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Bolsonaro trata de robarse la escena en día de debate electoral en Brasil

El candidato ultraderechista a la Presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, intentará robarse la escena mediática este jueves cuando hable con sus seguidores en Facebook, en el mismo horario del último debate antes de las elecciones del domingo.

Fuentes de campaña del candidato del pequeño Partido Social Liberal (PSL) confirmaron a la AFP que Bolsonaro, que fue herido de una puñalada en un acto el pasado 6 de setiembre, hablará a las 22H00 locales (01H00 GMT), el mismo horario de inicio del debate.

Con esta decisión, el diputado y excapitán del Ejército, que apostó a las redes sociales para su campaña, no solo le da la espalda a los tradicionales y definitorios debates organizados por la poderosa TV Globo: también podría robarse la escena mediática en una jornada clave.

Además, la televisión Récord anunció en Twitter la transmisión de una entrevista de Bolsonaro, también a las 22H00, lo cual le daría una exposición en solitario mientras los demás candidatos, forzosamente, deberán compartir pantalla.

Bolsonaro no participó de ningún mitin electoral desde que fue herido y ya antes había señalado su reticencia a participar en los debates.

Boicot al debate

Bolsonaro, de 63 años, lidera las encuestas para la primera vuelta, con unos diez puntos de ventaja sobre Fernando Haddad, de 55 años, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) del encarcelado expresidente Luis Inacio Lula da Silva.

Si esas proyecciones se confirman, los dos dirigentes definirán el pleito en una segunda vuelta, el 28 de octubre.

Sería un choque entre dos modelos para un país en crisis económica, política y de seguridad.

El PT, golpeado por varios escándalos de corrupción en sus trece años en el poder (2003-2016), promete dar marcha atrás en las medidas de austeridad aprobadas bajo el gobierno del presidente saliente Michel Temer y es partidario de la protección de los activos nacionales, como las empresas públicas.

Bolsonaro, asesorado por el economista Paulo Guedes, pregona en cambio reformar el costoso régimen de jubilaciones e impulsa las privatizaciones para reducir el enorme déficit fiscal y contener el aumento de la deuda pública.

Haddad busca movilizar a los seguidores del PT en el interior del país, especialmente a aquellos que se beneficiaron de las políticas sociales durante los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff desde 2003.   Bolsonaro, cuya prédica antisistema y de enaltecimiento de la dictadura militar (1964-1985) ha cuajado en más de un tercio del electorado, apuesta de su lado a la tracción que las redes sociales le granjean entre sus seguidores.

Al no participar del debate, Bolsonaro hablará solo y de aquello que entienda pertinente en Facebook. No deberá contraponer sus visiones con otros candidatos con menor caudal de votos ni enfrentar a su principal oponente.

Y sus seguidores entienden que es la forma correcta de entrar en la recta final de esta dura campaña electoral, al punto de que en Whatsapp y Twitter, llaman lisa y llanamente a boicotear el debate organizado por TV Globo.

«Atención gente. Hoy es el último debate en TV Globo y Bolsonaro pidió que se divulgue esta idea: a las 22 horas, vamos a apagar nuestra TV y mirar su Facebook. Será un ‘live’ [transmisión en vivo] histórico. Vamos a batir todos los récords», es uno de los mensajes que circula entre sus grupos de seguidores.

En las calles de Brasil se perciben los últimos estertores de una campaña que estuvo dominada por la incertidumbre, en primer lugar sobre la participación del expresidente Lula, quien finalmente no pudo competir y seguirá preso cumpliendo su condena a 12 años por corrupción y lavado de activos.

Y también en lo que respecta al resultado del domingo y a una eventual segunda vuelta, con un Bolsonaro que deberá entonces volver al ruedo y mostrarse en público, si quiere reducir su índice de rechazo, de un 46%, el más elevado entre los trece candidatos que participan en los comicios. (04/10/2018)