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Saturday 20 Apr 2024 | Actualizado a 09:28 AM

Jair Bolsonaro, un presidente electo para dirigir a Brasil con mano dura

En los últimos días de la campaña, Bolsonaro no abandonó su estilo provocador y hace tan solo una semana dio su "pésame" a la "prensa vendida", agradeció a sus seguidores porque "están salvando nuestra patria" y dijo que el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva "va a pudrirse en prisión".

/ 28 de octubre de 2018 / 22:40

Jair Bolsonaro fue durante casi tres décadas un diputado irrelevante de Brasil, pero el domingo este excapitán del Ejército fue electo presidente, gracias a su propuesta de mano dura en un país sumido en el descontento, y pese a su discurso misógino, homófobo y racista.

El ultraderechista, de 63 años, ganó con casi 56% de los votos, frente a 44% para su adversario de izquierda Fernando Haddad.

Ya el 7 de octubre había estado a punto de obtener la victoria en la primera vuelta con 46% de los votos, y su fuerza política, el hasta entonces minúsculo Partido Social Liberal (PSL) se convirtió en la segunda mayor representación en la Cámara de Diputados.

En los últimos días de la campaña, Bolsonaro no abandonó su estilo provocador y hace tan solo una semana dio su «pésame» a la «prensa vendida», agradeció a sus seguidores porque «están salvando nuestra patria» y dijo que el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva «va a pudrirse en prisión».

En contraste con sus diatribas, también abrió la puerta a retroceder en propuestas polémicas como la de retirarse del Acuerdo de París sobre el clima.

A menudo apodado «el Donald Trump brasileño», este defensor de la familia tradicional, de Dios y del porte de armas impulsó su campaña por redes sociales, con un discurso antisistema en un país en profunda crisis política, económica y de seguridad.

Nostálgico declarado del régimen militar (1964-1985), llegó a afirmar hace dos años que «el error de la dictadura fue torturar y no matar».

– Superviviente –

Bolsonaro se hizo mucho más conocido por su retórica inflamada que por sus 27 años como diputado, en los que logró aprobar apenas dos proyectos.

A comienzos de septiembre estuvo a punto de morir cuando recibió una puñalada en el abdomen. El ataque lo llevó tres semanas al hospital, pero no lo apartó de internet.

Fortalecido tras el arrasador primer turno, mantuvo la estrategia y rechazó acudir a los debates con su rival, redoblando su ofensiva en las redes sociales, donde suma millones de seguidores.

Nacido en 1955 en Campinas, cerca de Sao Paulo, en una familia de origen italiano, este antiguo paracaidista forjó su carrera principalmente en Rio de Janeiro, donde fue elegido concejal en 1988 y obtuvo su primera banca como diputado federal dos años después.

Católico, tiene cinco hijos de dos matrimonios: cuatro varones -tres dedicados a la política- y una niña, que según dijo una vez significó «una debilidad» de sus capacidades.

 

   –  Machismo y homofobia –

Aquella no fue su primera declaración misógina. En 2003, le dijo a una diputada izquierdista que lo acusaba de incentivar las violaciones que «no merecería ser violada». Luego explicó: «No merecería ser violada porque es muy mala, muy fea».

Cientos de miles de mujeres se manifestaron antes de la primera vuelta para gritar «Él no», pero eso no frenó su ascenso.

También hicieron correr tinta sus declaraciones homofóbicas. En una entrevista con la revista Playboy, en 2011, dijo que preferiría que sus hijos «muriesen en un accidente» a que fueran homosexuales.

De cara a la segunda vuelta, con el Palacio de Planalto más cerca, Bolsonaro intentó mostrar un perfil más amable, como en la publicidad electoral en la que se emocionaba al confesar que revirtió su vasectomía para tener a su hija Laura.

Para sus más ardientes partidarios, es simplemente «el mito» y un «salvador».

En un país saturado por escándalos de corrupción y con altos índices de violencia y desempleo, su discurso «antisistema» encontró respaldo en diversas camadas sociales. Se postuló por el hasta entonces pequeño Partido Social Liberal (PSL), al que adhirió este año.

Venció además las reticencias de los mercados, anunciando que de ganar nombraría ministro de Hacienda al economista Paulo Guedes, partidario de las privatizaciones y de medidas de austeridad para sanear las cuentas públicas.

Su último golpe maestro fue conquistar a la poderosa bancada del agronegocio en el Congreso y a líderes de iglesias evangélicas, que lo vieron como la mejor alternativa para evitar el retorno de la izquierda.

