El presidente Barack Obama autorizó a las fuerzas estadounidenses en Afganistán a atacar más directamente a los talibanes, cuya rebelión amenaza al gobierno de Kabul, indicó un alto funcionario norteamericano este viernes.
Pese a la presencia durante 14 años de decenas de miles de soldados de la OTAN para apoyar a las autoridades afganas y de decenas de miles de millones de dólares gastados en ayuda militar y civil, los talibanes recuperan terreno.
Las fuerzas estadounidenses, que ya asesoran en el terreno a las fuerzas especiales afganas, ahora darán el mismo apoyo al ejército regular, en dificultades para contener la ofensiva talibán.
«Las fuerzas estadounidenses aportarán un apoyo más activo al ejército regular afgano de dos formas cruciales: más apoyo, en particular gracias a un aporte aéreo, y segundo, acompañando y asesorando a las fuerzas convencionales afganas en tierra y aire», indicó la fuente, que solicitó conservar el anonimato.
Ante una situación muy difícil en el terreno, el presidente Obama había decidido mantener un contingente de 9.800 hombres durante la mayor parte de 2016. Además, decidió dejar otros 5.500 militares en un pequeño número de bases, en lugar de retirar la gran mayoría de sus tropas y de limitar la presencia estadounidense al personal diplomático normal.
Luego de las decisiones anunciadas el viernes, los jefes militares tendrán la posibilidad de hacer intervenir los aviones de combate estadounidenses para apoyar a las tropas afganas en sus enfrentamientos en tierra.
Los consejeros militares también podrán aproximarse a los combates, saliendo de los destacamentos militares, en los que se encuentran ahora.
Los soldados podrán ahora aportar su ayuda a nivel de brigadas afganas, cerca de los combates, pero «no en la línea del frente», precisó un alto oficial del Pentágono.
Hasta ahora, solamente las fuerzas especiales estadounidenses estaban autorizadas a descender al terreno para auxiliar a sus homólogos afganos.
Este reforzamiento era reclamado desde hace meses por los militares estadounidenses, preocupados al ver que las fuerzas afganas perdían terreno ante los avances de los talibanes.
Las fuerzas afganas perdieron más de 5.000 hombres en 2015 ante los insurgentes y debieron ceder en varias regiones del país.
(10-06-2016)