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Congreso comunista de Vietnam concluye con victoria del ala más conservadora

La reelección de Nguyen Phu Trong como secretario general en el XII congreso del Partido Comunista de Vietnam que concluyó este jueves (28 de enero) en Hanoi refuerza el poder del sector más conservador del partido, reacio a acelerar las reformas económicas y próximo a Pekín.

Trong, de 71 años, fue elegido para un segundo mandato de cinco años como líder de la organización política que rige con puño de hierro el país desde la reunificación en 1976, por «casi el 100 % de los votos», según él mismo comentó.

«Nuestro eslogan es construir un Vietnam fuerte con una población acomodada, justicia y democracia», apuntó el mandatario en la rueda de prensa de clausura del congreso.

Según recoge el periódico ‘Than Nien’ (Juventud), Trong se mostró sorprendido por su victoria y reveló que pensó en retirarse de la pugna por su elevada edad, pero asumirá el cargo por «responsabilidad».

«Tengo que aceptar, hay mucho trabajo por delante», aseveró.

La reelección de Trong se daba por segura desde el principio de la semana, cuando su máximo rival, el todavía primer ministro Nguyen Tan Dung, renunció a su candidatura al Politburó (máximo órgano político del partido) por falta de apoyos.

Los 200 miembros del comité central, elegidos durante el congreso por los 1.510 delegados asistentes, seleccionaron a los otros 18 miembros del Politburó, liderado por Trong,  Entre ellos destaca el viceprimer ministro, Nguyen Xuan Phuc, quien, según analistas, podría ser el nuevo primer ministro, cargo que deberá elegir la Asamblea Nacional a mediados de año.

El congreso, vivido con una expectación inusitada en blogs y redes sociales, supone el afianzamiento de la línea marcada por Trong y el probable final político del primer ministro Dung, el líder más carismático de Vietnam en la última década.

Impulsor de la apertura económica del país y popular entre la población por su firmeza en las disputas territoriales con China, Dung fue incapaz de congregar suficientes apoyos dentro del partido.

Los cuadros comunistas se decantaron por el perfil bajo de Trong, un hombre del aparato educado en la antigua Unión Soviética, favorable a mantener el peso del Estado en la economía y proclive a rebajar el tono en las disputas territoriales con Pekín, a quien considera aliado ideológico.

China y Vietnam mantienen un contencioso por la soberanía de las islas Spratly y Paracel, en el Mar de China Meridional.

El último incidente se produjo hace una semana, cuando Hanoi denunció que China ha instalado una nueva plataforma petrolífera en aguas disputadas cerca del Golfo de Tonkín.

Pese a su carácter conservador, casi todos los analistas consideran que Vietnam seguirá estrechando lazos con Estados Unidos, sin renunciar a una relación privilegiada con Pekín u otras potencias como Rusia.

El líder comunista, antaño reacio al acercamiento con Washington, visitó la Casa Blanca el pasado julio y ha apoyado con firmeza la firma del Tratado Transpacífico de Cooperación Económica con EEUU y otros diez países.

Pese a su conservadurismo económico y a una probable ralentización de las reformas, Trong es consciente de la excesiva dependencia económica de Vietnam con China y de la necesidad de buscar nuevos socios comerciales.

Con una población de más de 90 millones de personas y un PIB que alcanzó los 186.200 millones de dólares en 2014, Vietnam quiere mantenerse como una de las economías de mayor crecimiento en Asia.

El liderazgo de Trong también parece marcar una línea continuista en el apartado de derechos humanos, con un acoso constante a blogueros y activistas políticos.

Pese a la presión internacional, Vietnam se sitúa en el puesto 175 de 180 en la clasificación sobre libertad de expresión de Reporteros Sin Fronteras.