A una semana de las elecciones presidenciales en Argentina, se mantiene la incertidumbre sobre si habrá un ganador en la primera vuelta o habrá balotaje y el voto de los indecisos será clave, según los últimos sondeos previos a los comicios publicados ayer.
Tras ocho años de gestión, la presidenta Cristina Kirchner mantiene una imagen positiva alta, pero no puede aspirar a un tercer mandato consecutivo, por lo que entregará el Gobierno el 10 de diciembre a quien surja de las elecciones del 25 de octubre o de la segunda vuelta, el 22 de noviembre.
En Argentina, un candidato presidencial triunfa en la primera vuelta si obtiene más del 45% de los votos en las urnas, o si supera 40% y a la vez le saca diez puntos de diferencia al segundo.
El aspirante del oficialista Frente para la Victoria, Daniel Scioli (58), encabeza todas las encuestas de intención de voto, pero en ningún caso alcanza el 45%. Ronda el 40%, entre 38 y 42%.
Debido al margen de error de dos puntos que admiten las encuestadoras, es incierto si logrará o no superar ese piso necesario para evitar la segunda vuelta.
Algunas encuestas consideran que Scioli tendría una distancia de más de diez puntos de los dos opositores mejor posicionados, el conservador Mauricio Macri (56) y Sergio Massa (43), de la coalición de centroderecha UNA.
“Los diez puntos de ventaja (sobre el segundo), Scioli los consigue seguro”, sostuvo Hilario Moreno, de la consultora Dicen que pronostica un triunfo en primera vuelta del oficialismo con 40,9%, mientras que le da 25,8% a Macri y 23,3% a Massa.
En cambio, la encuestadora Management & Fit le atribuye un 38,3% de los votos a Scioli, seguido por Macri con 29,2% y Massa con 21%, con un 13,9% de indecisos.
La encuestadora Elypsis le da al postulante oficialista 40,0%, a la alianza conservadora Cambiemos (Macri) 31,0% y a la coalición UNA 18,4%, por lo que también augura un balotaje entre Scioli y Macri.
En el mismo sentido, estimó la consultora Fernández y Valladares, que le da 39,2% a Scioli, 27,1% a Macri y 24,0% a Massa, con 7,5% de indecisos, lo que vislumbra una segunda vuelta.