Empresarios y gobiernos lideran inédito debate sobre corrupción en América
Los empresarios reunidos en Lima también reclamaron reducir la burocracia, mejorar la infraestructura, la integración de cadenas de valor y medidas para afrontar los retos que presenta la tecnología al mundo de las empresas y al mercado laboral.
La III Cumbre Empresarial de las Américas concluyó hoy en Lima tras dos días de inéditos debates públicos entre hombres de negocios y jefes de Estado sobre un tema normalmente incómodo para estos actores, el de la corrupción, un mal que en los últimos años ha atravesado como una daga a esta región.
El espinoso asunto, que usualmente se esconde como polvo debajo del tapete, se ha convertido en la capital peruana en un tema transversal de los plenarios de la cita empresarial que ha convocado a unos 800 líderes de negocios del hemisferio en la capital peruana.
«En esta cumbre estamos por una razón muy simple: sin transparencia contra la corrupción, ni hay inversiones ni hay desarrollo», aseveró hoy en rueda de prensa Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), organizador del encuentro empresarial junto al Gobierno peruano.
Moreno destacó que la región está en una «coyuntura única», con una «visión compartida» por gobiernos y empresarios de que éste es un tema central en el que se debe avanzar si realmente se quieren atraer los niveles de inversión necesarios para erradicar la pobreza.
Los jefes de Estado que participaron de la reunión tampoco esquivaron el tema, aunque con diversos matices, entre quienes destacaron la supuesta transparencia de su gestión, los que hicieron un llamado a la conciencia de los empresarios a desterrar prácticas no éticas y los que hablaron con mayor franqueza de una lacra que ha afectado a muchos de los países del hemisferio.
«Cuando tenemos aún tantas necesidades por atender, no se comprende cómo porcentajes importantes de los recursos se pierden estas prácticas por todos rechazadas», dijo hoy ante los empresarios
Martín Vizcarra, quien asumió el Gobierno de Perú hace pocas semanas luego de que el presidente Pedro Pablo Kuczynski salpicado por sospechas de corrupción y prácticas políticas irregulares.
«Hemos llegado a una situación límite. Esto tiene que cambiar y hay que asumir responsabilidades de verdad. Ya no es suficiente un compromiso que se firma en un papel. Tenemos que pasar de la retórica a acciones concretas», añadió Vizcarra, quien será anfitrión desde hoy de la VIII Cumbre de las Américas, donde los jefes de Estado también abordarán el problema de la corrupción.
En este marco, el Diálogo Empresarial de las Américas, un mecanismo impulsado por el BID y por el cual los empresarios continúan con sus conversaciones más allá de las cumbres empresariales, propusieron a los mandatarios que adopten políticas para que el sector privado establezca códigos de conducta corporativos.
Asimismo, recomiendan a los gobierno la adopción de mejores y más transparentes esquemas de regulación para el desarrollo de economías más competitivas.
Los empresarios reunidos en Lima también reclamaron reducir la burocracia, mejorar la infraestructura, la integración de cadenas de valor y medidas para afrontar los retos que presenta la tecnología al mundo de las empresas y al mercado laboral.
Otro tema destacado en el diálogo fue el del avance de las mujeres en la Empresa y cómo fomentarlo a través de mayor financiación, capacitación y otras medidas para fortalecer su liderazgo emprendedor.
Muchas fueron las iniciativas sobre la mesa y los líderes de negocios que llamaron al real «empoderamiento» económico de la mujer, pero quien más llamó la atención en este punto fue Ivanka Trump, hija y asesora del presidente estadounidense, Donald Trump.
Convertida casi en la ponente «estrella» de la cita empresarial, Ivanka, con un pasado exitoso en los negocios, abogó por dotar a las mujeres de mayores herramientas para su real acceso a recursos y oportunidades laborales.
Y fue más allá, porque para ella «empoderar» a las mujeres no es solo «inteligencia corporativa» que reporta mayores ganancias a las empresas sino una cuestión de «seguridad nacional».
«Las mujeres están a la vanguardia en la educación de sus hijos y la protección para que sus hijos no se radicalicen. Las mujeres buscan alimentar a sus hijos, brindarles educación y darles oportunidades. Eso beneficia en general a toda la seguridad geopolítica», aseveró.