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Tuesday 16 Apr 2024 | Actualizado a 16:45 PM

Felipe VI cumple 50 años de edad y reina entre desafíos políticos

Felipe de Borbón accedió al trono español en junio de 2014 en sustitución de su padre, Juan Carlos I, que reinó desde finales de 1975, tras una dictadura de cuatro décadas y cuyo reinado daba señales de agotamiento en los últimos años.

/ 28 de enero de 2018 / 19:03

Felipe VI se dispone a cumplir 50 años de edad mientras ejerce desde 2014 un reinado en España en el que ha tenido que afrontar serios episodios de crisis política, entre los que figura el actual desafío independentista catalán.

Felipe de Borbón accedió al trono español en junio de 2014 en sustitución de su padre, Juan Carlos I, que reinó desde finales de 1975, tras una dictadura de cuatro décadas y cuyo reinado daba señales de agotamiento en los últimos años.

Nacido en 1968, después de sus dos hermanas, las infantas Elena y Cristina, Felipe es rey porque la Constitución mantiene la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión al trono, aunque crecen las voces que abogan por cambiar esa norma y adecuaeso de preparación intenso.

Así, combinó sus estudios universitarios en España, complementados con un máster en Washington, y una formación militar exhaustiva en las tres armas del Ejército, a la que se sumó un conocimiento directo de las más diversas instituciones públicas españolas y europeas.

La renuncia de su padre en 2014 dio paso a la etapa de Felipe VI, que en su primer discurso como rey ofreció a los españoles «una Monarquía renovada para un tiempo nuevollevó a retirar a su hermana el título de Duquesa de Palma que le había concedido su padre, lo que ha suscitado un distanciamiento en la familia.

El reinado de Felipe de Borbón, aunque todavía breve, ha coincidido con algunos momentos de crisis política en España, en especial el período de los diez primeros meses de 2016, con un Gobierno sin competencias plenas por la falta de acuerdo de los partidos y el desafío independentista de la región de Cataluña, todavía vigente.

El monarca tuvo que conversar varias veces con los líderes de las fuerzas parlamentarias sin salirse del papel moderador que le atribuye la Constitución.

En cuanto al contencioso catalán, existe una opinión mayoritaria entre los analistas de que ha sido para él lo mismo que el intento de golpe de Estado de 1981 para su padre, cuando tuvo que salir en televisión, lo mismo que entonces tuvo que hacer Juan Carlos I para subrayar y garantizar la pervivencia del sistema democrático ante los militares sublevados.

El mensaje televisado sin precedentes con el que Felipe VI se dirigió a los españoles dos días después del referéndum secesionista ilegal en Cataluña del 1 de octubre culminó uno de los momentos más delicados de estos primeros años.

Ese día, con un tono enérgico y gestos que no se le habían visto antes, el rey advirtió de que ante la situación «de extrema gravedad» en Cataluña, los «legítimos poderes del Estado» deben asegurar «el orden constitucional», la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno de Cataluña.

Además, acusó a los promotores del secesionismo catalán de «deslealtad inadmisible».

En 2004 Felipe de Borbón se casó con Letizia Ortiz, una antigua periodista sin sangre azul, con la que tiene dos hijas, Leonor (2005), que es la princesa de Asturias y heredera del trono, y Sofía (2007).

Estos días la Casa Real ha difundido imágenes del rey con su esposa y sus hijas en diferentes situaciones privadas – un almuerzo, acudiendo los cuatro al colegio de las niñas y en las bambalinas de la grabación del discurso de Navidad – para acercar a la familia a los españoles. (28/01/2018)

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Felipe de Borbón accedió al trono español en junio de 2014 en sustitución de su padre, Juan Carlos I, que reinó desde finales de 1975, tras una dictadura de cuatro décadas y cuyo reinado daba señales de agotamiento en los últimos años.

/ 28 de enero de 2018 / 19:03

Felipe VI se dispone a cumplir 50 años de edad mientras ejerce desde 2014 un reinado en España en el que ha tenido que afrontar serios episodios de crisis política, entre los que figura el actual desafío independentista catalán.

Felipe de Borbón accedió al trono español en junio de 2014 en sustitución de su padre, Juan Carlos I, que reinó desde finales de 1975, tras una dictadura de cuatro décadas y cuyo reinado daba señales de agotamiento en los últimos años.

Nacido en 1968, después de sus dos hermanas, las infantas Elena y Cristina, Felipe es rey porque la Constitución mantiene la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión al trono, aunque crecen las voces que abogan por cambiar esa norma y adecuaeso de preparación intenso.

Así, combinó sus estudios universitarios en España, complementados con un máster en Washington, y una formación militar exhaustiva en las tres armas del Ejército, a la que se sumó un conocimiento directo de las más diversas instituciones públicas españolas y europeas.

