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Friday 19 Apr 2024 | Actualizado a 12:37 PM

Valdez, la excelencia periodística víctima de la criminalidad en México

Cuando la violencia se disparó a raíz de la militarización de la guerra contra las drogas, Valdez fundó junto a dos colegas la revista Ríodoce, donde escribía la columna Malayerba.

/ 16 de mayo de 2017 / 00:41

Con casi 30 años de periodismo a sus espaldas, Javier Valdez, muerto a balazos este lunes, se dedicó a cubrir e investigar temas relacionados con el narcotráfico en Sinaloa, bastión del cártel del poderoso y sangunario capo Joaquín «El Chapo» Guzmán.

«Ser periodista es como formar parte de una lista negra. Ellos van a decidir, aunque tú tengas blindaje y escoltas, el día en que te van a matar», comentó este periodista colaborador de la AFP en una de las presentaciones de su último libro, «Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia».

Cuando la violencia se disparó a raíz de la militarización de la guerra contra las drogas, Valdez fundó junto a dos colegas la revista Ríodoce, donde escribía la columna Malayerba.

Su publicación se abrió espacio en una región donde la autocensura por amenazas obstaculiza la libertad de expresión y logró establecerse como una referencia para explicar lo que ocurría.

«Lo cuestioné varias veces sobre si tenía miedo, me decía que sí, que era un ser humano. Le decía entonces que por qué arriesgaba su vida y el respondía: ‘Es algo que me gusta, que alguien tiene que hacer, hay que luchar para cambiar las cosas'», comentó a la AFP vía telefónica Rafael Valdez, hermano de Javier.

Nacido hace 50 años en Culiacán, la capital de Sinaloa, Valdez se ganó el reconocimiento como maestro de periodistas en su región gracias a sus coberturas y a su extensa lista de libros.

Entre ellos destacan «Miss Narco», que cuenta cómo sobreviven las mujeres en la cultura del narcotráfico, y «Los Huérfanos del Narco», con desgarradores testimonios de niños que vieron morir a sus padres.

Escritor nocturno y de carácter fuerte, tenía un alto sentido del compromiso con el periodismo, al que consideraba ante todo «una labor social».

«Está cabrón y cada vez se pone peor, pero alguien tiene que hacer la chamba (el trabajo)», comentaba hace poco en una conversación sobre la cotidianidad periodística. Tampoco dejaba pasar la menor oportunidad para reírse.

Con su familia hablaba poco de sus investigaciones. «Era muy reservado en cuestión de su trabajo, nunca comentaba nada para no inmiscuir a nadie», añadió Rafael.

Reconocimiento

En octubre de 2011, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) le otorgó el Premio Internacional de la Libertad de Prensa «por su valiente cobertura del narco y ponerle nombre y rostro a las víctimas».

Ese mismo año también recibió junto a sus compañeros de Ríodoce el María Moors Cabot, que concede la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia (EEUU).

«Mientras mejor haces periodismo y más te apasionas, te quedas más solo. Algún contacto tuyo, alguien que veía con simpatía tu trabajo, luego se verá perjudicado por un texto y se retira», aseguró Valdez en una entrevista con el diario La Jornada, medio para el cual también trabajaba, cuando presentó su último libro. 

Padre de familia, Valdez, de rostro ancho y sonriente, solía usar un sombrero Panamá.

Valdez se caracterizó por mantener siempre el buen humor, a pesar de estar sometido a coberturas de gran presión, y brindó permanentemente colaboración a sus colegas, recordaron sus compañeros este lunes.

Es el quinto periodista asesinado en 2017 en México, país considerado por la organización Reporteros sin fronteras como el tercero más letal del mundo, después de Siria y Afganistán. (15/05/2017)

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Mujeres gritan su indignación en palacio presidencial de México tras brutal feminicidio

Casi un centenar de ellas denunciaron a gritos la violencia contra las mujeres y realizaron pintas en el frontis del Palacio Nacional, mientras que la activista Frida Guerrera confrontó al mandatario izquierdista con esta problemática.

/ 14 de febrero de 2020 / 19:13

Colectivos de feministas en México llevaron este viernes un furioso reclamo a las puertas del palacio presidencial y hasta al propio mandatario, Andrés Manuel López Obrador, impulsadas por la indignación que provocó esta semana el atroz feminicidio de una joven en la capital mexicana.

Casi un centenar de ellas denunciaron a gritos la violencia contra las mujeres y realizaron pintas en el frontis del Palacio Nacional, mientras que la activista Frida Guerrera confrontó al mandatario izquierdista con esta problemática.

"Usted habla mucho de corrupción. El tema del feminicidio y las desapariciones está repleto de corrupción", reclamó Guerrera a López Obrador durante su habitual conferencia matinal.

