El agente de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, explicó ayer que la restitución de las relaciones diplomáticas con Chile “no es incompatible” con la demanda planteada ante el máximo tribunal de la Organización de Naciones Unidas (ONU), “que sigue su curso normal”.
“Es una iniciativa estupenda que dos países encuentren un derrotero por la vía diplomática”, afirmó Rodríguez Veltzé luego de precisar que la reposición de embajadas “ha sido aceptada positivamente” ante el planteamiento de Chile que pidió hacerlo “de manera inmediata y sin condiciones”, por efecto de la invocación “al diálogo franco y abierto” que hizo el Papa a su paso por el país.
El diplomático boliviano aclaró que la apertura de las relaciones, interrumpidas desde hace 37 años, será para hallar soluciones “de manera compartida los problemas más complejos”, precisamente, en los términos expresados por el Santo Padre.
La decisión del presidente Evo Morales es explorar —remarcó el agente— “un camino que es muy importante para dialogar de manera franca y solucionar los problemas”. “Estamos en un tiempo que no afecta el proceso instalado en La Haya, pero contribuye a mejorar las condiciones del diálogo”. El presidente Morales pidió una negociación diplomática con Chile en un plazo menor a cinco años y con el Pontífice como “garante”. Rodríguez Veltzé aseguró que no se pidió una mediación.
El representante de la demanda marítima, el expresidente Carlos Mesa, coincidió con Rodríguez y pidió a las autoridades chilenas que no vean a la demanda marítima como un obstáculo para desarrollar el diálogo bilateral. El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, afirmó que en su país “hay voluntad política” para dialogar, pero sin condiciones.