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Refugiados protestan por cierre de frontera

Más de 1.000 migrantes, que llevan tres días bloqueados en la frontera entre Grecia y Macedonia, volvieron a protestar ayer después de que las autoridades macedonias se negaran a dejarlos entrar en su país.  

El jueves, Serbia y Macedonia decidieron limitar el cruce de la frontera a las personas que huyen de las zonas de conflicto en Siria, Irak y Afganistán, lo que impide que los migrantes de otras nacionalidades pasen el puesto fronterizo de Idomeni (Gevgelija para Macedonia).   

Según la Policía, 1.300 migrantes de distintas nacionalidades —iraníes, paquistaníes, marroquíes, argelinos, bangladesíes o somalíes— esperaban en Idomeni.   

Algunos blandieron carteles  en los que reclamaban la apertura de la frontera. “Lo sentimos por Francia, pero no somos peligrosos”, rezaba una pancarta, en referencia a los atentados yihadistas del 13 en París.