"No estoy evadiendo mi responsabilidad. Todos los días atiendo el problema y no estoy preocupado, estoy ocupado", respondió incómodo López Obrador.

El veterano líder afirmó que su gobierno garantiza que habrá "castigo para los responsables" de ejercer violencia contra las mujeres.

"Me pronuncio en favor de las mujeres y en contra de la violencia (…) Estoy totalmente en contra del machismo, que no quede duda", dijo López Obrador.

México registró 1.006 víctimas de feminicidio en 2019, según cifras oficiales, aunque el número podría ser mayor pues existen deficiencias para tipificar el delito, según expertos.

Mujeres con vestimenta oscura y el rostro cubierto, pintaron frases como "íMéxico feminicida!" en las paredes de la residencia oficial mientras demandaban que el mandatario se pronuncie sobre los asesinatos de mujeres.

La presidencia difundió horas más tarde un "decálogo" que López Obrador lanzó durante su conferencia donde expresa estar contra la violencia "en cualquiera de sus manifestaciones", contra el machismo y las agresiones a mujeres.

La protesta frente al palacio presidencial es la primera de varias convocadas este viernes en la capital mexicana y otras ciudades del país tras el atroz asesinato de Ingrid Escamilla, de 25 años, muerta a puñaladas y luego desollada por su pareja en el norte de Ciudad de México.

Disculpa pública

Una comitiva de unas 10 activistas ingresó a Palacio Nacional y se reunió con el equipo de comunicación de Presidencia. Allí exigieron que López Obrador "ofrezca una disculpa pública" por preferir hablar de otros temas como el avión presidencial en vez de los feminicidios.

"Seguiré manifestándome con tubos y palos si es necesario", dijo a la AFP una socióloga de 32 años que prefirió omitir su nombre "por miedo a represalias".

Posteriormente, una veintena de mujeres, también de negro y encapuchadas, marcharon por calles del centro hasta la "Anti Monumenta", una escultura en memoria de las víctimas de violencia de género situada frente al céntrico Palacio de Bellas Artes, mientras gritaban "íQue tiemblen los machistas!".

Diversas agencias de Naciones Unidas en México condenaron "enérgicamente" este viernes el crimen de Escamilla y el de otras mujeres y niñas asesinadas diariamente en México "por razones de género".

Recordaron también que existe un marco jurídico internacional que obliga al Estado mexicano a eliminar la discriminación de género en medios de comunicación, luego de que imágenes del cuerpo destrozado de Escamilla fueran filtradas a la prensa y publicadas por algunos diarios y en redes sociales.

"íPrensa vendida!", gritaban repetidamente afuera de la residencia presidencial. "Filtran las fotos porque les valemos madre (no les importamos)", acotó otra manifestante con voz furiosa, en imágenes difundidas por medios locales.

El gobierno capitalino dijo que investiga a los especialistas forenses y policías que atendieron el caso, sospechosos de filtrar las imágenes, mientras que el gobierno federal hará lo propio con los medios que las publicaron. (14/02/2020)

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Valdez, la excelencia periodística víctima de la criminalidad en México

Cuando la violencia se disparó a raíz de la militarización de la guerra contra las drogas, Valdez fundó junto a dos colegas la revista Ríodoce, donde escribía la columna Malayerba.

/ 16 de mayo de 2017 / 00:41

Con casi 30 años de periodismo a sus espaldas, Javier Valdez, muerto a balazos este lunes, se dedicó a cubrir e investigar temas relacionados con el narcotráfico en Sinaloa, bastión del cártel del poderoso y sangunario capo Joaquín «El Chapo» Guzmán.

«Ser periodista es como formar parte de una lista negra. Ellos van a decidir, aunque tú tengas blindaje y escoltas, el día en que te van a matar», comentó este periodista colaborador de la AFP en una de las presentaciones de su último libro, «Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia».

Cuando la violencia se disparó a raíz de la militarización de la guerra contra las drogas, Valdez fundó junto a dos colegas la revista Ríodoce, donde escribía la columna Malayerba.

Su publicación se abrió espacio en una región donde la autocensura por amenazas obstaculiza la libertad de expresión y logró establecerse como una referencia para explicar lo que ocurría.

«Lo cuestioné varias veces sobre si tenía miedo, me decía que sí, que era un ser humano. Le decía entonces que por qué arriesgaba su vida y el respondía: ‘Es algo que me gusta, que alguien tiene que hacer, hay que luchar para cambiar las cosas'», comentó a la AFP vía telefónica Rafael Valdez, hermano de Javier.

Nacido hace 50 años en Culiacán, la capital de Sinaloa, Valdez se ganó el reconocimiento como maestro de periodistas en su región gracias a sus coberturas y a su extensa lista de libros.

Entre ellos destacan «Miss Narco», que cuenta cómo sobreviven las mujeres en la cultura del narcotráfico, y «Los Huérfanos del Narco», con desgarradores testimonios de niños que vieron morir a sus padres.

