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Saturday 20 Apr 2024 | Actualizado a 05:20 AM

Rusia comienza el repliegue de sus fuerzas en Siria con retirada portaaviones

El propio Putin ha admitido que Siria se ha convertido en un perfecto polígono militar o teatro de maniobras para las Fuerzas Armadas rusas, ya que ha permitido probar armamento de nueva generación.

/ 6 de enero de 2017 / 16:03

Rusia inició este viernes el repliegue de parte de su contingente militar desplegado en Siria con la retirada de su único portaaviones, el «Almirante Kuznetsov», una semana después de la entrada en vigor del alto el fuego entre Damasco y la oposición.

«En línea con la decisión del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Vladímir Putin, el Ministerio de Defensa procede a reducir su contingente militar en Siria», anunció el general Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor ruso.

El escuadrón naval ruso encabezado por el «Almirante Kuznetsov» y que incluye también el crucero nuclear «Pedro el Grande», el más grande de su clase en el mundo, inició este viernes mismo la travesía de retorno a su base en el puerto de Severomorsk (mar de Bárents).

Putin ordenó el repliegue de una parte de las tropas rusas estacionadas en la zona al anunciar el pasado 29 de diciembre el acuerdo de alto el fuego entre el régimen de Bachar al Asad y la oposición armada siria.

No obstante, insistió en que el Kremlin «seguirá apoyando al legítimo gobierno sirio (de Bachar al Asad) en su lucha contra los terroristas» y mantendrá su presencia en el aeródromo de Latakia y la base naval de Tartus, cuya seguridad está garantizada con los baterías de misiles antiaéreos S-300 y S-400.

El jefe del Kremlin ya había ordenado el repliegue del grueso de las tropas rusas en marzo de 2016 tras la primera contraofensiva de las fuerzas leales a Al Asad contra las posiciones del Estado Islámico (EI).

«El apoyo brindado por las Fuerzas Aéreas rusas ha jugado un papel fundamental en las victorias que allanaron el camino para el acuerdo de cese de las hostilidades», dijo este viernes el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Siria, Ali Abdalá Ayub, en un mensaje de agradecimiento.

Además, agregó, la aviación rusa «creó las condiciones necesarias para el inicio de un proceso político de arreglo de la crisis en Siria».

Ayub transmitió el agradecimiento de Asad a los militares rusos y expresó el deseo del pueblo sirio de seguir estrechando la cooperación con Moscú, especialmente en el ámbito militar.

La liberación en diciembre de la segunda ciudad siria, Alepo, por parte de las fuerzas gubernamentales con ayuda de la aviación rusa y las milicias iraníes propició la decisión del Kremlin de reducir su contingente militar.

Al respecto, Guerasímov se mostró «convencido» de que la reconquista de Alepo servirá precisamente de fundamento para la solución pacífica del conflicto.

La llegada a la zona en octubre del vetusto «Almirante Kuznetsov», el buque insignia de la Armada rusa pero que nunca había visto combate en su cuarto de siglo de vida, causó en su momento un gran revuelo debido a la renuencia de los países de la OTAN, entre ellos España, a dejarle repostar en sus puertos.

Su escuadrilla de cazas MiG-29 y Su-33 participó activamente en los últimos dos meses en la campaña antiterrorista rusa al atacar las posiciones del EI y el Frente de Conquista del Levante (antiguo Al Nusra).

Los aviones del «Almirante Kuznetsov» destruyeron 1.252 objetivos terroristas, desde bases a arsenales y puestos de mando yihadista, muchos de ellos durante misiones nocturnas.

Además, la fragata «Almirante Grigórovich» martilleó las posiciones del EI con misiles de largo alcance Kalibr, los más utilizados por el Ejército ruso en Siria.

El propio Putin ha admitido que Siria se ha convertido en un perfecto polígono militar o teatro de maniobras para las Fuerzas Armadas rusas, ya que ha permitido probar armamento de nueva generación.

Según los expertos, la intervención militar rusa en Siria, donde Moscú ha perdido una veintena de militares en acto de servicio -entre ellos dos mujeres médicos-, ha sido todo un éxito y, además, ha disparado la popularidad de Putin con vistas a las elecciones presidenciales de 2018.

Rusia ha admitido en los últimos días la existencia de violaciones del alto el fuego que entró en vigor el pasado 30 de diciembre, pero ha destacado que éstas se han ido reduciendo gradualmente según aumentaba la confianza entre los bandos en conflicto.