La renuncia de su padre en 2014 dio paso a la etapa de Felipe VI, que en su primer discurso como rey ofreció a los españoles «una Monarquía renovada para un tiempo nuevollevó a retirar a su hermana el título de Duquesa de Palma que le había concedido su padre, lo que ha suscitado un distanciamiento en la familia.

El reinado de Felipe de Borbón, aunque todavía breve, ha coincidido con algunos momentos de crisis política en España, en especial el período de los diez primeros meses de 2016, con un Gobierno sin competencias plenas por la falta de acuerdo de los partidos y el desafío independentista de la región de Cataluña, todavía vigente.

El monarca tuvo que conversar varias veces con los líderes de las fuerzas parlamentarias sin salirse del papel moderador que le atribuye la Constitución.

En cuanto al contencioso catalán, existe una opinión mayoritaria entre los analistas de que ha sido para él lo mismo que el intento de golpe de Estado de 1981 para su padre, cuando tuvo que salir en televisión, lo mismo que entonces tuvo que hacer Juan Carlos I para subrayar y garantizar la pervivencia del sistema democrático ante los militares sublevados.

El mensaje televisado sin precedentes con el que Felipe VI se dirigió a los españoles dos días después del referéndum secesionista ilegal en Cataluña del 1 de octubre culminó uno de los momentos más delicados de estos primeros años.

Ese día, con un tono enérgico y gestos que no se le habían visto antes, el rey advirtió de que ante la situación «de extrema gravedad» en Cataluña, los «legítimos poderes del Estado» deben asegurar «el orden constitucional», la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno de Cataluña.

Además, acusó a los promotores del secesionismo catalán de «deslealtad inadmisible».

En 2004 Felipe de Borbón se casó con Letizia Ortiz, una antigua periodista sin sangre azul, con la que tiene dos hijas, Leonor (2005), que es la princesa de Asturias y heredera del trono, y Sofía (2007).

Estos días la Casa Real ha difundido imágenes del rey con su esposa y sus hijas en diferentes situaciones privadas – un almuerzo, acudiendo los cuatro al colegio de las niñas y en las bambalinas de la grabación del discurso de Navidad – para acercar a la familia a los españoles. (28/01/2018)

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La militancia devuelve a Pedro Sánchez el liderazgo de socialistas españoles

Se trata de una relativa sorpresa, porque Pedro Sánchez había sido dado por muerto, políticamente, después de renunciar al cargo en octubre pasado tras quedar en minoría en una reunión de la dirección del PSOE que debatía su posición en la gobernabilidad de España.

/ 22 de mayo de 2017 / 01:07

Pedro Sánchez fue elegido hoy nuevo secretario general de los socialistas españoles (PSOE) gracias al respaldo de la militancia, que le permite volver a un puesto que ya desempeñó entre julio de 2014 y octubre de 2016.

Se trata de una relativa sorpresa, porque Sánchez había sido dado por muerto, políticamente, después de renunciar al cargo en octubre pasado tras quedar en minoría en una reunión de la dirección del PSOE que debatía su posición en la gobernabilidad de España.

No sólo dimitió de la secretaría general, sino que dejó su escaño de diputado a finales de octubre para no verse obligado a favorecer la reelección como presidente del Gobierno del conservador Mariano Rajoy (PP).

El papel del PSOE -primer partido de la oposición- en la gobernabilidad de España deparó un fuerte debate en el partido y fue al final el detonante de la dimisión de Sánchez, que durante semanas hizo famoso el lema «no es no», para expresar su rechazo al Gobierno del PP.

La decisión final de los socialistas fue abstenerse y permitir así la continuidad de Rajoy en el Gobierno, y sobre el malestar que esa medida generó en los militantes Sánchez ha construido su campaña para volver al liderazgo del PSOE.

Para ello ha seguido dos ejes que le han valido el éxito: recordar las medidas impopulares que Rajoy ha adoptado en estos meses de gestión y que disgustan a la militancia de izquierdas, y presentarse como candidato de las bases.

Este segundo argumento no es baladí en el PSOE, un partido creado a finales del siglo XIX y cuya militancia ha deparado varios episodios de rebeldía frente al aparato.

Y es que Susana Díaz, presidenta de la región de Andalucía y líder socialista en ese territorio, ha tenido el apoyo expreso de numerosos dirigentes regionales del PSOE y de grandes líderes nacionales como los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.

El antiguo «no es no» ha mutado en «sí es sí», el lema de la campaña de Sánchez, de 45 años, que fue un discreto concejal en el Ayuntamiento de Madrid y luego diputado nacional antes de dar el salto en 2014 a liderar el PSOE.

