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Wednesday 24 Apr 2024 | Actualizado a 04:15 AM

Abejas pueden reducir impacto de cambio climático en el café de Latinoamérica

Algunas plantas dependen completamente de la ayuda de los animales para polinizarse, principalmente de insectos que asisten en el proceso, mientras que otras especies pueden autopolinizarse.

/ 24 de septiembre de 2017 / 14:41

Las abejas, mediante la polinización, pueden ayudar a reducir el impacto del cambio climático en la producción de café en Latinoamérica, explicó en una entrevista con Efe una investigadora del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE).

La experta de la Unidad de Modelado Ecosistémico e Hidrológico del CATIE, Emily Fung, afirmó que las abejas ayudan a aumentar entre un 20 % y un 25 % la producción de café y mejoran la calidad del grano, por lo que es necesario fomentar la protección de esta especie.

«El cambio climático va afectar la distribución tanto del café como de las abejas y por ende el servicio de polinización. Las áreas de producción de café se van a reducir, mientras que las abejas van a poder mantener la productividad del grano», indicó Fung.

El CATIE y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) publicaron este mes el informe «Acoplamiento de los servicios de polinización y adecuación del café bajo el cambio climático», en el cual estudiaron por primera vez en Latinoamérica la relación que existe entre el café, las abejas y el cambio climático.

La actividad más importante que realizan las abejas es la polinización. Algunas plantas dependen completamente de la ayuda de los animales para polinizarse, principalmente de insectos que asisten en el proceso, mientras que otras especies pueden autopolinizarse.

Según la investigadora, existen estrategias de adaptación que el productor puede poner en práctica para mejorar su producción de café y la polinización de las abejas, entre ellas, tener el hábitat idóneo para esta especie con una diversidad alta de plantas nativas y los recursos necesarios para su refugio, alimentación y anidación.

«En la medida de lo posible el café debe estar cerca de franjas de bosque que permitan mejorar su productividad. Además, mantener paisajes agrícolas heterogéneos, aumentar la diversidad de plantas en los márgenes de las fincas y cercas vivas permitirá que más abejas se acerquen», dijo Fung.

El tipo de café arábica, es beneficiado con entre un 20 % y un 25 % de aumento de la productividad gracias a las abejas, mientras que el tipo robusta es un café que necesita de la polinización.

Según el estudio, el aumento en la temperatura y el cambio de los patrones de precipitación a causa del cambio climático pueden reducir la idoneidad de las tierras en donde se cultiva café en América Latina hasta en un 88 % para el 2050, mientras que también habría una disminución en la riqueza de abejas de un 65 %.

«Se va a reducir la idoneidad de las tierras en donde se cultiva café en América Latina y a pesar de que ese van a reducir las especies de abejas, van a haber sitios idóneos, que serán más bien en zonas más montañosas donde podrían ir las abejas y en donde también se podría cultivar café», expresó la costarricense.

La investigación prevé ligeros aumentos en la aptitud del café en partes de México, Guatemala, Colombia y Costa Rica, principalmente en áreas montañosas, donde se espera que las temperaturas beneficien la producción del café y existan poblaciones de abejas más robustas.

El desarrollo de este estudio, que se llevó a cabo durante el 2015 y 2016, contó con el apoyo financiero de Conservación Internacional (CI) y la colaboración de investigadores de diferentes instituciones del mundo.

Para los expertos, estos resultados ponen de relieve la necesidad de estrategias de manejo receptivas adaptadas a la polinización de las abejas, la idoneidad del café y los posibles efectos asociados.

Según la Organización Internacional del Café (OIC), alrededor de 25 millones de hogares y 125 millones de personas, en su mayoría pequeños agricultores, viven de la producción de café en los países en desarrollo de África, Asia y América Latina. (24/09/2017)

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Abejas pueden reducir impacto de cambio climático en el café de Latinoamérica

Algunas plantas dependen completamente de la ayuda de los animales para polinizarse, principalmente de insectos que asisten en el proceso, mientras que otras especies pueden autopolinizarse.

/ 24 de septiembre de 2017 / 14:41

Las abejas, mediante la polinización, pueden ayudar a reducir el impacto del cambio climático en la producción de café en Latinoamérica, explicó en una entrevista con Efe una investigadora del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE).

La experta de la Unidad de Modelado Ecosistémico e Hidrológico del CATIE, Emily Fung, afirmó que las abejas ayudan a aumentar entre un 20 % y un 25 % la producción de café y mejoran la calidad del grano, por lo que es necesario fomentar la protección de esta especie.