«El proceso de reconciliación en Siria avanza sin interrupciones en consonancia con los acuerdos alcanzados», informaron los militares rusos, que recordaron que más de un millar de localidades sirias ha renunciado ya a la lucha armada.

La oposición armada siria denunció hace un par de días la violación de la tregua por parte de las fuerzas gubernamentales y las milicias iraníes, y se dirigió al Kremlin para que garantice su cumplimiento.

El régimen sirio y la oposición también firmaron una declaración en la que se comprometen a «iniciar negociaciones de paz para el arreglo» de la crisis, cuyo primer paso será la reunión a finales de este mes en Astaná, capital de Kazajistán. (06/01/2017)

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Luis Fonsi ‘emocionado’ con ‘Échame la culpa’ al reanudar su gira mundial

Fonsi no para. Dos días después de recoger cuatro Grammy Latino en Las Vegas por "Despacito" y lanzar su nuevo single, ya se encuentra en Moscú para debutar ante el público ruso, poner fin a la última fase de su gira e iniciar una nueva etapa en su carrera.

/ 19 de noviembre de 2017 / 19:06

Luis Fonsi se mostró este domingo «muy emocionado» con su nuevo sencillo «Échame la culpa», que ha recibido más de 30 millones de visitas en Youtube en apenas dos días, al reanudar en Moscú su gira mundial «Love & Dance World Tour».

«Estoy muy emocionado con la respuesta instantánea del público. En un día y medio ya había recibido 18 millones de visitas. Ya romper récords es importante, aunque no es todo, pero te da una respuesta inmediata del público», dijo en rueda de prensa.

Fonsi no para. Dos días después de recoger cuatro Grammy Latino en Las Vegas por «Despacito» y lanzar su nuevo single, ya se encuentra en Moscú para debutar ante el público ruso, poner fin a la última fase de su gira e iniciar una nueva etapa en su carrera.

«En Moscú empieza un nuevo capítulo, un precioso capítulo. Se abre una nueva puerta ante una audiencia que no me conoce. Espero que sea el inicio de muchas cosas buenas que están por venir», admitió.

El artista puertorriqueño actuará esta noche en el club «Stadium», que tiene capacidad para más de 8.000 espectadores, además de una gran sala de baile, y donde los precios van de 1.900 rublos (unos 35 dólares) a 20.000 (más de 300 dólares).

«Es un honor y una bendición estar en Rusia por primera vez. Yo solo quiero que el mundo baile con mi música. Espero que lo sigan haciendo con mis nuevas canciones», afirmó.

Espere

Precisamente, además de los temas que han marcado su carrera desde 1998 y «Despacito», interpretará por vez primera «Échame la culpa» que le permitió trabajar con la estadounidense de origen hispano Demi Lovato.

«Fue muy bonito trabajar con Demi y que ella quisiera cantar en español», señala.

Asegura que «Despacito» y «Échame la culpa» son «completamente diferentes», aunque tienen en común que el artista es el mismo y son «una fusión de pop urbano y música latina».

«Son dos colaboraciones completamente diferentes. ‘Échame la culpa’ es bilingüe, en español e inglés. Es un poco más latina y tiene un poco de influencia del ballenato. Es una canción más alegre y bailable que ‘Despacito’, que es más sensual», precisa.

Fonsi no se plantea repetir el éxito del «fenómeno» de «Despacito», ya que «no hay una sola receta para el éxito».

«Son muchos factores. No hay una única explicación. No hay una respuesta ideal. Una fantástica colaboración con Daddy Yankee (…), una canción que te hace bailar, una letra fácil de recordar», apuntó.

Al mismo tiempo, aseguró que no teme convertirse en un artista de un solo tema, ya que, recordó, «Despacito» no fue el primer éxito de su carrera -citó «Imagíname sin ti» o «No me doy por vencido»- y se mostró convencido de que no será el último.

«No estoy preocupado, sino excitado por empezar una nueva carrera en países preciosos como Rusia y otros en Europa del Este o Asia. Siempre es excitante actuar ante un auditorio por primera vez. Ver si se emocionan y conectan con el espectáculo», subrayó.

Negó que «unas audiencias sean mejores que otras» y explicó que simplemente en lugares como Puerto Rico, México, el resto de América Latina, España o EE.UU. le conocen mejor.

