El grupo opositor Suqur al Sham (Halcones del Levante) denunció este lunes el incumplimiento de la tregua por parte de las autoridades sirias y sus aliados en el valle del río Barada, que nutre de agua a Damasco y está cerca de la frontera con el Líbano.
El portavoz de esa facción, Maamún Hach Musa, aseguró a Efe por teléfono que los rebeldes han respetado el alto el fuego, iniciado el pasado 30 de diciembre en todo el país, pero que el ejército y las milicias aliadas, como Hizbulá, lo han incumplido en esa área.
«El régimen ha querido aprovechar el alto el fuego para progresar sobre el terreno y ha continuado los bombardeos, no ha habido ningún cambio tras el comienzo de la tregua», indicó.
Musa detalló que en el valle del Barada hay trece localidades, de las que diez están en poder de los insurgentes y tres, en manos de las fuerzas gubernamentales.
La fuente apuntó que ha habido intentos de negociación para pacificar la zona, pero que no han llegado a celebrarse.
En ese sentido, reveló que un grupo de vecinos del valle se trasladó este domingo a un puesto de control en poder de las autoridades y sus aliados con una propuesta, «pero los rusos la rechazaron».
Musa agregó que «tres delegaciones rusas intentaron entrar en el manantial de Ain al Fiya, e insistieron en que milicias armadas acompañaran a los equipos de mantenimiento que iban a reparar las instalaciones», pero que los rebeldes lo rechazaron.
Desde finales de diciembre, el suministro de agua está interrumpido en la capital debido a la violencia en el valle del Barada, de lo que las autoridades y los insurgentes se acusan mutuamente.
La ofensiva gubernamental contra esa región comenzó hace 21 días y ha continuado pese al cese de las hostilidades que entró en vigor el pasado día 30, auspiciado por Rusia, aliada del Gobierno, y Turquía, valedora de la oposición. (09/01/2017)