«El cambio climático va afectar la distribución tanto del café como de las abejas y por ende el servicio de polinización. Las áreas de producción de café se van a reducir, mientras que las abejas van a poder mantener la productividad del grano», indicó Fung.

El CATIE y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) publicaron este mes el informe «Acoplamiento de los servicios de polinización y adecuación del café bajo el cambio climático», en el cual estudiaron por primera vez en Latinoamérica la relación que existe entre el café, las abejas y el cambio climático.

La actividad más importante que realizan las abejas es la polinización. Algunas plantas dependen completamente de la ayuda de los animales para polinizarse, principalmente de insectos que asisten en el proceso, mientras que otras especies pueden autopolinizarse.

Según la investigadora, existen estrategias de adaptación que el productor puede poner en práctica para mejorar su producción de café y la polinización de las abejas, entre ellas, tener el hábitat idóneo para esta especie con una diversidad alta de plantas nativas y los recursos necesarios para su refugio, alimentación y anidación.

«En la medida de lo posible el café debe estar cerca de franjas de bosque que permitan mejorar su productividad. Además, mantener paisajes agrícolas heterogéneos, aumentar la diversidad de plantas en los márgenes de las fincas y cercas vivas permitirá que más abejas se acerquen», dijo Fung.

El tipo de café arábica, es beneficiado con entre un 20 % y un 25 % de aumento de la productividad gracias a las abejas, mientras que el tipo robusta es un café que necesita de la polinización.

Según el estudio, el aumento en la temperatura y el cambio de los patrones de precipitación a causa del cambio climático pueden reducir la idoneidad de las tierras en donde se cultiva café en América Latina hasta en un 88 % para el 2050, mientras que también habría una disminución en la riqueza de abejas de un 65 %.

«Se va a reducir la idoneidad de las tierras en donde se cultiva café en América Latina y a pesar de que ese van a reducir las especies de abejas, van a haber sitios idóneos, que serán más bien en zonas más montañosas donde podrían ir las abejas y en donde también se podría cultivar café», expresó la costarricense.

La investigación prevé ligeros aumentos en la aptitud del café en partes de México, Guatemala, Colombia y Costa Rica, principalmente en áreas montañosas, donde se espera que las temperaturas beneficien la producción del café y existan poblaciones de abejas más robustas.

El desarrollo de este estudio, que se llevó a cabo durante el 2015 y 2016, contó con el apoyo financiero de Conservación Internacional (CI) y la colaboración de investigadores de diferentes instituciones del mundo.

Para los expertos, estos resultados ponen de relieve la necesidad de estrategias de manejo receptivas adaptadas a la polinización de las abejas, la idoneidad del café y los posibles efectos asociados.

Según la Organización Internacional del Café (OIC), alrededor de 25 millones de hogares y 125 millones de personas, en su mayoría pequeños agricultores, viven de la producción de café en los países en desarrollo de África, Asia y América Latina. (24/09/2017)

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Katy Perry hizo vibrar a Costa Rica en último concierto del «Prismatic Tour»

La parte de la velada acústica estuvo a cargo de las canciones "By the Grace of God", "The One That Got Away", tras una pausa sacó la bandera de Costa Rica y se la colocó en su cintura

/ 19 de octubre de 2015 / 15:44

La cantante estadounidense Katy Perry hizo vibrar con su espectáculo a unos 16.000 aficionados en Costa Rica que asistieron al concierto que forma parte de su gira internacional «Prismatic World Tour» que inició en mayo del 2014 y que hoy hizo su última parada.

Un despliegue de fuegos artificiales, música, luces y extravagantes trajes cautivaron a un público que desde el primer minuto quedó enamorado de su presentación.

Los gritos fueron la tónica durante las 1 hora y 45 minutos que duró el concierto, además, el público nunca dejó de corear sus famosas canciones.

La artista inició la noche en el Parque Viva, ubicado en la provincia de Alajuela (centro) con uno de sus más grandes éxitos como es: «Roar», del álbum «Prism»  Tras las primeras letras de la canción, el escenario se transformó en un espacio de guerreros y personajes romanos envueltos en neón, mientras que ella se presentó con un traje plateado.

«Roar», que en julio pasado alcanzó los 1.000 millones de visualizaciones, resaltó, una vez más la fuerza y el empoderamiento que debe destacar a las mujeres.

«Roar» es parte de su cuarto álbum de estudio «Prism».

Tras apagarse las luces, Perry junto con sus bailarines lucieron unos trajes de neón con los que iniciaron su segunda puesta en escena «Part of Me», que tornó al público en un destello de emociones. Seguidamente interpretó «Wide Awake».