«Y la mejor forma de conocer a la gente no es visitando museos (…), sino conociendo a la gente, especialmente los que acudan al concierto», señaló.

Pese al largo viaje entre Las Vegas y Moscú, el cantante derrochó simpatía, no dudó en entonar varias estrofas de «Despacito», un tema que ha recibido más de 4.300 millones de visitas en Youtube y se fotografió con todo aquel que se lo solicitó.

«¡Spasiba mucho!», repetía un sonriente Fonsi, quien mencionó a Stevie Wonder, Michael Jackson o Juan Luis Guerra entre sus «muchos ídolos», además de su padre.

En particular, respondió a la pregunta de una periodista de 7 años, Vasilina, que le preguntó cómo puede convivir con un éxito tan grande.

«Al menos, mil de los 4.300 millones son míos. Me sé varias estrofas, aunque no entiendo español», señaló a Efe esta colaboradora de la revista de música infantil «Yo canto».

Fonsi consideró un «honor» las comparaciones con «fenómenos mundiales» en su momento como «Lambada» o «Macarena», y no las ve como rivales históricas, sino «feliz» de que sean «tres canciones en español» y de que «‘Despacito’ esté en ese grupo».

Tras la capital rusa, Fonsi actuará en Riga, Belgrado, Zagreb, París, la ciudad alemana de Oberhausen y cerrará la gira a principios de diciembre en Amsterdam. (19/11/2017)

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Luis Fonsi ‘emocionado’ con ‘Échame la culpa’ al reanudar su gira mundial

Fonsi no para. Dos días después de recoger cuatro Grammy Latino en Las Vegas por "Despacito" y lanzar su nuevo single, ya se encuentra en Moscú para debutar ante el público ruso, poner fin a la última fase de su gira e iniciar una nueva etapa en su carrera.

/ 19 de noviembre de 2017 / 19:06

Luis Fonsi se mostró este domingo «muy emocionado» con su nuevo sencillo «Échame la culpa», que ha recibido más de 30 millones de visitas en Youtube en apenas dos días, al reanudar en Moscú su gira mundial «Love & Dance World Tour».

«Estoy muy emocionado con la respuesta instantánea del público. En un día y medio ya había recibido 18 millones de visitas. Ya romper récords es importante, aunque no es todo, pero te da una respuesta inmediata del público», dijo en rueda de prensa.

Fonsi no para. Dos días después de recoger cuatro Grammy Latino en Las Vegas por «Despacito» y lanzar su nuevo single, ya se encuentra en Moscú para debutar ante el público ruso, poner fin a la última fase de su gira e iniciar una nueva etapa en su carrera.

«En Moscú empieza un nuevo capítulo, un precioso capítulo. Se abre una nueva puerta ante una audiencia que no me conoce. Espero que sea el inicio de muchas cosas buenas que están por venir», admitió.

El artista puertorriqueño actuará esta noche en el club «Stadium», que tiene capacidad para más de 8.000 espectadores, además de una gran sala de baile, y donde los precios van de 1.900 rublos (unos 35 dólares) a 20.000 (más de 300 dólares).

«Es un honor y una bendición estar en Rusia por primera vez. Yo solo quiero que el mundo baile con mi música. Espero que lo sigan haciendo con mis nuevas canciones», afirmó.

Espere

Precisamente, además de los temas que han marcado su carrera desde 1998 y «Despacito», interpretará por vez primera «Échame la culpa» que le permitió trabajar con la estadounidense de origen hispano Demi Lovato.

«Fue muy bonito trabajar con Demi y que ella quisiera cantar en español», señala.

Asegura que «Despacito» y «Échame la culpa» son «completamente diferentes», aunque tienen en común que el artista es el mismo y son «una fusión de pop urbano y música latina».

«Son dos colaboraciones completamente diferentes. ‘Échame la culpa’ es bilingüe, en español e inglés. Es un poco más latina y tiene un poco de influencia del ballenato. Es una canción más alegre y bailable que ‘Despacito’, que es más sensual», precisa.

Fonsi no se plantea repetir el éxito del «fenómeno» de «Despacito», ya que «no hay una sola receta para el éxito».

«Son muchos factores. No hay una única explicación. No hay una respuesta ideal. Una fantástica colaboración con Daddy Yankee (…), una canción que te hace bailar, una letra fácil de recordar», apuntó.

