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Corte de Colombia aprueba vía rápida para legislar el acuerdo de paz

La votación de los magistrados del alto tribunal quedó 8 a favor y 1 en contra de la aprobación del procedimiento legislativo especial, que sigue a la ratificación del acuerdo de paz por el mismo parlamento el pasado 30 de noviembre, informó la Corte Constitucional.

/ 13 de diciembre de 2016 / 19:42

La Corte Constitucional de Colombia aprobó este martes un mecanismo de vía rápida, conocido como ‘fast track’, para que el Congreso valide las leyes que permitirán aplicar el acuerdo de paz con la guerrilla FARC que le valió el Nobel al presidente Juan Manuel Santos.

La votación de los magistrados del alto tribunal quedó 8 a favor y 1 en contra de la aprobación del procedimiento legislativo especial, que sigue a la ratificación del acuerdo de paz por el mismo parlamento el pasado 30 de noviembre, informó la Corte Constitucional.

«Indudablemente la decisión de la Corte Constitucional es una gran noticia para el país, porque le va a permitir a los colombianos poder disfrutar la paz más rápidamente y al Congreso poder implementarla en tan solo seis meses», dijo el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, tras conocer la noticia.

«Vamos a comenzar con la ley de amnistía (de los guerrilleros), que estoy seguro será presentada o esta tarde o mañana (miércoles) en la mañana y otros proyectos de ley, que el gobierno ya tiene listos», explicó.

Los otros proyectos legislativos serán la jurisdicción especial para la paz, como se conoce al sistema de justicia transicional acordado con las FARC, la participación política de los rebeldes, y normas para «lucha contra los paramilitares», cuyo accionar preocupa especialmente a los guerrilleros, según Lizcano.

Desde Europa, donde se encuentra de gira tras recibir el sábado en Oslo el premio Nobel de la Paz, el presidente Santos había dicho la víspera que respetaría «lo que la Corte decida» sobre el ‘fast track’, un mecanismo que su gobierno había tildado de clave para la efectiva implementación del pacto con las FARC.

«Sin consultar al pueblo»

El ‘fast track’ prevé reducir a la mitad las discusiones parlamentarias necesarias para validar las leyes y actos legislativos relacionados con el acuerdo de paz alcanzado en noviembre.

Además, estipula que los congresistas deberán aprobar o rechazar los textos de los proyectos de ley sin hacerles cambios, salvo con la venia del gobierno.

En la tarde de este martes, la Corte Constitucional tiene previsto dar una rueda de prensa para detallar los alcances de su decisión.

El partido derechista Centro Democrático, del expresidente y actual senador Álvaro Uribe, había pedido al alto tribunal no aprobar el mecanismo porque a su juicio da «un duro golpe a la democracia» al permitir que se «introduzcan cambios sustanciales en la Constitución sin consultar al pueblo colombiano».

Uribe, férreo opositor al acuerdo con las FARC, fue también el líder de la campaña por el No en el plebiscito del pasado 2 de octubre, cuando los ciudadanos rechazaron el acuerdo original pactado entre las FARC y el gobierno de centro-derecha tras cuatro años de negociaciones en Cuba.

Esa votación, inesperada para el gobierno, llevó a las partes a renegociar puntos del acuerdo para incluir propuestas de la oposición y finalmente a promover su refrendación a través del Congreso, donde Santos cuenta con mayorías.

Colombia vive un conflicto armado en el que también han participado otras guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y agentes estatales, con saldo de unos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados a lo largo de más de medio siglo.

(13/12/2016)

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Colombia aprobó pacto de paz con FARC y ahora debe implementarlo

Para la pronta validación de las iniciativas relacionadas con la paz, el gobierno espera contar con un mecanismo de aprobación rápida ("fast track"), cuya aprobación estudia la Corte Constitucional.

/ 1 de diciembre de 2016 / 21:46

Colombia enfrenta desde este jueves el reto de poner en marcha el pacto de paz con la guerrilla FARC, renegociado tras el fracaso del acuerdo original en un plebiscito y refrendado la víspera en el Congreso.

«Lo que viene ahora es la implementación de este acuerdo (…) Tenemos un enorme desafío», dijo en rueda de prensa el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, tras la ratificación parlamentaria.

En esta etapa, el Congreso, donde el presidente Juan Manuel Santos tiene mayoría, será nuevamente clave para consolidar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), la guerrilla más antigua de América Latina y actualmente con 5.765 combatientes, tras 52 años de confrontación.