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Al menos 22 muertos en operación policial en una favela de Rio de Janeiro

La operación, que duró unas 12 horas y provocó el cierre de escuelas y otros servicios públicos, pretendía capturar líderes de la banda narcotraficante "Comando Vermelho" (comando rojo), escondidos en el barrio

Una nueva incursión policial contra el narcotráfico en una favela de Rio de Janeiro dejó este martes 22 muertos, un año después de la operación más letal en la historia de la ciudad, con 28 fallecidos en otro barrio pobre.

Según el último balance oficial, el número de muertos en la favela Vila Cruzeiro, en la zona norte de Rio, ya se eleva a 22.

La operación, que duró unas 12 horas y provocó el cierre de escuelas y otros servicios públicos, pretendía capturar líderes de la banda narcotraficante «Comando Vermelho» (comando rojo), escondidos en el barrio, según la Policía Militar (PM) de Rio.

«La facción criminal que controla la región suele realizar invasiones en otras áreas y teníamos señales de que ese grupo se trasladaría por la ciudad», detalló en conferencia de prensa Uirá Ferreira, comandante del Batallón de Operaciones Especiales de la PM de Rio, que actuó en conjunto con la Policía Federal y la Policía Federal de Carreteras.

Los agentes aseguran que fueron recibidos a tiros por delincuentes en la parte alta de la favela cuando se preparaba para comenzar la operación, antes del amanecer.

Inicialmente, la PM había dado cuenta de 12 muertos -11 de ellos «criminales»-, pero el número superó rápidamente la veintena después de que fueran hallados cuerpos en un área de vegetación cerrada, donde ocurrieron los enfrentamientos.

También murió una vecina de un barrio aledaño alcanzada por una bala perdida y otras siete personas resultaron heridas.

A lo largo del día, los cuerpos fueron llegando a un hospital cercano cargados en camionetas u otros vehículos particulares, algunos con la cabeza cubierta con bolsas, en un clima de tensión, según constató un fotógrafo de la AFP.

Grupos de familiares y amigos, en su mayoría mujeres, se agolpaban en la entrada del centro médico. «Ustedes lo mataron, hijos de…», gritaba una joven que apenas podía contener su rabia y dolor.

«Es una situación estremecedora, no podemos normalizar que el Estado entre en una favela y deje más de 20 cuerpos», dijo a la AFP David dos Santos, de 32 años, que vive en la región.

Los agentes requisaron 13 fusiles, 12 granadas, cuatro pistolas y una cantidad no determinada de drogas, además de 20 motos y 20 automóviles supuestamente pertenecientes a la banda.

No se anunció ningún arresto.

El Comando Vermelho, que siembra el terror desde finales de la década de 1970, es responsable de «más del 80% de los enfrentamientos armados en Rio», de acuerdo con Ivan Blaz, portavoz de la Policía Militar de Rio de Janeiro.

Toda la población «en riesgo»

«Estas operaciones policiales en favelas colocan en riesgo la vida de toda la población (…) y no resuelven ningún problema de seguridad», dijo a la AFP Guilherme Pimentel, consultor de la Defensoría Pública de Rio de Janeiro, que presta asistencia jurídica a las familias de los fallecidos.

«Nunca serían toleradas operaciones así en barrios ricos de la ciudad, es necesario que tampoco se toleren en las favelas», agregó.
Human Rights Watch lamentó las muertes y exigió una investigación «inmediata» y «exhaustiva». «Rio precisa urgentemente una nueva política de seguridad pública que no sea la bala», afirmó la organización.

Habitantes y asociaciones han denunciado a menudo supuestas ejecuciones extrajudiciales durante este tipo de operaciones, que quedan casi siempre impunes.

El Ministerio Público Federal anunció la apertura de una investigación sobre la «conducta» y «eventuales violaciones» por parte de agentes policiales que participaron en la operación de este martes.

Vila Cruzeiro fue escenario en febrero de otra operación similar que dejó ocho supuestos criminales muertos.

También fue allí donde el periodista brasileño Tim Lopes fue torturado y ejecutado por traficantes en 2002 mientras realizaba un reportaje sobre abuso de menores en la favela.

Violencia endémica

Rio cumplió este mes un año de la operación policial más letal de su historia en Jacarezinho, una favela a ocho kilómetros de Vila Cruzeiro.
Allí, 28 personas murieron durante una incursión contra el tráfico de drogas el 6 de mayo de 2021.

Según la Rede da Observatorios de Segurança, que agrupa oenegés y universidades, la de este martes es la segunda más letal.