Al mismo tiempo, aseguró que no teme convertirse en un artista de un solo tema, ya que, recordó, «Despacito» no fue el primer éxito de su carrera -citó «Imagíname sin ti» o «No me doy por vencido»- y se mostró convencido de que no será el último.

«No estoy preocupado, sino excitado por empezar una nueva carrera en países preciosos como Rusia y otros en Europa del Este o Asia. Siempre es excitante actuar ante un auditorio por primera vez. Ver si se emocionan y conectan con el espectáculo», subrayó.

Negó que «unas audiencias sean mejores que otras» y explicó que simplemente en lugares como Puerto Rico, México, el resto de América Latina, España o EE.UU. le conocen mejor.

«Y la mejor forma de conocer a la gente no es visitando museos (…), sino conociendo a la gente, especialmente los que acudan al concierto», señaló.

Pese al largo viaje entre Las Vegas y Moscú, el cantante derrochó simpatía, no dudó en entonar varias estrofas de «Despacito», un tema que ha recibido más de 4.300 millones de visitas en Youtube y se fotografió con todo aquel que se lo solicitó.

«¡Spasiba mucho!», repetía un sonriente Fonsi, quien mencionó a Stevie Wonder, Michael Jackson o Juan Luis Guerra entre sus «muchos ídolos», además de su padre.

En particular, respondió a la pregunta de una periodista de 7 años, Vasilina, que le preguntó cómo puede convivir con un éxito tan grande.

«Al menos, mil de los 4.300 millones son míos. Me sé varias estrofas, aunque no entiendo español», señaló a Efe esta colaboradora de la revista de música infantil «Yo canto».

Fonsi consideró un «honor» las comparaciones con «fenómenos mundiales» en su momento como «Lambada» o «Macarena», y no las ve como rivales históricas, sino «feliz» de que sean «tres canciones en español» y de que «‘Despacito’ esté en ese grupo».

Tras la capital rusa, Fonsi actuará en Riga, Belgrado, Zagreb, París, la ciudad alemana de Oberhausen y cerrará la gira a principios de diciembre en Amsterdam. (19/11/2017)

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0-1. Alemania acaba con el sueño de Chile

los alemanes inscribieron por vez primera su nombre en este torneo, en el que Brasil había ganado las tres últimas ediciones y que, según los rumores, podría haber vivido sus últimos instantes.

/ 2 de julio de 2017 / 20:29

Alemania se proclamó este domingo campeona de la Copa Confederaciones al derrotar por la mínima a Chile (1-0) en un partido que se decidió en un fallo garrafal en defensa de La Roja, mediada la primera parte.

De esta forma, los alemanes inscribieron por vez primera su nombre en este torneo, en el que Brasil había ganado las tres últimas ediciones y que, según los rumores, podría haber vivido sus últimos instantes.

Fue un trabajo de ingeniería alemana, en el que los pupilos de Joachim Löw aprovecharon inteligentemente los fallos del rival y mantuvieron la calma en todo momento, muy al contrario que el equipo rival, que fue todo pasión y nervios.

Un fallo garrafal de Marcelo Díaz a los veinte minutos marcó el devenir de la final, ya que hasta entonces La Roja había desarbolado a la campeona mundial.

Alexis no tuvo su día, pero tampoco el resto de integrantes de la generación dorada del fútbol chileno, que no supieron reponerse del duro revés que supuso el gol encajado.

Los dos técnicos repitieron equipo en relación a las semifinales, con la excepción de Mustafi, el central del Arsenal, que volvió al once titular de Alemania.

  • La celebración del equipo alemán. Foto: AFP

Chile salió a atosigar a los alemanes desde el primer minuto con hasta cuatro jugadores presionando la salida del balón, lo que obligó a Ter Stegen a dar más de un pelotazo.

La primera ocasión llegó antes de los cinco minutos, en una buena combinación del equipo sudamericano que acabó con un disparo al borde del área pequeña de Arturo Vidal que el guardameta del Barcelona acertó a despejar con los pies.

En el primer cuarto de hora los alemanes apenas cruzaron el centro del campo, mientras Alexis y Vargas pusieron a prueba en otras dos ocasiones a Ter Stegen.