Allí será presentada la próxima semana la ley de amnistía para guerrilleros, acordada en las negociaciones que transcurrieron durante cuatro años en Cuba. Además, Cristo enviará un paquete legislativo que incluye un proyecto sobre participación política de los guerrilleros.

Para la pronta validación de las iniciativas relacionadas con la paz, el gobierno espera contar con un mecanismo de aprobación rápida («fast track»), cuya aprobación estudia la Corte Constitucional.

«En este momento se está procediendo a preparar un primer paquete de indultos, entre tanto se presenta la ley de amnistía y se da todo el trámite legislativo», anunció a su vez el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo.

Santos, Premio Nobel de la Paz por buscar acabar la guerra que ha dejado unos 260.000 muertos en Colombia, adelantará este fin de semana en regiones del país labores relativas a la implementación del acuerdo.

Apoyo en guerra y paz

El acuerdo de paz ratificado en el Congreso fue sellado hace una semana por las partes, tras la revisión del pacto original para incluir propuestas de los opositores ganadores del plebiscito del 2 de octubre.

El texto fue aprobado sin cambios el martes y el miércoles, tras unas maratónicas sesiones en el Senado y la Cámara de Representantes.

La oposición, liderada por el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, decidió no participar en las votaciones, al considerar que el Congreso «no puede suplantar» a las urnas.

Los uribistas también rechazan el pacto en general, pues creen que permite la «impunidad total» y otorga elegibilidad política a guerrilleros culpables de crímenes atroces antes de pagar sus penas.

La decisión de gobierno y FARC de refrendar el acuerdo renegociado en el Congreso tuvo que ver, según dijeron, con la fragilidad del cese al fuego bilateral que mantienen desde fines de agosto después del plebiscito.

El alto al fuego se vio perturbado por la muerte de dos guerrilleros de las FARC hace unas semanas en combates con el Ejército y, más recientemente, por una serie de homicidios y atentados contra líderes sociales.

El Departamento de Estado estadounidense celebró en un comunicado la aprobación del pacto y dijo que Washington «apoyó a Colombia en tiempos de conflicto y seguirá haciéndolo en tiempos de paz». También la misión de la ONU en Colombia, que verifica el alto al fuego, y la Unión Europea saludaron la refrendación.

«Contexto supremamente difícil»

El gobierno insiste en que las FARC deberán comenzar a movilizarse en cinco días hacia las 27 zonas donde se concentrarán para dejar progresivamente sus armas bajo supervisión de Naciones Unidas. Sin embargo, la guerrilla ha dicho que para ello debe aprobarse antes la amnistía.

Jaramillo respondió este jueves a ese planteamiento: «Las FARC no pueden introducir nuevas condiciones al acuerdo», afirmó, recordando que, según el texto, todos los guerrilleros deberán estar concentrados máximo a fines de diciembre.

En tanto, el presidente Santos dijo: «Hoy, 1 de diciembre del año 2016, podemos decir, ya oficialmente, que esta guerra terminó».

«Tenemos todos que trabajar, (…) tenemos todos que continuar haciendo sacrificios, pero ojalá unidos», dijo el mandatario en un discurso refiriéndose al posconflicto.

«Sigue habiendo desafíos relacionados no solamente con lo político, sino con su implementación en el terreno: con el ELN (Ejército de Liberación Nacional, segunda guerrilla), con la violencia contra líderes», dijo a AFP Kyle Johnson, analista del International Crisis Group.

«Entonces, tenemos un acuerdo en un contexto supremamente difícil para la seguridad política del acuerdo y también para la implementación misma, en términos de la capacidad del Estado», explicó. (1-12-2016)

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Colombia inicia proceso de paz con la guerrilla del ELN

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 2.500 combatientes en sus filas según el Ejército, es la segunda guerrilla de Colombia, después de las FARC, que cuenta con unos 8.000.

/ 10 de junio de 2014 / 20:06

El gobierno de Colombia anunció este martes la apertura de un proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), que se suma al que ya avanza con los rebeldes de las FARC para poner fin a un conflicto armado de medio siglo.

«El gobierno nacional y el ELN han iniciado una fase exploratoria de conversaciones el pasado enero de 2014, luego de una serie de contactos y reuniones que tuvieron lugar desde el año 2013. El objetivo es acordar la agenda y el diseño del proceso que haga viable el fin del conflicto, y la construcción de la paz», dijeron las partes en un comunicado publicado por la Presidencia.