En 2021, 1.356 personas murieron a manos de las fuerzas policiales en el estado de Rio, de acuerdo con el proyecto Monitor da Violencia.

Rio, una ciudad con problemas crónicos de violencia policial, planea instalar unas 8.000 cámaras en los uniformes de sus agentes, un proyecto previsto originalmente para mayo, pero postergado a junio, según la prensa local.

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El drama de los pescadores afectados por el petróleo en las playas de Brasil

Desde el 30 de agosto, cientos de playas ubicadas a lo largo de más de 2.200 km del exuberante litoral brasileño han recibido enormes manchas viscosas de crudo, que llegan con la marea y se depositan en la arena, en piedras y arrecifes.

/ 2 de noviembre de 2019 / 10:07

Con el fango hasta las rodillas, Valeria de Alcántara intenta cortar con un hacha las extremidades retorcidas de un manglar impregnadas de petróleo: asegura que es la única forma de salvar este ecosistema de la costa nordeste de Brasil, del que dependen numerosas familias que viven de la pesca, como la suya.

"Si corto esta parte contaminada, en cuatro o cinco meses la rama se recupera porque el manglar avanza, tiene vida", afirma, mostrando un gajo bañado en su extremo inferior por una brillante capa de crudo.

Desde el 30 de agosto, cientos de playas ubicadas a lo largo de más de 2.200 km del exuberante litoral brasileño han recibido enormes manchas viscosas de crudo, que llegan con la marea y se depositan en la arena, en piedras y arrecifes.

El 21 de octubre fue el turno del municipio de Cabo Santo Agostinho, 30 km al sur de Recife, la capital de Pernambuco: el petróleo subió incluso por el río Massangana hasta el manglar, un tipo de bioma tropical que se encuentra en la desembocadura de los ríos, donde se mezclan el agua dulce y la salada.

Al igual que los arrecifes de coral, los manglares son sistemas ecológicos muy frágiles, donde se reproducen y dan sus primeros pasos numerosas especies de mariscos y peces que luego continúan su vida en otras aguas.

Unos diez días después de la marea negra, Valeria sigue angustiada, porque muchas raíces y partes del sedimento orgánico donde se alimentan los cangrejos permanecen contaminadas.

En sus 37 años de vida, nunca vio algo así.

Su rutina "cambió radicalmente". Tuvo que sustituir la pesca -de la cual se alimentan y obtienen el sustento su marido y sus hijas- por la limpieza del ambiente, junto a otros pescadores y vecinos. El apoyo brindado por las autoridades no es suficiente para la dimensión del desastre, asegura.

"Quien protege el medio ambiente y el manglar somos los pescadores", reivindica.

Pescadores sin clientes

La pesca está paralizada incluso en lugares donde hasta ahora no se ha detectado petróleo, como en Recife, debido a versiones sobre la contaminación de las aguas.

"Pero todavía no tenemos una respuesta concreta de algún científico que afirme que realmente está contaminado", alega Sandra Lima, presidenta de una asociación que aglutina a unos 1.500 pescadores, en el barrio Brasilia Teimosa.

Allí, varias embarcaciones de madera permanecen encalladas desde hace días en un pequeño puerto.

Severino Barros fue a pescar y vuelve con una montaña de peces pargos rojizos, que sabe que irán directo al congelador. "Este pescado viene de altamar, está apto para el consumo. Pero no tenemos a quién vendérselo", lamenta.

Miedo al olvido

Edileuza Nascimento acumula en las arrugas de su rostro curtido por el sol la dureza de ser marisquera: con 63 años, esta descendiente de negros e indígenas, de baja estatura, pasa entre una y dos horas por día sumergida en un agua turbia, rascando la orilla y el fondo de sedimentos donde se incrustan los mejillones y berberechos.

En el horizonte, al otro lado del ancho canal donde desaguan varios de los ríos que atraviesan Recife, rascacielos finísimos cortan el paisaje del casco antiguo.

"La vida del pescador es muy difícil", cuenta, sin interrumpir el trabajo que aprendió con su madre cuando tenia apenas cuatro años y que enseñó a su hijo.

En seis décadas de oficio, ha visto cómo el mar tragó su humilde barco en medio de una tempestad y pasó penurias financieras al no poder pescar durante épocas lluviosas.

Pero "esta vez está siendo muy difícil, el petróleo ya fue demasiado. Vino para acabar con las familias de pescadores", dice a la AFP con el agua hasta el cuello.

Con una mano escarba los sedimentos y con la otra sostiene un cajón de feria donde coloca los mariscos. Tras descartar el barro, los mejillones muertos y la basura, los lleva a casa para higienizarlos, hervir su carne y congelarlos para vender.