A los veinte minutos Alexis tuvo en sus botas el primer gol después de que el portero teutón no fuera capaz de atrapar un disparo desde fuera del área de Vidal, pero no llegó a golpear el balón, fallo que sería fatal.

Y es que un minuto después ocurrió un accidente que marcaría la final. Marcelo Díaz intentó burlar a un rival cuando era el último jugador y el balón se lo robó Werner, que ante la salida desesperada de Bravo se lo cedió a Stindl para que marcara a puerta vacía.(min.20)  Tras unos minutos grogui, Chile pareció haberse recuperado del golpe, pero fue un espejismo, ya que Goretzka quien pudo de nuevo marcar con un disparo envenenado desde la derecha.

El mismo jugador dio un pase de gol a Werner en un contraataque, pero este falló en el control, y Draxler puso los nervios de la marea roja en un puño con otro disparo que pasó rozando el poste izquierdo defendido por Bravo.

Estaba claro que los nervios se apoderaron de los futbolistas de La Roja, ya que Jara repitió el fallo de Díaz y le regaló el balón a los alemanes, pero por suerte para los chilenos Bravo tapó el disparo de Goretzka.

Tras la reanudación y el fallo de Díaz aún fresco en la memoria, los chilenos lo intentaron, pero ahora sí la «mannschaft» presionaba más arriba.

No habían pasado diez minutos y Pizzi dijo basta, reemplazó a Díaz y sacó a Leonardo Valencia como revulsivo, pero los chilenos comenzaron a frustrarse, a protestar al árbitro por cada jugada y a caer en el juego sucio.

Así, Jara dio un codazo absolutamente intencionado a Werner en una jugada en la que mereció una roja directa, pero el VAR le perdonó la vida y lo dejó en amarilla.

La primera parte había merecido el calificativo de gran partido, pero en los segundos 45 minutos el partido se fue al garete entre tanganas y tarascadas.

A falta de un veinte minutos los chilenos se recompusieron y comenzaron a atacar en mareas, expuestos al mortal contraataque alemán, y así pidieron penalti en una caída de Alexis, que más pareció un choque fortuito con el defensa alemán.

Ter Stegen, que había tenido poco trabajo tras el descanso, despejó a córner un disparo raso desde fuera del área de Aránguiz.

El recién salido Sagal tuvo en sus botas el empate tras una jugada en la que Puch, que había evitado milagrosamente que el balón saliera a córner ante el portero alemán, le dio al delantero un gol cantado pero éste disparó a las nubes.

Alexis también probó a Ter Stegen de libre directo en el descuento, pero el barcelonista despejó y garantizó el título para su equipo.

Entre los vítores de su gran afición, que no dejó de creer, los chilenos siguieron empujando, pero no estuvieron a la misma altura que en las anteriores dos finales, cuando La Roja derrotó a la Argentina de Messi en la Copa América. (02/07/2017)
07/02/20-01/17

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Opinión

‘Los defensores’, superhéroes rusos al estilo Marvel

Aunque le falta acción y humor, y le sobra corrección política y efectos especiales, como en el caso de las películas Marvel, "Los Defensores" también cuenta con una sorpresa tras los créditos que adelanta parte de la historia de la secuela.

/ 24 de febrero de 2017 / 19:50

Rusia ha decidido lanzar su propia saga cinematográfica inspirándose en Marvel, «Los defensores», en la que cuatro superhéroes creados genéticamente por científicos soviéticos salvan al mundo de su completa destrucción.

«¿Y si vuelve a pasar algo? Entonces, usted nos encontrará», dice uno de los protagonistas, Arsus, al final de la película estrenada esta semana.

Esa frase, que recuerda a la que pronuncia Fury (Samuel Jackson) al final de la primera entrega de los «The Avengers» (2012), es solo una de las muchas similitudes entre ambas superproducciones.

Entre otros muchos proyectos, Marvel lanzó en 1971 «The Defenders», que incluía a Hulk, al Doctor Strange, Namor y Silver Surfer, idea de la que se nutre la primera incursión rusa en el mundo de los superhéroes.

«Los defensores» («Zashítniki») es fiel al género, en lo que se refiere a la lucha del bien contra el mal y la existencia de una organización secreta que quiere controlar a la humanidad, que en este caso se llama Patriot.

Por suerte para todos nosotros, se interpondrán en su camino cuatro superhéores, que tienen cuentas pendientes con Patriot desde que esa organización les creara durante experimentos genéticos secretos en tiempos de la Guerra Fría.

