Santos ratifica que la paz con las FARC se firmará en menos de cuatro meses
En una alocución por radio y televisión, el mandatario Juan Manuel Santos señaló que el llegar a acuerdos en los temas de tierras, participación política, drogas ilícitas y ahora en el de víctimas "nos muestra que es posible terminar el conflicto, como lo pactamos, a más tardar el 23 de marzo del próximo año. ¡En menos de cuatro meses!".
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ratificó hoy su convicción de que a más tardar en marzo del año próximo se firmará la paz con la guerrilla de las FARC, tras el acuerdo sobre víctimas anunciado este martes en La Habana.
En una alocución por radio y televisión, el mandatario señaló que el llegar a acuerdos en los temas de tierras, participación política, drogas ilícitas y ahora en el de víctimas «nos muestra que es posible terminar el conflicto, como lo pactamos, a más tardar el 23 de marzo del próximo año. ¡En menos de cuatro meses!».
El pasado 23 de septiembre, Santos y el máximo jefe de las FARC Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timochenko», acordaron en La Habana un plazo de seis meses como máximo para firmar la paz, compromiso que sellaron con un histórico apretón de manos apadrinado por el presidente cubano, Raúl Castro.
El mandatario añadió en su alocución de esta noche que con los avances logrados, las partes trabajan para «alcanzar, lo más pronto posible, un cese al fuego bilateral y definitivo, pues las condiciones están dadas para que cese la confrontación».
Según Santos, con el alto el fuego las partes podrían dedicarse «únicamente a culminar los acuerdos», lo que indica que este paso podría darse aún antes de que se firme el acuerdo definitivo.
«El año 2016 será el año en que Colombia vea un nuevo amanecer: el amanecer de un país sin guerra, sin conflicto, en el que Colombia, ojalá unida, avance hacia su máximo potencial», manifestó el jefe de Estado.
Los negociadores del Gobierno y las FARC firmaron hoy el acuerdo sobre víctimas del conflicto, que incluye un sistema integral de justicia, verdad, reparación y garantías de no repetición.
Las partes tienen todavía pendiente el último punto de la agenda de diálogos, el de fin del conflicto, que incluye el alto el fuego bilateral, la dejación de armas y desmovilización de guerrilleros.
En la alocución, Santos señaló que el acuerdo sobre víctimas es «otro paso fundamental» en el camino que el Gobierno y las FARC recorren para llegar a la firma de la paz.
«Colombianos: Nunca habíamos estado tan cerca a la paz», dijo el presidente, quien agregó que «las negociaciones han adquirido un nuevo ritmo y avanzan hacia la firma del acuerdo que pondrá fin al conflicto armado».
En ese sentido, el jefe de Estado hizo un llamado al país, «a los amigos de la paz y a sus detractores; a quienes creen que podemos ser un país próspero y equitativo, sin conflicto armado, y a quienes preferirían continuar la guerra, a darle una oportunidad a la paz».
El mandatario enfatizó en que la paz no solo cambiará el país sino que además «¡transformará las vidas de todos y cada uno de nosotros, los colombianos!».
Santos explicó que en los diálogos en Cuba se circunscriben a la terminación de medio siglo de conflicto armado y no están en juego ni derechos ni libertades de los colombianos.
«No hemos puesto en juego, ni hemos negociado nuestra democracia, nuestro sistema político, nuestro modelo económico, el futuro de nuestras Fuerzas Armadas, ni los derechos de los colombianos a la propiedad privada y mucho menos a la libertad», enfatizó.
El presidente agregó que lo que busca es una salida para que los guerrilleros dejen las armas, contribuyan a hacer efectivos los derechos de las víctimas y se reincorporen a la sociedad para “defender sus ideas con votos y no con balas».
Subrayó que «la piedra angular» del acuerdo sobre víctimas es que «no habrá amnistía para los crímenes de lesa humanidad, los graves crímenes de guerra, el genocidio y, en general, las graves violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario».
Esto incluye delitos como el secuestro, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición y el desplazamiento forzados, la tortura, la violencia sexual y el reclutamiento forzado de menores, agregó.
«Todos estos delitos no serán amnistiados, sino que serán juzgados y sancionados» en el marco de la Jurisdicción Especial para la Paz.
En este punto recordó que a los miembros de la fuerza pública «que hubieran cometido algún delito relacionado con el conflicto armado» les prometió «que cualquier beneficio que se les diera a las FARC en materia de justicia, se les daría también» a ellos y así será, aunque con un «tratamiento diferenciado pero no más severo» ya que han actuado en nombre del Estado.
«La jurisdicción especial para la paz se podrá aplicar de manera simultánea, pero los agentes del Estado no pueden ser equiparados a la guerrilla. Y no lo son (…) Es decir no se volverá a cometer la injusticia de ver a los guerrilleros libres y a los militares presos», sentenció.