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Celac afina detalles para hablar de paz, pobreza y desarrollo en su IV Cumbre

Los coordinadores de los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se reúnen desde este domingo en Quito, preparan el debate que sostendrán el miércoles los mandatarios de la región, quienes hablarán de paz, pobreza, desarrollo y también de algún contrapunto.

Las reuniones de trabajo de los coordinadores, que se desarrollan en reserva en la sede de la Cancillería ecuatoriana, mantienen un ritmo incesante hasta afinar los últimos detalles de los documentos de análisis que se presentarán en la IV Cumbre de la Celac.

Fuentes cercanas a esas reuniones indicaron a Efe que el trabajo de los coordinadores es intenso, pues deben dejar a punto los textos para someterlos al escrutinio de las Cancillerías de la región.

Los cancilleres y equipos de trabajo de los 33 países que forman el bloque participarán este martes en el XI Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Celac, que tendrá lugar en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), un complejo arquitectónico situado al norte de Quito.

La discusión se centrará en la denominada «Agenda 2020», una estrategia que ya fue aprobada en la III Cumbre de la Celac, celebrada en Belén, Costa Rica, hace un año y que se sustenta en cinco ejes: la lucha contra la pobreza, la mejora en educación, ciencia y tecnología; el combate al cambio climático, las infraestructuras y la financiación del desarrollo.

Sin embargo, el tema de la paz también tendrá un tratamiento especial en la cita presidencial, pues, además de ser un contenido transversal de la agenda, se ha insistido en la posibilidad de que la Celac apoye al proceso colombiano, que busca poner fin al conflicto interno más antiguo de la región.

Y es que en las negociaciones que llevan adelante el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, en La Habana, ambas partes acordaron que la Celac haga parte del mecanismo de verificación del alto el fuego bilateral y definitivo, así como del abandono de las armas por parte del grupo rebelde.

Asimismo, la coyuntura económica de dificultades para muchos países de la región, por los choques externos, centrará la atención de los Gobiernos latinoamericanos y caribeños en la reunión de Quito.

También podría abrirse un espacio para discutir sobre ciertos contrapuntos en el interior de la casa, sobre todo por la coyuntura política que muestra la diversidad del pensamiento en una región variopinta.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, por ejemplo, advirtió la semana pasada que iría a Quito «con todo» para encarar a gobernantes de derechas, sobre todo al argentino Mauricio Macri, que ha agitado el ambiente con su petición para que se libere a todos los «presos políticos» que endilga al Gobierno de Venezuela.

Para el Ejecutivo venezolano esa es una injerencia intolerable, aunque parecería que la discusión podría bajar de tono luego de que el mandatario argentino cancelara su participación en la Cumbre de Quito, por consejo médico.

Aunque se desconocen los temas que los mandatarios abordarán durante el encuentro, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, aseguró recientemente que en el debate estarán presentes asuntos coincidentes y también espinosos, aunque aseguró que el espíritu de la Cumbre es consolidar la integración.

Ecuador, el anfitrión de la cita, también deberá rendir cuentas de su gestión al frente del grupo en el último año, en el que ha ejercido la Presidencia pro témpore de la Celac, un periodo en el que se han afirmado alianzas con otros bloques internacionales.

Los países miembros de la Celac son Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú.

Además de Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.