Según explicó el director, Sarik Andreasián, esos personajes con superpoderes fueron creados con la vista puesta en los diferentes pueblos que integraban lo que era la antigua Unión Soviética.

«No copiamos a Hollywood. Hemos creado nuestra propia mitología basándonos en nuestro código histórico y cultural. En nuestro caso, se trata del pasado soviético de millones de personas», explica el director.

Por ejemplo, Arsus, que se transforma en un oso y es la fuerza bruta personificada, representa a Rusia; mientras Han, que es más rápido que el viento y un experto en el uso de la espada, procede de las estepas de Kazajistán.

El montañoso Cáucaso está presente con el armenio Lerik, el hombre tierra, que controla las piedras; y la región del mar Negro por la bella Ksenia, mujer invisible y capaz de convertirse en agua.

«¿Por qué hay Capitán América y no hay Capitán Armenia?», bromeó el director de cintas como «American Heist» con Adrien Brody y Hayden Christensen y «Terremoto» sobre el brutal seísmo que golpeó Armenia en 1988.

Los superhéroes están logrados pero poco desarrollados, ya que de Arsus solo se sabe que antaño fue un científico y que ahora vive en una cabaña en Siberia, mientras Lerik es un misántropo, cuyo hogar es un milenario templo cerca del monte Ararat.

Han está atormentado tras haber matado a su hermano; y Ksenia, que trabaja en el circo, ha perdido la memoria, pero al final recuerda haber tenido una relación sentimental con Arsus, como Hulk con Black Widow.

De lo mejor de la película es Elena Latina, una mezcla entre Fury y María Hill, que cumple muy bien su papel de obediente oficial, pero que tras ser traicionada por su superior evoluciona para convertirse en líder intelectual y apoyo moral del grupo.

El malo de la película es el profesor Avgust Kurátov, cuyo apellido recuerda a Maliuta Skurátov, uno de los principales comandantes de la Opríchina, la guardia pretoriana de Iván el Terrible.

Kurátov, que sufrió una mutación y adquirió enorme fuerza y longevidad, está ataviado con un exoesqueleto que le permita controlar las máquinas y la tecnología, desde camiones a ordenadores.

En una escena que recuerda al intento de Loki en «The Avenders» de destruir el mundo desde la cima del edificio de Tony Stark, Kurátov traslada la torre de televisión de Ostánkino (540 metros) hasta el corazón de los mayores rascacielos de Moscú para utilizarla como transmisor y así dominar todo el planeta.

Aunque le falta acción y humor, y le sobra corrección política y efectos especiales, como en el caso de las películas Marvel, «Los Defensores» también cuenta con una sorpresa tras los créditos que adelanta parte de la historia de la secuela.

Y es que, de cara al futuro, el director promete más superhéroes de otras zonas del espacio postsoviético, para lo que no les falta elección, aunque no sabemos si ingenio para cautivar al espectador y conseguir crear una exitosa franquicia.

«Creo que la película interesará tanto a los niños, que están familiarizados con el lenguaje de los superhéroes, como a los mayores, que recuerdan la historia de la URSS», subraya Andreasián.

No todos, ya que en los cines de Lituania, república que perteneció a la URSS durante medio siglo, ya han renunciado a proyectar «Los defensores».

«Aducen como motivo que el contenido de la película muestra el enorme potencial militar de Rusia y su agresivo armamento», señala el comunicado de la productora Enjoy Movies. (24/02/2017)

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La inteligencia artificial está a la vuelta de la esquina, según científico

La inteligencia emocional y, en menor medida, la narrativa son los objetivos clave para Samsonovich, quien considera que las emociones humanas pueden ser plasmadas en ecuaciones matemáticas.

/ 6 de diciembre de 2016 / 19:29

La inteligencia artificial es el futuro de la humanidad y es una opción más segura que la ingeniería genética, aseguró a Efe Alexéi Samsonovich, científico estadounidense de origen soviético que se propone crear un robot virtual que sea el mejor amigo del hombre.

«Ocurrirá tarde o temprano. Ya hemos realizado experimentos y los resultados son halagüeños. El futuro pertenece a las máquinas. Pero, ¿seremos capaces de crear una máquina que se comporte como un ser humano? ¿Heredarán las máquinas nuestros valores, nuestro espíritu, nuestros recuerdos, cultura etc?», se pregunta.