Tras un cambio en la temática surge del escenario una Katy Perry sobre un caballo dorado para cantar «Dark Horse», fiel a su estilo y caracterizada por un despliegue fantástico de vestuario y escenografía, el Parque Viva fue testigo de cómo se fue transformando poco a poco en un imperio egipcio.

Posteriormente, la artista ha seguido con dos éxitos como fueron «E.T.» y «Legendary Lovers».

Tras un nuevo cambio en vestuario la cantante continuó con la pieza que la hizo saltar al estrellato como fue «I Kissed A Girl», con bailarinas disfrazadas de momias con grandes pechos y traseros.

Durante su actuación, Perry se bajó de la pasarela para interactuar con el público por un corto momento.

Como parte del entretenimiento unos gatos abordaron la pista y minutos después la artista salió disfrazada de una gata rosada para cantar «Hot in cold», continuó con «International smile» que contiene elementos de «Vogue» de la reina del pop Madonna.

 Tras gritar «¡Pura vida!», una frase característica en Costa Rica para saludar, Perry saltó vestida con un traje blanco y se dedicó a subir a algunos costarricenses al escenario, uno vestido de galleta, otros de tiburón y unos niños.

«Mi nombre es Katy Perry», saludó al público y continuó hablando en inglés.

La interacción con los miles de asistentes fue ensordecedora, los gritos del público cada vez que la estadounidense señalaba un lugar para indicar a una persona a que subiera el escenario o tomarse una popular «selfie», los volvía locos.

La parte de la velada acústica estuvo a cargo de las canciones «By the Grace of God», «The One That Got Away», tras una pausa sacó la bandera de Costa Rica y se la colocó en su cintura.

Un poco nostálgica la estadounidense le contó a sus seguidores que le tomó un año y medio llegar hasta este país centroamericano de 4,7 millones de habitantes para cerrar su gira internacional «The Prismatic World Tour».

Después de que se desplegaran unas mariposas la cantante prosiguió con «Unconditionally», que permitió que el público sacara sus móviles y acompañaran el sonido con la luz, como si fueran encendedores.

Cambiando el ambiente a una música más popular unos bailarinas salieron con su clásico neón mientras Perry cambiaba nuevamente su atuendo para salir con una peluca verde que contrastaba con su vestido rosado fosforescente e interpretar «Walking on Air» seguido de «This Is How We Do» con una fusión de «Last Friday Night (T.G.I.F.)».

La artista también brindó una dosis a sus fanáticos de lo que fue «Teenage Dream» y «California Gurls».

Tal y como realizó en sus anteriores conciertos la audiencia se coloca unos lentes especiales de arco iris y estrellas para magnificar los efectos visuales de la actuación.

Perry entró con un vestido con diseño de fuegos artificiales para empezar a cantar «Firework» y para cerrar con broche de oro decenas de fuegos artificiales explotan para finalizar el espectáculo.

La estadounidense llegó a Costa Rica el pasado viernes proveniente de Panamá y se tomó unos días libres para descansar en la provincia de Guanacaste (Pacífico norte) zona caracterizada por su paradisiacas playas y la naturaleza.

Desde el lanzamiento en octubre de 2013 de «Prism», Perry fue número 1 de iTunes en 97 países y el álbum vendió más de 6 millones de copias en siete meses en todo el mundo.

«The Prismatic World Tour» es la tercera gira musical de la cantante Katy Perry, realizada para promocionar su cuarto álbum de estudio Prism, de 2013.

Como parte de sus conciertos se ha presentado en Irlanda del Norte, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Canadá, Australia, Francia, Polonia, Suiza, Alemania, Bélgica, Italia, República Checa, China, Japón, Filipinas, entre muchos otros.

Además desde finales del pasado mes de septiembre comenzó su gira por Latinoamérica, con ello, ofreció espectáculos por primera vez en países como Perú, Brasil, Argentina, Puerto Rico, Chile, Colombia, Puerto Rico y Panamá para finalizar en Costa Rica.

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/ 19 de octubre de 2015 / 15:44

La cantante estadounidense Katy Perry hizo vibrar con su espectáculo a unos 16.000 aficionados en Costa Rica que asistieron al concierto que forma parte de su gira internacional «Prismatic World Tour» que inició en mayo del 2014 y que hoy hizo su última parada.

Un despliegue de fuegos artificiales, música, luces y extravagantes trajes cautivaron a un público que desde el primer minuto quedó enamorado de su presentación.

Los gritos fueron la tónica durante las 1 hora y 45 minutos que duró el concierto, además, el público nunca dejó de corear sus famosas canciones.

La artista inició la noche en el Parque Viva, ubicado en la provincia de Alajuela (centro) con uno de sus más grandes éxitos como es: «Roar», del álbum «Prism»  Tras las primeras letras de la canción, el escenario se transformó en un espacio de guerreros y personajes romanos envueltos en neón, mientras que ella se presentó con un traje plateado.