El anuncio ocurre cinco días antes de la segunda vuelta de las presidenciales en las que el actual mandatario Juan Manuel Santos busca la reelección frente al derechista Oscar Iván Zuluaga.

Santos, en el poder desde agosto de 2010, opta a un nuevo periodo de cuatro años con la promesa de sellar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionas de Colombia (FARC, comunistas), que negocia desde noviembre de 2012.

Al confirmar los acercamientos con el ELN, Santos aseveró que «este esfuerzo de paz responde a la visión de una paz integral que ha venido promoviendo mi gobierno», en una breve declaración televisada.

El mandatario dijo que las condiciones que se pondrán al ELN para dar «inicio a una mesa formal de negociaciones» serán similares a las exigidas a las FARC: «con dejación (abandono) de armas (…), en el exterior, sin cese al fuego bilateral y sin desmilitarizar ningún tipo de territorio».

El comunicado insistió en la «voluntad recíproca» de las partes de establecer una mesa de negociaciones que lleve a «la firma de un acuerdo final» y dijo que se dará a conocer periódicamente los alcances y resultados de esta fase exploratoria.

«La agenda de conversaciones incluirá los puntos de víctimas y participación de la sociedad. Los demás temas están por acordar», señaló el texto, en el que también se agradece a Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela por «el compromiso que han expresado en el acompañamiento y garantías de este proceso».

Sin precisar quiénes conforman cada una de las delegaciones o cuándo y dónde serán formalmente instalados los diálogos de paz, las partes pidieron el apoyo del pueblo colombiano «para que se una al propósito común de lograr el fin del conflicto».

El ELN, con unos 2.500 combatientes en sus filas según el Ejército, es la segunda guerrilla de Colombia, después de las FARC, que cuenta con unos 8.000.

Santos se enfrentará el próximo domingo en las urnas al candidato Zuluaga, apadrinado por el expresidente y actual senador electo Álvaro Uribe. Con una fuerte oposición al diálogo con la guerrilla, Zuluaga recientemente manifestó su intención de negociar pero con condiciones.

Para esta segunda ronda electoral, las FARC han anunciado una tregua electoral, a la que el ELN no se plegó, aunque se comprometió a no afectar los comicios. La guerrilla guevarista se había sumado a un cese el fuego unilateral de las FARC para la primera vuelta de los comicios, el pasado 25 de mayo.

«Una nueva oportunidad»

Tanto la delegación de las FARC en La Habana, como el delegado de Naciones Unidas en Colombia y la exsenadora Piedad Córdoba, mediadora para la liberación de rehenes de la guerrilla, saludaron inmediatamente el anuncio.

«Es una noticia muy importante para la paz en Colombia. Consideramos que es positivo y esperamos que se avance con espíritu de paz y no espíritu electoral», dijo a la AFP Andrés París, uno de los delegados de esa guerrilla.

Fabrizio Hochschild, jefe de la delegación de la ONU en Colombia, sostuvo que «este es un mensaje de una nueva oportunidad, es un asunto histórico, porque este asunto no vino así nomás, fue el resultado de meses y quizás años de negociaciones».

En tanto, Córdoba indicó que «comienza una ronda de contactos y de conversaciones para dar inicio a la construcción de una agenda que dé lugar a un proceso de paz con el ELN».

«Esta agenda que comienza en el punto de víctimas tiene un gran énfasis en la participación de la sociedad colombiana», dijo.

León Valencia, presidente de la fundación Paz y Reconciliación y exintegrante del ELN, consideró que «estamos cerca de una paz integral en la que participen todos los actores».

Valencia apuntó que posiblemente el expresidente Ernesto Samper (1994-1998) y el comandante guerrillero Antonio García estarían a la cabeza de cada una de las delegaciones, en declaraciones a periodistas en Bogotá.

El conflicto armado que azota a Colombia desde hace medio siglo ha dejado al menos 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados por la violencia.

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Capriles busca apoyo en Colombia a auditoría y provoca dura reacción de Caracas

En la mañana, excandidato presidencial venezolano fue recibido por Santos en la Casa de Nariño, sede de la presidencia, en una visita privada al cabo de la cual ninguno de los dos dio declaraciones.

/ 30 de mayo de 2013 / 02:18

El excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles fue recibido este miércoles en Colombia por el presidente Juan Manuel Santos y por las directivas del Congreso, a quienes solicitó apoyo para que se cumpla con una auditoría electoral, lo que provocó una dura reacción del gobierno en Caracas.

