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Arrestan en Brasil un senador oficialista y un banquero por el escándalo de Petrobras

La policía brasileña detuvo este miércoles al senador oficialista Delcidio Amaral, primer legislador en actividad arrestado por el multimillonario fraude a la estatal Petrobras, y desató un nuevo sismo político en el gigante sudamericano.

Líder del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) en la cámara alta, Amaral fue capturado en Brasilia durante una operación en la que también fue llevado a prisión en Rio de Janeiro el multimillonario André Esteves, CEO de BTG Pactual, el mayor banco de inversión de América Latina.

«Está preso en una delegación de la policía federal. El pedido de prisión preventiva fue porque estaba obstaculizando las investigaciones y no hay otra forma de evitar que haga eso (…) Está en una celda especial porque tiene fueros privilegiados», dijo a la AFP una asesora de comunicación de la fiscalía de la república sobre la detención de Amaral.

El pedido de arresto de la fiscalía de la república al que accedió AFP, dice que Amaral ofreció a Nestor Cerveró, exjefe del área internacional de Petrobras que está en la cárcel por el escándalo, la posibilidad de fugarse a España -vía Paraguay- y recibir una mensualidad de 50.000 reales (unos 13.500 dólares) para su familia, si no firmaba un acuerdo de colaboración con la justicia.

Las maniobras del senador representan «una grave amenaza al orden público mediante esfuerzos desmedidos para garantizar la propia impunidad», dijo el juez de la corte suprema Teori Zavascki, que autorizó las detenciones.

Cerveró negociaba con las autoridades contar todo lo que sabía a cambio de una reducción en su condena de cinco años por lavado de dinero y ya había mencionado la participación de Amaral y de Esteves en la adquisición irregular de una refinería en Pasadena, Estados Unidos, por parte de Petrobras.

La oferta de Amaral llegó a través de una conversación telefónica con un hijo de Cerveró llamado Bernardo, quien decidió grabarla y entregarla a las autoridades. Tras recibir el audio, la fiscalía solicitó el arresto.

Las revelaciones muestran una «actuación concreta e intensa del senador Delcidio Amaral y del banquero André Esteves para evitar la celebración de un acuerdo de colaboración premiada entre la procuraduría y Nestor Cerveró, o al menos, evitar que, en caso de celebrarse, fuesen delatados», escribió el procurador general Rodrigo Janot, en la solicitud de detención.

La justicia también emitió órdenes de detención para el jefe de gabinete del senador, Diogo Ferreira Rodriguez y el abogado Edson Ribeiro.

Tras la detención, el Senado divulgó una nota donde dijo que reunirá a los líderes partidarios por el caso.

Según la Constitución brasileña, la cámara alta debe votar si mantiene o revierte la medida dispuesta por la corte suprema sobre un congresista protegido por fueros, el primero en caer por la red de sobornos que drenó más de 2.000 millones de dólares de Petrobras y tiene a decenas de políticos bajo investigación. La decisión del Senado puede ser apelada.

Su captura vuelve a golpear al PT tras el arresto de José Dirceu, ex jefe de Gabinete de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y de su ahora extesorero Joao Vaccari. Incluso el propio Lula fue llamado a dar su testimonio ante la justicia.

«El país está cambiando», dijo Claudio Goncalves Couto, analista de la Fundación Getulio Vargas. «Una situación como ésta muestra que no importa si eres senador o un gran banquero, igualmente puedes ir a prisión».

Amaral es una de las figuras del PT en el Congreso, talón de Aquiles de Rousseff desde que asumió su segundo mandato. La mandataria no logró galvanizar su apoyo parlamentario y enfrenta dificultades para aprobar un ajuste fiscal considerado central para reencauzar una economía deficitaria y en recesión.

«En un momento en que el gobierno no estaba funcionando muy bien, una de las personas clave de ese proceso es arrestada y tienen que empezar de nuevo», analizó Couto.

Los mercados reaccionaron en baja: la bolsa de Sao Paulo retrocedía 3,12% y el real un 1,3%.

La detención de Esteves, señalado en los textos de la corte como quien financiaría la supuesta huida de Cerveró, «preocupa porque es una figura muy respetada dentro del mercado financiero», dijo Angelo Larozi, analista de Walpires Corretora en Sao Paulo.

Con 47 años y una fortuna de 2.100 millones de dólares según Forbes, Esteves controla el mayor banco de inversión de América Latina con oficinas en cuatro continentes. Los títulos del banco se desplomaban más de 30% en la bolsa local.

El «Petrolao» es considerado el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil y ha regado de sospechas a la élite local.

Hace apenas 24 horas fue arrestado José Carlos Bumlai, empresario cercano a Lula, y presidentes de grandes empresas, como Marcelo Odebrecht, que dirigía la constructora que lleva su apellido, permanecen detenidos desde hace meses en el estado sureño de Paraná donde se tramita la investigación de la esfera privada del escándalo.

El expresidente Fernando Collor y el actual jefe de la cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también fueron denunciados formalmente por el fraude.

Según la investigación, las mayores constructoras formaron un cártel para manipular licitaciones de Petrobras mediante el pago de sobornos a directivos de la estatal vinculados a partidos políticos, que luego eran distribuidos entre los confabuladores.