Escritor nocturno y de carácter fuerte, tenía un alto sentido del compromiso con el periodismo, al que consideraba ante todo «una labor social».

«Está cabrón y cada vez se pone peor, pero alguien tiene que hacer la chamba (el trabajo)», comentaba hace poco en una conversación sobre la cotidianidad periodística. Tampoco dejaba pasar la menor oportunidad para reírse.

Con su familia hablaba poco de sus investigaciones. «Era muy reservado en cuestión de su trabajo, nunca comentaba nada para no inmiscuir a nadie», añadió Rafael.

Reconocimiento

En octubre de 2011, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) le otorgó el Premio Internacional de la Libertad de Prensa «por su valiente cobertura del narco y ponerle nombre y rostro a las víctimas».

Ese mismo año también recibió junto a sus compañeros de Ríodoce el María Moors Cabot, que concede la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia (EEUU).

«Mientras mejor haces periodismo y más te apasionas, te quedas más solo. Algún contacto tuyo, alguien que veía con simpatía tu trabajo, luego se verá perjudicado por un texto y se retira», aseguró Valdez en una entrevista con el diario La Jornada, medio para el cual también trabajaba, cuando presentó su último libro. 

Padre de familia, Valdez, de rostro ancho y sonriente, solía usar un sombrero Panamá.

Valdez se caracterizó por mantener siempre el buen humor, a pesar de estar sometido a coberturas de gran presión, y brindó permanentemente colaboración a sus colegas, recordaron sus compañeros este lunes.

Es el quinto periodista asesinado en 2017 en México, país considerado por la organización Reporteros sin fronteras como el tercero más letal del mundo, después de Siria y Afganistán. (15/05/2017)

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Juez concede extradición del capo mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán a EEUU

Andrés Granados, uno de los abogados de "El Chapo" dijo este jueves a la AFP que tendrán 10 días hábiles a partir del próximo martes para pedir que un tribunal colegiado revise la determinación del juez de distrito y al mismo tiempo recurrirá al máximo tribunal.

/ 20 de octubre de 2016 / 21:28

El gobierno mexicano se acercó este jueves más a uno de sus máximos objetivos: extraditar a más tardar en febrero a Estados Unidos al poderoso capo Joaquín «El Chapo» Guzmán, después de que un juez rechazó las apelaciones de su defensa.

El Juzgado Décimo Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México notificó a la fiscalía que los recursos jurídicos interpuestos por la defensa del líder del cártel de Sinaloa para evitar la extradición fueron rechazados, indicó esa institución en un comunicado.

«El órgano jurisdiccional resolvió negar la protección» de la extradición al poderoso capo, destacó la fiscalía federal.

Después de que la cancillería mexicana avalara en mayo la solicitud de extradición hecha por el gobierno de Estados Unidos, los abogados de Guzmán interpusieron dos recursos de amparo, y el 26 de septiembre, un juez inició un periodo de análisis.

Su defensa ha dicho que tiene instrucciones del capo de pelear «hasta lo último» para evitar ser enjuiciado en territorio estadounidense, incluso pedir a la Suprema Corte de Justicia su intervención.

Andrés Granados, uno de los abogados de «El Chapo» dijo este jueves a la AFP que tendrán 10 días hábiles a partir del próximo martes para pedir que un tribunal colegiado revise la determinación del juez de distrito y al mismo tiempo recurrirá al máximo tribunal.

«Perdidos no estamos», dijo Granados, subrayando que Guzmán podría llevar su caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Fugas novelescas

Guzmán es requerido por tribunales de Texas y California por cargos que incluyen homicidio y narcotráfico.

La semana pasada el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, dijo que el gobierno mexicano espera que sea extraditado en enero o febrero.

Guzmán se fugó por primera vez en 2001 de una prisión mexicana y fue recapturado en 2014, pero al año siguiente se escapó del penal del Altiplano (centro) a través de un kilométrico túnel adaptado con rieles para una motocicleta, algo que representó un duro golpe para el presidente mexicano Enrique Peña Nieto.

Tras su recaptura en enero pasado en su estado natal de Sinaloa (noroeste), fue encarcelado de nueva cuenta en el Altiplano hasta mayo, cuando por «protocolo de seguridad» el capo fue trasladado a una cárcel de Ciudad Juárez, Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos.

Otro de sus abogados, José Refugio Rodríguez, dijo a la AFP en días pasados que Guzmán, quien llegó a ser considerado como el delincuente más buscado del mundo, ha sufrido un importante deterioro en su salud durante los últimos meses.

«Está muy mal, está aislado. Ha perdido mucho cabello por tanto medicamento. Vive en constante estrés físico», aseguró Rodríguez después de la última vez que vio al capo en Ciudad Juárez.

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