El profesor de la Universidad George Mason (Virginia) ha sido reclutado por la Universidad Nacional de Investigación Nuclear (MEPhI, siglas en inglés) de Rusia para crear un software, «el actor virtual», capaz de interactuar con el hombre y, en un futuro, llegar a comprender las emociones humanas.

«Estamos hablando del futuro. Si queremos controlarlo, debemos ponernos manos a la obra. De lo contrario, llegaremos tarde. Los robots deben ser una extensión de los seres humanos», insiste.

Samsonovich y su equipo se proponen crear en el plazo de uno o dos años un robot que será capaz de desempeñar diferentes papeles y, en un futuro, dispondrá de inteligencia narrativa y emocional.

«Para ello debemos crear lo que yo llamo un actor cognitivo, creíble e inteligente (BICA por sus siglas en inglés). Este es el punto crítico del gran salto adelante que llevamos tanto tiempo esperando en inteligencia artificial», asegura.

El científico, nacido en Kiev y que emigró a EEUU en 1991, meses antes de la caída de la URSS, recuerda que un teléfono inteligente ya cumple las funciones que antes realizaba «una cámara de fotos, una calculadora, una linterna, una agenda o una grabadora».

«Ahora, pensemos que la misma transición es posible a nivel de software», insiste y recuerda que las capacidades del ordenador son «infinitas», a diferencia de las capacidades biológicas del cerebro humano que son «limitadas».

Así que, en vez de muchos programas de ordenador, agrega, «tendremos un agente que será tu asistente personal, tu alumno o tu profesor».

«Le harás preguntas o le encargarás una tarea y lo hará por ti de manera correcta y, además, aprenderá de ti como si fuera un estudiante. No sólo debe ser amigable, sino que debe ser como un niño que pregunta o busca las respuestas en internet», resalta.

Ese «actor virtual» interpretará varios papeles, ya que «tendrá en su memoria varios personajes y escogerá el que mejor se adapte a la situación».

«La realidad es que no puedes relacionarte con el cuerpo del robot, pero sí con su carácter, que no es lo mismo», matiza.

El «primer paso» para ese robot inteligente será un juego de ordenador «en el que uno de los personajes debe ser salvado por otro», lo que permitirá al hombre y al actor virtual entablar una relación emocional.

«Yo lo que quiero es alcanzar una situación en la que los jugadores salven al actor virtual sin saber quién es, simplemente por su comportamiento y la confianza que les despierta. Eso requerirá cierto nivel de inteligencia, debe comportarse como un hombre y ser apreciado por otros», destaca.

Si el jugador «es incapaz de distinguir al robot del ser humano en el mundo virtual, entonces habremos conseguido recrear la inteligencia artificial», aunque a un nivel limitado.

«El aspecto de la máquina es secundario. Puede tener cualquier forma. No tiene por qué ser humanoide, aunque hacer un robot con forma humana es fácil. Lo difícil es que se comporte como un hombre», insiste.

La inteligencia emocional y, en menor medida, la narrativa son los objetivos clave para Samsonovich, quien considera que las emociones humanas pueden ser plasmadas en ecuaciones matemáticas.

«Puede ser que eso no sea tan difícil como parece. Creo que la misma revolución que ocurrió con Newton puede repetirse ahora. Se habla mucho de comprender emociones, pero muy poco de procesar emociones», apunta.

Pero asegura que «lo primero que debe cambiar es cómo el ser humano ve a los ordenadores, que nunca dejarán de ser máquinas, si no cambiamos nuestra percepción».

«En cuanto las computadoras demuestren la capacidad de sentir emociones humanas y forjen relaciones con las personas, la gente cambiará de actitud y comenzará a verlas como colegas e incluso como nuevos miembros de la sociedad», apunta.

Niega que los robots puedan representar una amenaza para la humanidad y cree que el peligro proviene «exclusivamente» del hombre.

En cuanto a la falta de creatividad, de sentimientos o la ausencia de alma, responde que si alguien es capaz de definirlo o medirlo con exactitud, un científico diseñará un algoritmo que permitirá al ordenador disponer de esas facultades.

«Como dijo John von Neumann (célebre matemático húngaro): dígame exactamente qué es lo que no sabe hacer el ordenador y desarrollaré un ordenador que lo haga», señala irónico. (06/12/2016)

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