Bachelet pide ingreso de Chile al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y aumentar en 3% su presupuesto
La presidenta aprovechó la oportunidad para promover la candidatura del país austral para el periodo 2018-2021 a este organismo de la ONU con sede en Ginebra del que ya formó parte entre 2011 y 2014.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pidió hoy en Ginebra el ingreso de su país en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para el periodo 2018-2021, al tiempo que demandó aumentar en un 3 % el presupuesto en este ámbito.
«Es indispensable que busquemos entre todos la manera de aumentar el 3 % del presupuesto regular que la Organización de Naciones Unidas destina en la actualidad a la agenda de derechos humanos», dijo la jefa de Estado.
«Necesitamos más multilateralismo, más cooperación, más diálogo, más consenso y más acción», enfatizó la mandataria al intervenir en una sesión extraordinaria, ante la presencia de representantes de Estados miembros y no miembros, observadores y organizaciones de la sociedad civil.
Bachelet aprovechó la oportunidad para promover la candidatura del país austral para el periodo 2018-2021 a este organismo de la ONU con sede en Ginebra del que ya formó parte entre 2011 y 2014.
«Chile es un país abierto al mundo y un decidido promotor de los derechos de las personas, y promoviendo estos principios postulamos a reintegrar este Consejo en el periodo 2018-2021», anunció la presidenta.
«Pido a todos los países presentes, miembros y observadores, que nos otorguen su voto de confianza», añadió.
Las palabras de Bachelet fueron precedidas de un mensaje del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, quien le expresó a la presidenta de Chile su preocupación por la situación en la región de la Araucanía, donde vive la mayor parte de la etnia originaria mapuche.
«Un reconocimiento adecuado y un diálogo significativo son esenciales, sobre todo en la región de la Araucanía, donde mi oficina está preocupada por los informes sobre el uso excesivo de la fuerza y otros abusos contra miembros de grupos indígenas», dijo Al Hussein.
En un mensaje de vídeo difundido durante la sesión extraordinaria, el diplomático reconoció, sin embargo, «las iniciativas y el trabajo de apoyo del Gobierno chileno en muchas cuestiones de derechos humanos».
Por su parte, Bachelet subrayó que el compromiso de Chile con los derechos humanos «adquiere hoy nuevas dimensiones en el cambiante contexto global».
«Mis comentarios -dijo- reflejan las experiencias de mi propio país, al resistir a la dictadura, reconstruir las instituciones de una sociedad fracturada, y procurar una nación que da iguales oportunidades de acceso a la justicia para todos».
«Nos queda un largo camino por recorrer y enfrentamos los crecientes desafíos», admitió la mandataria, quien aseguró que Chile se hace cargo «de la pesada herencia de brutales violaciones a los derechos humanos».
Al defender la candidatura de su país, Bachelet enfatizó que Chile se ha comprometido a liderar la Iniciativa contra la Tortura, que agrupa a Estados de todos los continentes con el objetivo de prevenir este crimen.
E hizo repaso de las iniciativas puestas en marcha por su Gobierno en la materia, como la promulgación de la modificación del Código Penal que tipifica el delito de tortura, considerando sus tres dimensiones, física, sicológica y violencia sexual.
Y también el proyecto de ley que crea el Mecanismo Nacional de Prevención contra la Tortura, así como la elaboración de un nuevo reglamento penitenciario y del Plan Nacional Cuadrienal de Derechos Humanos.
Respecto a la situación mundial, Bachelet advirtió de que «persisten las violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional en muchas regiones del mundo, e importantes retrocesos en áreas críticas como la igualdad y no discriminación por razones de nacionalidad, religión, sexo, raza o etnia».
Tras expresar su preocupación por «los discursos xenófobos que proliferan en Europa y en el mundo», la mandataria chilena recordó que esta amenaza «ha provocado en el pasado conflictos bélicos de gran alcance».
«Se percibe también un aumento de la incertidumbre frente a las reglas estables que la comunidad internacional ha venido construyendo desde 1945, así como una creciente y peligrosa crispación de la tensión mundial», alertó.
En respuesta a ello, expresó su «apoyo al multilateralismo y al sistema internacional de promoción y protección de los derechos humanos».
Y refiriéndose al malestar de los ciudadanos por las promesas incumplidas de bienestar y a la exigencia de nuevos espacios de participación, la jefa de Estado reconoció que existe «una creciente fractura y desconfianza en los gobiernos nacionales».
«Ningún país está libre de la corrupción (…), debemos estar atentos y reaccionar a tiempo para combatir esta enfermedad», agregó Michelle Bachelet, consciente de que «existe una creciente desconfianza en las instituciones multilaterales».
«Es la hora de la acción», enfatizó la presidenta de Chile, quien recalcó que «la única respuesta posible es colectiva, coordinada y cooperativa».
(29/03/2017)