Santos cree que la paz con las FARC es «irreversible» y se firmará este año
Este año definitivamente, pero lo más pronto posible", respondió el presidente Juan Manuel Santos a la pregunta de cuándo se firmará la paz con las FARC, después de que no se alcanzara el objetivo inicialmente propuesto, de sellar un acuerdo el pasado 23 de marzo.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo hoy que el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, a pesar de los tropiezos, es «irreversible» y que se firmará este año.
«Este año definitivamente, pero lo más pronto posible», afirmó Santos en una entrevista con Efe a la pregunta de cuándo se firmará la paz con las FARC, después de que no se alcanzara el objetivo inicialmente propuesto, de sellar un acuerdo el pasado 23 de marzo.
El jefe de Estado evitó apuntar posibles fechas para la firma de la paz porque dijo que hace cinco años, cuando comenzaron los contactos con las FARC que desembocaron en los diálogos en Cuba, sus proyecciones fueron mal interpretadas.
«Lo que pasa es que hace cinco años, cuando me preguntaron: ‘usted cómo ve este proceso en términos de tiempo’, dije que desearía que fueran meses y no años y eso fue tergiversado para decir que yo había prometido que iban a ser meses y no años y se me ha devuelto decir cualquier fecha», afirmó.
Según el mandatario, «el proceso va marchando normalmente», y dijo estar convencido de que «es irreversible y que si hay voluntad podemos terminar relativamente pronto para poder implementar los acuerdos lo más pronto posible».
El jefe de Estado explicó que «es muy importante» la agilidad en este aspecto, porque la experiencia estudiada de otros procesos de paz muestra que lo mejor es «no permitir demasiado tiempo entre el momento en que se firmen los acuerdos y el momento en que se comienzan a implementar» para que no haya decepciones en la gente.
Las negociaciones con las FARC, que comenzaron en noviembre de 2012 en La Habana ya han producido acuerdos en cuatro de los cinco puntos de la agenda de negociación, y solo queda pendiente el de «Fin del conflicto», que incluye un alto el fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas y desmovilización por parte de los guerrilleros.
Después de que la fecha del 23 de marzo no se cumpliera, las partes retomaron los diálogos a comienzos de este mes, y al presidente no le preocupan los obstáculos surgidos en asuntos fundamentales como las zonas en las que se concentrarán los guerrilleros antes de la desmovilización o sobre la dejación de armas.
«Uno tiene que estar preparado para diferentes posiciones de la contraparte en una negociación tan compleja como esta (…) Es parte de la dinámica de una negociación y lo importante es que al final podamos llegar a los acuerdos, respetando siempre esas líneas rojas que yo he puesto, que las he respetado desde el principio y eso ha sido muy importante», manifestó.
Esas «líneas rojas» son, por ejemplo, que con las FARC no se negocia el modelo económico, ni la doctrina militar, ni el futuro de las Fuerzas Armadas, entre otras.
«El proceso ha sido difícil e igualmente difícil va a ser el postacuerdo o posconflicto. Lo que tenemos es que trabajar muy duro para comenzar a construir la paz», afirmó.