«Mi petición al presidente Santos es lo que se acordó en Unasur, no hay otra petición (…) a todos los presidentes que estuvieron allí se les dijo que iba a hacerse una auditoría, ese proceso no se hizo, fue una farsa la auditoría que se montó», dijo Capriles en una rueda de prensa en la sede del parlamento colombiano.

Capriles se refirió así a la reunión del organismo regional convocada en Lima, a raíz de la crisis que se desató en Venezuela luego de que el opositor desconociera la victoria del chavista Nicolás Maduro, quien se impuso por 1,49% de ventaja.

En la mañana, Capriles fue recibido por Santos en la Casa de Nariño, sede de la presidencia, en una visita privada al cabo de la cual ninguno de los dos dio declaraciones.

La presidencia colombiana publicó luego una foto del encuentro, que también fue difundida por Capriles.

El canciller venezolano Elías Jaua reaccionó a esa reunión diciendo que su país evaluará si sigue apoyando el proceso de paz que el gobierno de Santos emprendió desde el año pasado con la guerrilla comunista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se cumple mediante una mesa de diálogo en La Habana.

«Sin duda alguna que la situación que hoy se ha presentado nos obliga a nosotros a revisar la participación de Venezuela como facilitador en ese acuerdo de paz», indicó Jaua al canal oficial VTV al término de una reunión de ministros con el presidente Maduro.

Según el canciller, Maduro solicitó el regreso a Caracas del embajador Roy Chaderton, comisionado venezolano en los diálogos de paz, para «hacer una evaluación completa» de la situación.

Venezuela y Chile participan como países acompañantes en las conversaciones de paz, mientras Noruega y Cuba como naciones garantes.

Poco antes, el presidente del Congreso venezolano Diosdado Cabello dijo que el recibimiento de Capriles en Colombia ponía en peligro la relación de ambos países, que se normalizó en 2010 con la llegada de Santos al poder.

«El presidente Santos le está poniendo una bomba al tren de las buenas relaciones que tanto le pidió al presidente (Hugo) Chávez», que falleció el 5 de marzo de un cáncer, dijo Cabello a la prensa.

En su rueda de prensa en Bogotá, en la que estuvo acompañado por los presidentes del Congreso, Roy Barreras, y de la Cámara de Representantes, Augusto Posada, Capriles insistió en decir que «quienes hoy están al frente del gobierno (venezolano) se robaron las elecciones».

En tanto, Barreras defendió la visita del dirigente venezolano, al afirmar que los parlamentarios colombianos «tenemos dos razones gruesas para escuchar esta voz de Venezuela hoy: la primera, que ésta es una casa de la democracia».

«La segunda, y más importante, que hay más de cinco millones de colombianos para los que los destinos de Venezuela son importantes», añadió, al hacer referencia a quienes están residenciados en el vecino país o viven en zonas fronterizas.

El líder opositor venezolano se reunió también en privado con un grupo de parlamentarios colombianos para exponerles, además del asunto electoral, la situación «cada día más difícil» de los medios de comunicación en Venezuela y la «toma de las instituciones» por parte del oficialismo.

Esta visita a Colombia es la primera que realiza Capriles, actual gobernador del estado Miranda (centro), desde las elecciones del 14 de abril.

Capriles impugnó ante el Tribunal Supremo de Justicia de su país las elecciones de abril y está a la espera de un dictamen.

En este viaje, Capriles está acompañado por los diputados de oposición Julio Borges y Tomás Guanipa. El jueves tienen previsto reunirse con la comunidad venezolana residente en Bogotá y ofrecerán una conferencia de prensa.

Santos había recibido a Capriles, también en Bogotá, en mayo del año pasado, cuando éste se encontraba en campaña electoral para las presidenciales que ganó Chávez.

El líder opositor prepara viajes similares a otros países latinoamericanos, aunque no quiso adelantar cuáles serían para que no haya intentos de «bloquear sus visitas» por parte del gobierno venezolano, según dijo.

Después de las elecciones, dirigentes de la oposición venezolana han realizado viajes a varios países de América Latina y de Europa para denunciar supuestas irregularidades en esos comicios y acoso a los detractores del gobierno.

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Capriles busca apoyo en Colombia a auditoría y provoca dura reacción de Caracas

En la mañana, excandidato presidencial venezolano fue recibido por Santos en la Casa de Nariño, sede de la presidencia, en una visita privada al cabo de la cual ninguno de los dos dio declaraciones.

