Icono del sitio La Razón

EEUU enviará en junio su primera misión a Brasil tras suspensión de Rousseff

La secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para Latinoamérica en funciones, Mari Carmen Aponte, viajará los próximos 2 y 3 de junio a Brasil en la que será la primera visita oficial estadounidense a ese país tras la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff.

Aponte irá a Brasil después de visitar Montevideo (Uruguay) entre el 31 de mayo y el 2 de junio para liderar la delegación de EE.UU. en el encuentro regional de la iniciativa Open Government Partnership (OGP) y reunirse con miembros del Gobierno, según informó hoy el Departamento de Estado en un comunicado.

Desde Montevideo, la diplomática estadounidense se trasladará a Sao Paulo y Brasilia en la primera visita de un representante del país norteamericano a Brasil tras la suspensión de Rousseff y el nombramiento de Michel Temer como presidente interino.

En Brasilia, Aponte se reunirá con miembros del Gobierno brasileño, entre ellos el nuevo ministro de relaciones exteriores, José Serra.

La diplomática prevé abordar la cooperación de su país con Brasil es «asuntos clave a nivel regional y global», como los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de este verano en Río de Janeiro y «los esfuerzos compartidos» en la lucha contra el virus del Zika.

El comunicado no hace mención a ninguna de las dos crisis más acuciantes del continente: el proceso de destitución de Rousseff y la situación en Venezuela, país al que la Organización de Estados Americanos (OEA) podría aplicar en cuestión de días la Carta Democrática.

La misión de Estados Unidos ante la OEA defendió la semana pasada que en Brasil no hay un golpe de Estado «suave» ni de ningún otro tipo porque existe «un claro respeto por las instituciones democráticas», algo «que no parece ser el caso en Venezuela».

«No creemos que es un golpe de Estado suave o de otro tipo. Lo que ha ocurrido en Brasil se ha hecho siguiendo el proceso legal constitucional y respetando completamente la democracia», dijo el pasado 18 de mayo a Efe el representante interino de EE.UU. ante la OEA Michael Fitzpatrick.

El diplomático estadounidense fue el único de los representantes ante la OEA en rechazar abiertamente la noción de que el proceso de destitución de Rousseff, suspendida de la Presidencia hace dos semanas por el Senado, sea un «golpe de Estado Parlamentario» o «un golpe de Estado suave», como defendieron las misiones de Bolivia, Nicaragua y Venezuela.

«Como hemos oído claramente (de la misión brasileña) hay un claro respeto por las instituciones democráticas, una clara separación de poderes, rige el Estado de Derecho y hay una solución pacífica de las disputas. Nada de eso parece ser el caso en Venezuela hoy y esa es la preocupación», sostuvo Fitzpatrick.

Todo apunta a que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, se convertirá la semana próxima en el primer líder del organismo que aplica este instrumento a un Estado miembro contra la voluntad de su Gobierno.

La Carta Democrática es un recurso muy sensible no solo porque su última consecuencia es la suspensión de la OEA sino porque hasta ahora siempre se ha aplicado por solicitud o al menos con autorización de Estado afectado, salvo en el golpe de Estado de Honduras de 2009, por no haber Gobierno legítimo en el poder.

Almagro y Aponte se reunieron en la OEA el pasado 17 de mayo por primera vez tras el nombramiento el 5 de mayo de la diplomática en sustitución de Roberta Jacobson, nueva embajadora de EEUU en México.