Entonces sí contó con apoyo de parte del aparato, incluido el de la propia Susana Díaz.

Más del 50 % de los militantes del PSOE que votaron hoy -de un electorado cifrado en 187.949- eligieron a Sánchez como nuevo líder, frente al 40 % que apoyó a Díaz y el diez de López.

En su primera intervención tras la victoria, Sánchez se dirigió a los millones de votantes progresistas españoles para decirles que trabajará con el objetivo de «acabar con la corrupción del PP y con los recortes que traen desigualdad social».

«A partir de mañana tendremos un PSOE unido y el objetivo es La Moncloa» (sede del Gobierno español), proclamó Sánchez.

Corresponde ahora al nuevo líder la tarea de intentar unir al PSOE y convertirlo de nuevo en alternativa de gobierno, una tarea difícil porque lleva años de declive y con el propio Sánchez como candidato ha cosechado los peores resultados del partido en las elecciones legislativas de diciembre de 2015 y junio de 2016.

Su primera tarea será configurar una Ejecutiva de integración con los sectores de sus hoy rivales y que deberá ser aprobada en el Congreso Federal del 17 y 18 de junio.

Por lo pronto, tras su derrota, López y Díaz salieron ante la prensa para ponerse a disposición del partido y trabajar junto al nuevo líder.

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/ 22 de mayo de 2017 / 01:07

Pedro Sánchez fue elegido hoy nuevo secretario general de los socialistas españoles (PSOE) gracias al respaldo de la militancia, que le permite volver a un puesto que ya desempeñó entre julio de 2014 y octubre de 2016.

Se trata de una relativa sorpresa, porque Sánchez había sido dado por muerto, políticamente, después de renunciar al cargo en octubre pasado tras quedar en minoría en una reunión de la dirección del PSOE que debatía su posición en la gobernabilidad de España.

No sólo dimitió de la secretaría general, sino que dejó su escaño de diputado a finales de octubre para no verse obligado a favorecer la reelección como presidente del Gobierno del conservador Mariano Rajoy (PP).

El papel del PSOE -primer partido de la oposición- en la gobernabilidad de España deparó un fuerte debate en el partido y fue al final el detonante de la dimisión de Sánchez, que durante semanas hizo famoso el lema «no es no», para expresar su rechazo al Gobierno del PP.

La decisión final de los socialistas fue abstenerse y permitir así la continuidad de Rajoy en el Gobierno, y sobre el malestar que esa medida generó en los militantes Sánchez ha construido su campaña para volver al liderazgo del PSOE.

Para ello ha seguido dos ejes que le han valido el éxito: recordar las medidas impopulares que Rajoy ha adoptado en estos meses de gestión y que disgustan a la militancia de izquierdas, y presentarse como candidato de las bases.

Este segundo argumento no es baladí en el PSOE, un partido creado a finales del siglo XIX y cuya militancia ha deparado varios episodios de rebeldía frente al aparato.

Y es que Susana Díaz, presidenta de la región de Andalucía y líder socialista en ese territorio, ha tenido el apoyo expreso de numerosos dirigentes regionales del PSOE y de grandes líderes nacionales como los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.

El antiguo «no es no» ha mutado en «sí es sí», el lema de la campaña de Sánchez, de 45 años, que fue un discreto concejal en el Ayuntamiento de Madrid y luego diputado nacional antes de dar el salto en 2014 a liderar el PSOE.

Entonces sí contó con apoyo de parte del aparato, incluido el de la propia Susana Díaz.

Más del 50 % de los militantes del PSOE que votaron hoy -de un electorado cifrado en 187.949- eligieron a Sánchez como nuevo líder, frente al 40 % que apoyó a Díaz y el diez de López.

En su primera intervención tras la victoria, Sánchez se dirigió a los millones de votantes progresistas españoles para decirles que trabajará con el objetivo de «acabar con la corrupción del PP y con los recortes que traen desigualdad social».

«A partir de mañana tendremos un PSOE unido y el objetivo es La Moncloa» (sede del Gobierno español), proclamó Sánchez.

Corresponde ahora al nuevo líder la tarea de intentar unir al PSOE y convertirlo de nuevo en alternativa de gobierno, una tarea difícil porque lleva años de declive y con el propio Sánchez como candidato ha cosechado los peores resultados del partido en las elecciones legislativas de diciembre de 2015 y junio de 2016.

Su primera tarea será configurar una Ejecutiva de integración con los sectores de sus hoy rivales y que deberá ser aprobada en el Congreso Federal del 17 y 18 de junio.

Por lo pronto, tras su derrota, López y Díaz salieron ante la prensa para ponerse a disposición del partido y trabajar junto al nuevo líder.

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