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Santos lleva personalmente ayuda colombiana a Ecuador

Colombia entregó ayer cerca de 25 toneladas de ayuda humanitaria al “hermano pueblo” de Ecuador, que busca recuperarse tras el potente sismo que hace una semana devastó la costa del Pacífico dejando 654 muertos, unos 16.600 heridos y miles de construcciones derruidas.

“Hemos puesto un granito de arena con la ayuda que aquí está presente: cerca de 25 toneladas, cuatro vuelos, dos buques que han llegado con agua y víveres”, declaró el presidente Juan Manuel Santos, tras recorrer con su homólogo Rafael Correa el afectado barrio Tarqui de Manta, en la provincia de Manabí, la región más golpeada.

El gobernante expresó además sus “condolencias a todas las familias de las víctimas de esta tragedia”, entre las que se cuentan 11 colombianos.

“Hoy más que nunca quisiéramos agradecerle a usted, a Colombia por toda esa solidaridad, lo que han hecho es impresionante”, señaló Correa antes de despedir a su par colombiano. Para mañana se espera en la zona de desastre al presidente Evo Morales.

Antes, ambos gobernantes se habían reunido con Pablo Córdova, quien renació tras pasar 47 horas bajo los escombros de un hotel. “Él se ha convertido en un símbolo”, dijo el colombiano. El carpintero de 52 años, que vio con los presidentes el video de su rescate, afirmó tener “más vidas que el gato, gracias a Dios”, en un juego de palabras por el hotel El Gato, donde trabajaba.

El sismo de 7,8 que el 16 de abril sacudió Ecuador, el peor desde 1979, provocó hasta anoche 654 muertos y 16.601 heridos, 63 desaparecidos.  +
Un médico instala su consulta en plena calle de Pedernales

EFE n Pedernales  (Ecuador)  Marcelo Puma no se lo pensó dos veces: cuando las sacudidas del terremoto cesaron se puso manos a la obra y poco después tenía instalada su consulta en plena calle de Pedernales, donde lleva atendiendo heridos desde los instantes posteriores al terremoto.

“Toda la ciudad está destruida, mi consultorio está a punto de colapsar. La necesidad me ha obligado, en vista de tantas personas que hay con dolor por el traumatismo, a dar atención en la calle y a organizar a la comunidad de mi sector”, contó el médico generalista a EFE.

En la acera, aunque parezca increíble, con el apoyo de otros tres salubristas, el veterano facultativo no deja de prestar servicio pese a la dificultad. “Es muy penoso pero es necesario, la gente necesita urgentemente tratamiento antiinflamatorio, porque muchos tienen dolores. Se les han derrumbado sus casas y han sufrido golpes contusos”, comento, y añadió que “hay que hacerlo hoy, no podemos hacerlo mañana”.

El especialista combina la asistencia médica con la distribución de raciones alimenticias, casi 500 al día.