Banda introdujo en Brasil más de mil fusiles desde Miami para el crimen organizado
La denuncia surgió de investigaciones relacionadas con el decomiso el pasado 1º de junio de 60 fusiles (de tipo AK 47, G3 y AR 10), con 60 cargadores y 140 municiones en el terminal de cargas del aeropuerto internacional del Galeao.
Un total de 16 personas fueron acusadas en Brasil por la introducción entre 2014 y 2017 de más de mil fusiles procedentes de Miami (EEUU) y destinados a «bandas criminales» de Rio de Janeiro, informó el miércoles el Ministerio Público Federal (MPF).
La denuncia surgió de investigaciones relacionadas con el decomiso el pasado 1º de junio de 60 fusiles (de tipo AK 47, G3 y AR 10), con 60 cargadores y 140 municiones en el terminal de cargas del aeropuerto internacional del Galeao. Venían escamoteados en contenedores con calefactores de piscina.
Cuatro personas fueron detenidas en ese operativo.
«Se estima que, durante tres años, los denunciados introdujeron en territorio brasileño unas 297.000 municiones y cerca de 1.043 fusiles con sus cargadores», precisó el MPF en un comunicado.
«Las armas se adquirían a valores de 2.500 a 3.500 dólares y se vendían por 37.500 a 53.000 reales [11.200 a 17.000 dólares al cambio actual]», prosigue.
«Las investigaciones revelaron la existencia de una organización criminal» dirigida por un ciudadano de doble nacionalidad brasileño-estadounidense, por su esposa y por un hijo de la pareja.
«Compraban armamento en Miami, lo enviaban a Brasil escondido en calentadores de piscina y en bombas de agua y lo distribuían a miembros de facciones criminales que actúan en Rio de Janeiro», señala.
Las fuerzas de seguridad de Río han fracasado en cortar el flujo de ingreso de potentes armas automáticas utilizadas por las bandas de narcotraficantes y las sombrías milicias que controlan muchas de las favelas de la ciudad.
Pandilleros, policías y personas inocentes son cotidianamente víctimas de tiros en Río, donde el crimen se ha disparado desde el final de los Juegos Olímpicos del 2016.
El viernes pasado, el gobierno federal envío 8.500 soldados para tratar de frenar esa oleada de inseguridad. las tropas harán sobre todo labores de inteligencia y operaciones puntuales.
Los analistas señalan la penetración en varias favelas del denominado Primer Comando de la Capital (PCC); una banda basada tradicionalmente en Sao Paulo, en detrimento del Comando Vermelho. Los dos grupos, o sus aliados, protagonizaron este año sangrientos ajustes de cuentas en varias prisiones del país por el control de las rutas del tráfico de drogas. (02/08/2017)