos durante la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo islamista radical.
Earnest confió en que el Congreso facilite el proceso de transferencia de detenidos y “no continúe su obstrucción”. El Legislativo ha amenazado con aprobar nuevas restricciones a las transferencias de presos.
El cierre de la prisión de Guantánamo obligaría a la repatriación o transferencia a prisiones estadounidenses de los reclusos, entre ellos 15 que son considerados de alto valor e incluyen a sospechosos de haber participado en los atentados del 11 de septiembre de 2001. La Casa Blanca deberá acelerar el ritmo de transferencia a terceros países de presos que han recibido el visto bueno para ser trasladados si quiere cerrar el penal antes de que en 2017, Barack Obama, ceda el relevo presidencial.