Chamanes peruanos ‘castigan’ a Trump y predicen victoria de Clinton en EEUU
Son siete chamanes y una chamana que lanzan pétalos de flores y escriben "EEUU" con granos de maíz sobre un trozo de tela.
A orillas del océano Pacífico, y en un soleado día primaveral limeño, el ritual está listo: chamanes peruanos lanzan arena salada a Donald Trump, vaticinando su derrota este martes en las presidenciales de Estados Unidos, y cubren de aromáticos sahumerios a Hillary Clinton.
Con el arrullo de las olas como fondo, los chamanes y curanderos peruanos entonan cánticos e invocan a la Pachamama y Yacumama, la madre tierra y la madre agua de los Andes. Piden paz y democracia.
De improviso, el gran maestro chaman, Félix Mejía, que viste una brillante túnica amarilla y una corona con plumas, lanza un grito gutural, que podría asustar a cualquier niño. Tiene en sus manos la foto de Clinton.
«Queremos dar un mensaje a través de la Yacumama, diosa del agua, para que llegue a los corazones de estos dos personajes que se van a enfrentar en elecciones, para que haya paz y una fiesta democrática en Estados Unidos», explica Mejía a la AFP.
Son siete chamanes y una chamana que lanzan pétalos de flores y escriben «EEUU» con granos de maíz sobre un trozo de tela. Hay varias cruces clavadas en la arena y una bandera estadounidense es alzada por uno de los curanderos. Hacen una «limpia» -quitar las malas energías- en Hillary, para que realice una buena gestión.
Sobre la foto de la candidata demócrata colocan hojas de la ancestral coca y también varios cráneos pintados de colores.
«Alma benditaaa…» grita un chamán de sombrero y poncho. «Hemos utilizado elementos favorables para que Hillary sea una buena presidenta porque el pueblo latinoamericano y el mundo esperan su triunfo», explica por su parte el chamán Juan Osco, vestido de impecable blanco.
El retrato de Trump es casi vandalizado. Lo sumergen en el agua, lo llenan de arena y el chaman Mejía se lanza encima de él en una maniobra que se asemeja a un ‘tackle’ de rugby. El chamán Osco zapatea encima de la foto. Se agitan las maracas. Suena el wakrapukru -una especie de corneta circular hecha de cuernos de res- y vienen más cánticos.
«El señor Trump cree que porque es millonario va a ofender a la raza humana, va a marginar a la mujer y va a odiar a ciertas personas. Su karma está negativo. Ya lo hemos castigado con arena del mar, con la sal, él no va a ser presidente», explica Osco.
Aparecen en escena además una foto invertida del presidente ruso Vladimir Putin, azotada con ramas de ruda y eucalipto. Otra de Nicolás Maduro y de Juan Manuel Santos. Se confunden con cruces, fotos del corazón de Jesús, el Señor Cautivo de Ayabaca y otras deidades. Los chamanes, dicen, es para invocar una fiesta democrática en el mundo. (08/11/2016)