Icono del sitio La Razón

Histórica reunión entre China y Taiwán

Los presidentes de China y Taiwán celebraron ayer una histórica cumbre en Singapur, la primera desde que ambos países se separaran en 1949, cuando Mao Tse Tung creó la China Popular comunista en el continente y sus rivales del partido Kuomintang (KMT) se refugiaron en la isla de Taiwán.

El chino Xi Jinping y el taiwanés Ma Ying-jeou se dieron la mano frente a los periodistas durante un minuto, en un gesto con mucha más carga simbólica que práctica. Ninguna de las partes ha aceptado aún reconocer la existencia de la otra, y tras la reunión no se anunció ningún acuerdo. Los dos mandatarios se trataron de “señor” y no de “presidente” porque eso habría significado reconocer su legitimidad.

“Aunque estén rotos, nuestros huesos siguen unidos por los tendones. Seguimos siendo hermanos, compatriotas, la misma sangre corre por nuestras venas” dijo Xi, quien a pesar de ello no participó en la conferencia de prensa de Ma. Éste sostuvo que había propuesto establecer un teléfono rojo entre ambas partes, y que su homólogo había aceptado.

El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, John Kirby, manifestó que su país “da la bienvenida al encuentro entre los líderes y que anima a un mayor progreso de ambas partes hacia la construcción de vínculos”.

En Taiwán hubo protestas en el aeropuerto de la capital, Taipéi, antes de que Ma saliera hacia Singapur. Los manifestantes quemaron fotos de ambos mandatarios, y calificaron a Xi de “dictador chino” y a Ma de “traidor”. La oposición acusa a Ma de querer aprovechar la reunión para favorecer a su partido, el KMT, que aparece como perdedor en los próximos comicios presidenciales de enero.