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El pueblo gallego de Fidel honra a su vecino más ‘ilustre’

El pequeño pueblo de Láncara, enclavado en la montaña gallega, ha honrado hoy en un clima de respeto y alejado de toda ideología a quien considera su vecino más ilustre, Fidel Castro, cuyo padre abandonó el hogar a los 17 años para hacer fortuna en Cuba.

El homenaje ha sido modesto pero emotivo, sobre todo la parte que ha sido reservada a Manuela Argiz, prima lejana del fallecido, que, con 103 años, ha querido abandonar este domingo el geriátrico para sostener una palma de rosas blancas en recuerdo de su pariente.

No es la única familiar en la zona, puesto que Fidel Castro tiene una prima carnal, Victoria -también en una residencia-, que siempre ha guardado fotos y recortes de prensa de él y de su hermano Raúl, el actual presidente de Cuba.

El alcalde de Láncara, el socialista Darío Piñeiro, ha destacado ante la casa natal de Ángel, el padre de Castro, que Fidel siempre mostró un enorme amor por Galicia y que se le veía como «un gallego más».

«Fidel se ha marchado, pero en nuestro corazón siempre quedará su recuerdo y el cariño que nos ha demostrado», expresó Piñeiro antes de que el exalcalde Eladio Capón, que tenía una relación muy estrecha con el fallecido, gritara un «Hasta siempre, comandante».

Capón aludió también a lo «ameno» y «humano» que era Fidel cuando entablaba una conversación.

Refirió que una vez Fidel le preguntó cuántas vacas tenían sus primas y que, pasados cinco minutos, repitió la cuestión sólo para saber si contestaba lo mismo y comprobar que le decía la verdad.

De la memoria de Eladio Capón jamás se irán, tal y como explicó, las veladas que él mismo vivió en el Palacio de la Revolución, ni esa visita que hizo a la perla del Caribe con la prima Victoria, una mujer que decidió colocar ante su vivienda un letrero con la leyenda: «Hasta la victoria siempre».

Tampoco olvidará Eladio Capón la emoción de Fidel Castro cuando él le llevó una saca de tierra extraída de la finca paterna y productos típicos de la gastronomía local.

Ni las ocasiones en las que disfrutaron con la cocina cubana, a veces con langosta y con el apreciado yogur de búfalo.

El ayuntamiento de Láncara mantiene firma la idea de convertir la casa natal de los Castro en un pequeño museo.

Nadie en este lugar olvida la ilusión con la que Fidel los visitó en 1992, para cumplir su deseo de «no morir» sin conocer la tierra de la que su progenitor, entonces un joven campesino, salió para buscarse la vida al otro lado del Atlántico.

Láncara es una tierra de ganaderos y agricultores regada por el río Neira, torrente manso y limpio, y con una zona recreativa que lleva el nombre de ‘Isla de Cuba’.

No en vano al pueblo se le conoce como la pequeña Cuba dentro de la verde Galicia. (27-11-2016)