Argentina, haciendo mención a un cuento de Borges, está en el jardín de los senderos que se bifurcan. Por un lado, el kirchnerismo (que ya lleva 12 años en la Casa Rosada) y, por otro, el cambio abanderado principalmente por Mauricio Macri. Lleva ventaja la continuidad.
El pasado domingo se realizaron las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Argentina y rayaron la cancha para la futura votación presidencial que se realizará el domingo 25 de octubre. Según los datos del portal argentino minutouno.com, Daniel Scioli, candidato oficialista y que está bajo la sigla del Frente para la Victoria, ganó en esta pulseta con el 38,41% de los votos; fue el único aspirante que se presentó por esta sigla oficialista.
En segundo lugar se ubicó la alianza Cambiemos con el 30,7% de la preferencia y Mauricio Macri fue el más votado en las elecciones internas de este partido (24,28%).
La Dirección Nacional Electoral (entidad similar al Tribunal Supremo Electoral, en Bolivia) destacó que el 73,96% del electorado haya participado en las elecciones, tomando en cuenta que un temporal afectó a gran parte del país.
Históricamente, un poco más del 80% de electores ejerce su derecho al voto, en Argentina. Por lo tanto, los votantes que no sufragaron son importantes para llevar el peso de la balanza hacia alguno de los dos candidatos.
POSTURAS. El diario español El País menciona que el peronismo, basado en el hiperliderazgo, siempre tiene un problema con la sucesión. “Mi sucesor es el pueblo argentino”, dijo el propio Perón, que murió sin designar relevo.
En 2007 Cristina Fernández tomó la posta de su esposo Néstor Kirchner, en la Presidencia. Fue reelegida en 2011 y ante la imposibilidad de presentarse a una nueva reelección delegó la candidatura oficialista a Scioli, un hombre de confianza que estuvo cerca de la Casa Rosada desde Kirchner.
Scioli entregó su vida al deporte y a la actividad empresarial; y, los últimos años se dedicó a la política. Tuvo el “padrinazgo” de Carlos Menem y fue vicepresidente del difunto líder Néstor Kirchner.
A más de diez puntos porcentuales se encuentra el ingeniero Mauricio Macri. Es el rostro más conocido del sector privado y obtuvo relevancia popular cuando llegó a la presidencia del club Boca Juniors. Fue alcalde de Buenos Aires.
Scioli, según el portal BBC Mundo, apunta por continuar con las medidas de Fernández: Mantener la nacionalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), de Aerolíneas Argentinas y del programa de Fútbol para Todos, además de los planes sociales para los más desfavorecidos.
Macri prometió trabajar en la independencia de los poderes, la transparencia, la estabilidad económica o la confiabilidad del país ante inversores extranjeros.
Los senderos que se bifurcan en el jardín político están marcados. En octubre se conocerá la ruta que elegirá Argentina.
Fernández logró más del 50%
El domingo 25 de octubre se realizarán las elecciones presidenciales en Argentina. Se estima que 32 millones de personas deben elegir al futuro mandatario del vecino país.
Quien llegue al poder sucederá a Cristina Fernández de Kirchner, que fue la ocupante principal de Casa Rosada desde octubre de 2007. Ella, a su vez, ocupó el cargo que dejó su esposo Néstor Kirchner (fallecido el 7 de octubre de 2010) y consiguió la reeelección.
Cristina marcó historia en Argentina. Fue la primera mujer en conseguir la reelección con un amplio respaldo en las urnas.
La primera vez que Cristina se presentó a los comicios fue en 2007 y logró el 45,29% de respaldo en las urnas.
Cuatro años después se presentó a la reelección y obtuvo el 54,11% de apoyo.
En ambos casos, ella no necesitó llegar a una segunda vuelta y se impuso por más de diez puntos porcentuales a sus opositores; por lo tanto, accedió directamente a la Presidencia.
Candidatos con heridas
Los dos candidatos principales de las elecciones argentinas sufrieron graves experiencias.
Daniel Scioli perdió el brazo derecho en un grave accidente mientras practicaba la motonáutica, una de sus aficiones. Ahora tiene una prótesis.
El opositor Mauricio Macri fue secuestrado en 1991 y permaneció 12 días en un duro cautiverio.