OEA abre la vía a la suspensión de Venezuela del organismo
La OEA condenó además la violencia que sacude a Nicaragua desde hace casi dos meses y que deja más de un centenar de muertos, pero sin responsabilizar al gobierno de Daniel Ortega por la represión a manifestantes.
La asamblea de la OEA, el principal foro político del continente, aprobó el martes una resolución promovida por Estados Unidos que abre la vía a una eventual suspensión de Venezuela del organismo por quiebre del orden democrático.
La iniciativa, adoptada por 19 votos a favor, cuatro en contra y 11 abstenciones, declara ilegítima la reelección de Nicolás Maduro y llama a aplicar los mecanismos de la Carta Democrática Interamericana por «alteración del orden constitucional», un proceso que podría derivar en la suspensión de Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, duro crítico de Maduro, celebró la votación como «un paso clave en la lucha por la democracia».
El texto, criticado por Caracas como un «acto injerencista» en el marco de una «campaña criminal» del gobierno de Donald Trump, fue presentado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, México y Perú, con el copatrocinio de Costa Rica, Guatemala y Paraguay.
La resolución superó la mayoría simple necesaria del total de miembros de la OEA, que oficialmente son 35 aunque activos hay 34 porque Cuba no participa. Además de Venezuela, que se pronunció «rotundamente en contra», se opusieron Bolivia, San Vicente y las Granadinas y Dominica.
La mayoría de los países caribeños, tradicionales aliados de Caracas, que les vende su petróleo en condiciones muy favorables, se abstuvieron, así como Ecuador, Nicaragua, El Salvador y Uruguay.
24 votos
La aprobación de esta resolución, que además de facilitar el «restablecimiento del orden democrático» busca atender la crisis humanitaria en Venezuela, puede llevar a la suspensión del país de la OEA, pero no de manera inmediata.
Para suspender a un Estado miembro de la OEA se deben tener dos tercios de los votos afirmativos en una asamblea general extraordinaria, cuya convocatoria también requiere 24 votos.
La suspensión, de concretarse, podría ser solamente simbólica, puesto que en abril de 2017 Venezuela solicitó su salida de la OEA, un proceso que se concreta en dos años.
«Venezuela se retira de esta organización porque en lo absoluto ayuda a los pueblos de las Américas. Lo que hace es generar condiciones para el intervencionismo, inclusive militar», dijo el canciller venezolano Jorge Arreaza, besando la bandera de su país, que dijo amar.
Venezuela es el primer miembro de la OEA en pedir el retiro voluntario de la organización en 70 años de existencia. Ni siquiera lo pidió Cuba, a pesar de que su membresía estuvo suspendida entre 1962 y 2009.
Sin embargo, Almagro dijo que ese pedido de retiro de Venezuela «está pendiente» luego de recibir comunicaciones de inconstitucionalidad de los órganos legislativo y judicial venezolanos «legítimos».
El consejo permanente de la OEA ya declaró en abril de 2017 que en Venezuela se había producido un quiebre inconstitucional, pero luego no logró pronunciarse sobre el tema en su asamblea anual en junio en Cancún.
Condena a violencia en Nicaragua
La OEA condenó además la violencia que sacude a Nicaragua desde hace casi dos meses y que deja más de un centenar de muertos, pero sin responsabilizar al gobierno de Daniel Ortega por la represión a manifestantes.
La «Declaración de apoyo al pueblo de Nicaragua» fue presentada por Estados Unidos y por el propio gobierno nicaragüense, y contó con el respaldo de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y Perú.
El documento fue aprobado sin oposición en el plenario del organismo.
«Esta declaración marca el comienzo de la participación de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos en la grave situación en Nicaragua», dijo el embajador estadounidense Carlos Trujillo tras la adopción del texto, enfatizando que el gobierno nicaragüense tiene la mayor responsabilidad de cumplir con lo establecido.
«Como hemos dicho en repetidas ocasiones, el régimen de Ortega debe ordenar a su policía que detenga la represión y respete los derechos humanos», enfatizó.
La declaración exige «el cese inmediato de los actos de violencia, intimidación y amenazas dirigidos contra el público en general».
También llama al gobierno y a otros actores sociales a participar «constructivamente en negociaciones pacíficas para fortalecer las instituciones democráticas y la celebración de elecciones libres, justas y oportunas».
Por su parte, el representante alterno de Nicaragua, Luis Ezequiel Alvarado, instó a los nicaragüenses a recorrer los «caminos de la reconciliación y la unidad».
El documento invita a la CIDH a informar «tan pronto como sea posible» al consejo permanente de la OEA sobre los resultados y conclusiones de la visita de trabajo, realizada en mayo.
Pero no condena explícitamente al gobierno de Ortega por los abusos, algo cuestionado por organizaciones de derechos humanos. (05/06/2018)