/ 30 de mayo de 2013 / 02:18

El excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles fue recibido este miércoles en Colombia por el presidente Juan Manuel Santos y por las directivas del Congreso, a quienes solicitó apoyo para que se cumpla con una auditoría electoral, lo que provocó una dura reacción del gobierno en Caracas.

«Mi petición al presidente Santos es lo que se acordó en Unasur, no hay otra petición (…) a todos los presidentes que estuvieron allí se les dijo que iba a hacerse una auditoría, ese proceso no se hizo, fue una farsa la auditoría que se montó», dijo Capriles en una rueda de prensa en la sede del parlamento colombiano.

Capriles se refirió así a la reunión del organismo regional convocada en Lima, a raíz de la crisis que se desató en Venezuela luego de que el opositor desconociera la victoria del chavista Nicolás Maduro, quien se impuso por 1,49% de ventaja.

En la mañana, Capriles fue recibido por Santos en la Casa de Nariño, sede de la presidencia, en una visita privada al cabo de la cual ninguno de los dos dio declaraciones.

La presidencia colombiana publicó luego una foto del encuentro, que también fue difundida por Capriles.

El canciller venezolano Elías Jaua reaccionó a esa reunión diciendo que su país evaluará si sigue apoyando el proceso de paz que el gobierno de Santos emprendió desde el año pasado con la guerrilla comunista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se cumple mediante una mesa de diálogo en La Habana.

«Sin duda alguna que la situación que hoy se ha presentado nos obliga a nosotros a revisar la participación de Venezuela como facilitador en ese acuerdo de paz», indicó Jaua al canal oficial VTV al término de una reunión de ministros con el presidente Maduro.

Según el canciller, Maduro solicitó el regreso a Caracas del embajador Roy Chaderton, comisionado venezolano en los diálogos de paz, para «hacer una evaluación completa» de la situación.

Venezuela y Chile participan como países acompañantes en las conversaciones de paz, mientras Noruega y Cuba como naciones garantes.

Poco antes, el presidente del Congreso venezolano Diosdado Cabello dijo que el recibimiento de Capriles en Colombia ponía en peligro la relación de ambos países, que se normalizó en 2010 con la llegada de Santos al poder.

«El presidente Santos le está poniendo una bomba al tren de las buenas relaciones que tanto le pidió al presidente (Hugo) Chávez», que falleció el 5 de marzo de un cáncer, dijo Cabello a la prensa.

En su rueda de prensa en Bogotá, en la que estuvo acompañado por los presidentes del Congreso, Roy Barreras, y de la Cámara de Representantes, Augusto Posada, Capriles insistió en decir que «quienes hoy están al frente del gobierno (venezolano) se robaron las elecciones».

En tanto, Barreras defendió la visita del dirigente venezolano, al afirmar que los parlamentarios colombianos «tenemos dos razones gruesas para escuchar esta voz de Venezuela hoy: la primera, que ésta es una casa de la democracia».

«La segunda, y más importante, que hay más de cinco millones de colombianos para los que los destinos de Venezuela son importantes», añadió, al hacer referencia a quienes están residenciados en el vecino país o viven en zonas fronterizas.

El líder opositor venezolano se reunió también en privado con un grupo de parlamentarios colombianos para exponerles, además del asunto electoral, la situación «cada día más difícil» de los medios de comunicación en Venezuela y la «toma de las instituciones» por parte del oficialismo.

Esta visita a Colombia es la primera que realiza Capriles, actual gobernador del estado Miranda (centro), desde las elecciones del 14 de abril.

Capriles impugnó ante el Tribunal Supremo de Justicia de su país las elecciones de abril y está a la espera de un dictamen.

En este viaje, Capriles está acompañado por los diputados de oposición Julio Borges y Tomás Guanipa. El jueves tienen previsto reunirse con la comunidad venezolana residente en Bogotá y ofrecerán una conferencia de prensa.

Santos había recibido a Capriles, también en Bogotá, en mayo del año pasado, cuando éste se encontraba en campaña electoral para las presidenciales que ganó Chávez.

El líder opositor prepara viajes similares a otros países latinoamericanos, aunque no quiso adelantar cuáles serían para que no haya intentos de «bloquear sus visitas» por parte del gobierno venezolano, según dijo.

Después de las elecciones, dirigentes de la oposición venezolana han realizado viajes a varios países de América Latina y de Europa para denunciar supuestas irregularidades en esos comicios y acoso a los detractores del gobierno.

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