«Roar», que en julio pasado alcanzó los 1.000 millones de visualizaciones, resaltó, una vez más la fuerza y el empoderamiento que debe destacar a las mujeres.

«Roar» es parte de su cuarto álbum de estudio «Prism».

Tras apagarse las luces, Perry junto con sus bailarines lucieron unos trajes de neón con los que iniciaron su segunda puesta en escena «Part of Me», que tornó al público en un destello de emociones. Seguidamente interpretó «Wide Awake».

Tras un cambio en la temática surge del escenario una Katy Perry sobre un caballo dorado para cantar «Dark Horse», fiel a su estilo y caracterizada por un despliegue fantástico de vestuario y escenografía, el Parque Viva fue testigo de cómo se fue transformando poco a poco en un imperio egipcio.

Posteriormente, la artista ha seguido con dos éxitos como fueron «E.T.» y «Legendary Lovers».

Tras un nuevo cambio en vestuario la cantante continuó con la pieza que la hizo saltar al estrellato como fue «I Kissed A Girl», con bailarinas disfrazadas de momias con grandes pechos y traseros.

Durante su actuación, Perry se bajó de la pasarela para interactuar con el público por un corto momento.

Como parte del entretenimiento unos gatos abordaron la pista y minutos después la artista salió disfrazada de una gata rosada para cantar «Hot in cold», continuó con «International smile» que contiene elementos de «Vogue» de la reina del pop Madonna.

 Tras gritar «¡Pura vida!», una frase característica en Costa Rica para saludar, Perry saltó vestida con un traje blanco y se dedicó a subir a algunos costarricenses al escenario, uno vestido de galleta, otros de tiburón y unos niños.

«Mi nombre es Katy Perry», saludó al público y continuó hablando en inglés.

La interacción con los miles de asistentes fue ensordecedora, los gritos del público cada vez que la estadounidense señalaba un lugar para indicar a una persona a que subiera el escenario o tomarse una popular «selfie», los volvía locos.

La parte de la velada acústica estuvo a cargo de las canciones «By the Grace of God», «The One That Got Away», tras una pausa sacó la bandera de Costa Rica y se la colocó en su cintura.

Un poco nostálgica la estadounidense le contó a sus seguidores que le tomó un año y medio llegar hasta este país centroamericano de 4,7 millones de habitantes para cerrar su gira internacional «The Prismatic World Tour».

Después de que se desplegaran unas mariposas la cantante prosiguió con «Unconditionally», que permitió que el público sacara sus móviles y acompañaran el sonido con la luz, como si fueran encendedores.

Cambiando el ambiente a una música más popular unos bailarinas salieron con su clásico neón mientras Perry cambiaba nuevamente su atuendo para salir con una peluca verde que contrastaba con su vestido rosado fosforescente e interpretar «Walking on Air» seguido de «This Is How We Do» con una fusión de «Last Friday Night (T.G.I.F.)».

La artista también brindó una dosis a sus fanáticos de lo que fue «Teenage Dream» y «California Gurls».

Tal y como realizó en sus anteriores conciertos la audiencia se coloca unos lentes especiales de arco iris y estrellas para magnificar los efectos visuales de la actuación.

Perry entró con un vestido con diseño de fuegos artificiales para empezar a cantar «Firework» y para cerrar con broche de oro decenas de fuegos artificiales explotan para finalizar el espectáculo.

La estadounidense llegó a Costa Rica el pasado viernes proveniente de Panamá y se tomó unos días libres para descansar en la provincia de Guanacaste (Pacífico norte) zona caracterizada por su paradisiacas playas y la naturaleza.

Desde el lanzamiento en octubre de 2013 de «Prism», Perry fue número 1 de iTunes en 97 países y el álbum vendió más de 6 millones de copias en siete meses en todo el mundo.

«The Prismatic World Tour» es la tercera gira musical de la cantante Katy Perry, realizada para promocionar su cuarto álbum de estudio Prism, de 2013.

Como parte de sus conciertos se ha presentado en Irlanda del Norte, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Inglaterra, Escocia, Canadá, Australia, Francia, Polonia, Suiza, Alemania, Bélgica, Italia, República Checa, China, Japón, Filipinas, entre muchos otros.

Además desde finales del pasado mes de septiembre comenzó su gira por Latinoamérica, con ello, ofreció espectáculos por primera vez en países como Perú, Brasil, Argentina, Puerto Rico, Chile, Colombia, Puerto Rico y Panamá para finalizar en Costa Rica.

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