La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó que su antecesor y mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva, es “objeto de una gran injusticia”, después de una serie de denuncias contra el exmandatario.
En los últimos días el expresidente fue acusado de supuesto blanqueo de dinero y ocultación de patrimonio.
Rousseff se reunió con Lula durante dos horas en Sao Paulo y, según relató ayer la prensa, uno de los temas del encuentro fue las acusaciones que tomaron fuerza esta semana contra el exmandatario.
No obstante, Rousseff evitó dar detalles de la reunión y afirmó que el encuentro “fue como siempre”. “Converso sistemáticamente con el expresidente Lula. Creo que él está siendo objeto de un gran injusticia”, aseveró Rousseff después de participar en un barrio de Río de Janeiro de una campaña de prevención contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, chikungunya y zika.
La Jefa de Estado defendió el liderazgo nacional y regional de Lula. “Respeto mucho la historia del expresidente y estoy segura de que éste será un proceso que será superado, porque creo que el país, América Latina y el mundo necesitan de un líder con las características del expresidente Lula”, aseveró.
La Justicia brasileña autorizó otra investigación sobre supuestas propiedades del expresidente.