Exitoso discurso antiinmigrante de Trump
La radical estrategia electoral antiinmigrante de Donald Trump surtió su efecto y, en menos de dos meses, Trump ha pasado de no figurar en las apuestas a ser el rival a batir por quienes están llamados a enfrentar, presumiblemente, a la demócrata Hillary Clinton en el pulso por conquistar la Casa Blanca.
La radical estrategia electoral antiinmigrante de Donald Trump surtió su efecto y, en menos de dos meses, Trump ha pasado de no figurar en las apuestas a ser el rival a batir por quienes están llamados a enfrentar, presumiblemente, a la demócrata Hillary Clinton en el pulso por conquistar la Casa Blanca.
Según las encuestas de intención de voto más recientes recogidas por CNN, Trump tiene el 2% de los apoyos del electorado, por un 13% del exgobernador de Florida Jeb Bush y un 11% del gobernador de Wisconsin, Scott Walker, quienes lideran los sondeos.
A base de descalificaciones contra la comunidad latina —con los inmigrantes mexicanos en el punto de mira—, Trump, que es un buen conocedor de la maquinaria mediática, ha logrado que se hable de él de forma constante durante las últimas semanas, aunque solo fuera para criticarle.
Una continuada exposición pública de la que han carecido el resto de sus rivales, que han tenido que adaptarse al ritmo que marca ese empresario que parece estar dispuesto a todo con tal de conseguir su objetivo.
Trump lanzó su candidatura diciendo, entre otras cosas, que los inmigrantes mexicanos son “violadores” y que hay que “levantar un muro” en la frontera con México que es, a su juicio, uno de los orígenes de todos los males que sufre Estados Unidos.
Sus declaraciones incendiarias cayeron como una bomba en las redes sociales y tuvieron una ola de duras respuestas.
“Payaso” y “salvaje”, le dijo la líder sindical Dolores Huerta; “ignorante”, le llamó la cantante Lila Downs, aunque el adjetivo más repetido fue el de “estúpido”, que usaron desde Salma Hayek hasta los obispos católicos.
Imprudente, xenófobo, ofensivo, bochornoso, violento, absurdo y racista son otros términos que sirvieron para enmarcar la actitud de Trump, quien reconoció estar sorprendido por las reacciones.
Además, sus negocios se resintieron: NBC, Univision, Televisa, Macy’s o el televisivo cocinero español José Andrés anunciaron que rompían relaciones con Trump, y su concurso de belleza (Miss Universo, Miss USA) fue boicoteado.