Así logra complementar con unos 300 reales su jubilación, equivalente a un salario mínimo (998 reales, USD 250). Pero desde que el derrame llegó a Pernambuco, sus ventas cayeron.

Además de pasar largas horas al sol, Edileuza tiene las manos surcadas por heridas de jeringas, vidrios, metales y otros objetos peligrosos que las personas arrojan al río ("sillas, bicicletas", enumera).

Mientras los líderes sindicales negocian con las autoridades la ampliación de subsidios para poder mantenerse a flote en los próximos meses, Severino teme que su situación caiga nuevamente en el olvido.

"Cuando viene la prensa, [los políticos] vienen, dicen que van a resolverlo. Pero después se olvidan. Aquí en Brasil es así: olvidamos todo". (2/11/2019)

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Bolsonaro y Temer prometen una transición ‘fluida’

El mandatario saliente invitó a Bolsonaro a acompañarlo en viajes internacionales hasta el fin de su mandato, como la cumbre del G20 a fines de este mes en Buenos Aires.

/ 7 de noviembre de 2018 / 23:03

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, y el mandatario saliente, Michel Temer, prometieron este miércoles en Brasilia una transición «fluida» entre sus gobiernos.

Tras la primera reunión entre ambos desde la elección el pasado 28 de octubre, el exmilitar ultraderechista anunció además a la primera ministra de su futuro gobierno: la diputada Tereza Cristina da Costa, líder de la poderosa bancada ruralista, estará al frente de la cartera de Agricultura.

Por otra parte, indicó que suprimiría el ministerio de Trabajo, lo que generó críticas sindicales.

En una breve declaración conjunta a la prensa en el Palacio de Planalto, Temer, que asumió el poder en mayo de 2016 tras el impeachment de su exaliada de izquierda Dilma Rousseff, aseguró que la colaboración con Bolsonaro será «verdadera» y ofreció impulsar ante el Congreso proyectos que su sucesor considere prioritarios, antes del traspaso de funciones el 1° de enero.

El mandatario saliente invitó a Bolsonaro a acompañarlo en viajes internacionales hasta el fin de su mandato, como la cumbre del G20 a fines de este mes en Buenos Aires.

Pero no se sabe si el mandatario electo aceptará, debido a que todavía se recupera de una puñalada que recibió durante la campaña electoral y deberá pasar por una nueva cirugía.

El exmilitar de 63 años, que tiene por delante el desafío de aprobar en el Congreso un ambicioso plan de reformas para recuperar la economía del gigante sudamericano, explicó que en su encuentro con Temer abordaron el asunto de la «gobernabilidad», y dijo que mantendrá «muchas cosas» del gobierno de su predecesor.

«Lo buscaré [a Temer] en otras oportunidades, para que juntos podamos hacer una transición en la que los proyectos de interés de nuestro Brasil continúen fluyendo dentro de la normalidad», agregó ante periodistas.

Antes, el futuro mandatario había afirmado que nadie puede «salvar» a Brasil de la crisis sin contar con el apoyo de los demás poderes, tras reunirse con el comandante de la Aeronáutica y con el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Dias Toffoli.

Primera mujer

En su segundo día de reuniones en Brasilia, el excapitán del Ejército, conocido por sus comentarios misóginos, homófobos y racistas, nombró a la primera mujer que será parte de su gobierno.

«íBuenas noches! Informo a todos la designación de la señora Tereza Cristina da Costa Dias, Presidenta del Frente Parlamentario Agropecuario, para el puesto de Ministra de Agricultura», escribió en Twitter, canal por el cual dijo que irá anunciando el nombramiento de sus futuros ministros.

Interrogado en la víspera sobre si alguna mujer comandaría uno de sus ministerios, había dicho que «seguramente», aunque en aquella oportunidad minimizó la importancia de la representatividad de género y racial en el poder.

Este miércoles, reiteró su postura: «No estoy preocupado con el color [de piel], sexo o sexualidad de quien está en mi equipo, sino con la misión de que Brasil crezca, de combatir el crimen organizado y la corrupción», tuiteó.

Líder de la poderosa bancada ruralista del Congreso, cuyo apoyo fue vital en la victoria electoral de Bolsonaro, Teresa Cristina da Costa estará al frente de una cartera clave en Brasil, una de las mayores potencias agrícolas.

