La polémica por los despidos en el sector público de Argentina creció hoy tras los disturbios en la ciudad bonaerense de La Plata, donde un grupo de personas protestaba frente a la municipalidad local tras conocer que sus contratos no serán renovados.
Unos 20 manifestantes resultaron heridos después de que unos 200 policías bonaerenses arrojasen balas de goma y gas pimienta contra ellos.
La central obrera CTA de los Trabajadores expresó en un comunicado «su repudio a la brutal represión que se desató contra los despedidos» y adelantó que presentará una denuncia a la Confederación Sindical de las Américas y a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los trabajadores protestaban contra el cese de aproximadamente 4.500 contratos laborales con cooperativistas, informó en un comunicado la Asociación de Trabajadores del Estado, uno de los gremios que representa a los empleados públicos.
El cese de empleados en el sector público, provocado por la decisión de no renovar cientos de contratos de trabajadores que vencían el 31 de diciembre pasado, ha desatado la polémica en el país.
Por un decreto gubernamental, se revisarán en los próximos meses los contratos de trabajadores públicos aprobados por el Estado en los últimos tres años y la renovación de miles de empleados temporales será objeto de evaluación.
Este jueves, los trabajadores del Centro Cultural Kirchner (CCK) llevaron adelante una concentración en señal de protesta contra la decisión del Ejecutivo de no renovar el contrato del 80 % de la plantilla de la institución, que vencía el 31 de diciembre.
Para el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, «hablar de despidos» en el CCK «es falso».
El funcionario del Gobierno de Mauricio Macri aseguró hoy que la decisión fue no renovar las asistencias acordadas con tres universidades argentinas, a las que calificó como «una modalidad de ingreso distorsiva de los procesos administrativos».