Con ella son seis los ministros nombrados por Bolsonaro hasta ahora: el ultraliberal Paulo Guedes en el superministerio de Economía; el juez anticorrupción Sergio Moro en el de Justicia y Seguridad Pública; el diputado Onyx Lorenzoni en Casa Civil (jefatura de gabinete); el astronauta Marcos Pontes en Ciencia y Tecnología, y el general de reserva Augusto Heleno en Seguridad Institucional.

Planes confusos

Bolsonaro prometió durante la campaña reducir el número de ministerios en el marco de un plan de recorte de gastos del Estado.

Pero tras su victoria el pasado 28 de octubre, sus anuncios han generado polémica y confusión.

Este miércoles, anunció la supresión del ministerio de Trabajo, que será «incorporado» a alguna otra cartera, según dijo, sin especificar a cuál.

El martes, cuando ya circulaban versiones sobre su desaparición, el ministerio y Fuerza Sindical, una de las principales centrales gremiales de Brasil, manifestaron su rechazo a esa iniciativa.

Según versiones de la prensa local, el equipo de Bolsonaro baraja fusionar el ministerio de Trabajo con el de Industria y Comercio Exterior.

En un principio, el exmilitar afirmó que recortaría el número de ministerios de 29 a 15, pero este miércoles sugirió que esa cifra podría subir a 18.

El 30 de octubre, el mandatario electo anunció que fusionaría los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, pero en medio de agrias críticas de sectores ambientalistas, e incluso de representantes del agronegocio, reculó dos días después.

Al general de reserva Augusto Heleno, nombrado este miércoles en Seguridad Institucional, lo había designado inicialmente en Defensa. (07/11/2018)

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Bolsonaro y Temer prometen una transición ‘fluida’

El mandatario saliente invitó a Bolsonaro a acompañarlo en viajes internacionales hasta el fin de su mandato, como la cumbre del G20 a fines de este mes en Buenos Aires.

/ 7 de noviembre de 2018 / 23:03

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, y el mandatario saliente, Michel Temer, prometieron este miércoles en Brasilia una transición «fluida» entre sus gobiernos.

Tras la primera reunión entre ambos desde la elección el pasado 28 de octubre, el exmilitar ultraderechista anunció además a la primera ministra de su futuro gobierno: la diputada Tereza Cristina da Costa, líder de la poderosa bancada ruralista, estará al frente de la cartera de Agricultura.

Por otra parte, indicó que suprimiría el ministerio de Trabajo, lo que generó críticas sindicales.

En una breve declaración conjunta a la prensa en el Palacio de Planalto, Temer, que asumió el poder en mayo de 2016 tras el impeachment de su exaliada de izquierda Dilma Rousseff, aseguró que la colaboración con Bolsonaro será «verdadera» y ofreció impulsar ante el Congreso proyectos que su sucesor considere prioritarios, antes del traspaso de funciones el 1° de enero.

El mandatario saliente invitó a Bolsonaro a acompañarlo en viajes internacionales hasta el fin de su mandato, como la cumbre del G20 a fines de este mes en Buenos Aires.

Pero no se sabe si el mandatario electo aceptará, debido a que todavía se recupera de una puñalada que recibió durante la campaña electoral y deberá pasar por una nueva cirugía.

El exmilitar de 63 años, que tiene por delante el desafío de aprobar en el Congreso un ambicioso plan de reformas para recuperar la economía del gigante sudamericano, explicó que en su encuentro con Temer abordaron el asunto de la «gobernabilidad», y dijo que mantendrá «muchas cosas» del gobierno de su predecesor.

«Lo buscaré [a Temer] en otras oportunidades, para que juntos podamos hacer una transición en la que los proyectos de interés de nuestro Brasil continúen fluyendo dentro de la normalidad», agregó ante periodistas.

Antes, el futuro mandatario había afirmado que nadie puede «salvar» a Brasil de la crisis sin contar con el apoyo de los demás poderes, tras reunirse con el comandante de la Aeronáutica y con el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Dias Toffoli.

Primera mujer

En su segundo día de reuniones en Brasilia, el excapitán del Ejército, conocido por sus comentarios misóginos, homófobos y racistas, nombró a la primera mujer que será parte de su gobierno.

«íBuenas noches! Informo a todos la designación de la señora Tereza Cristina da Costa Dias, Presidenta del Frente Parlamentario Agropecuario, para el puesto de Ministra de Agricultura», escribió en Twitter, canal por el cual dijo que irá anunciando el nombramiento de sus futuros ministros.

Interrogado en la víspera sobre si alguna mujer comandaría uno de sus ministerios, había dicho que «seguramente», aunque en aquella oportunidad minimizó la importancia de la representatividad de género y racial en el poder.

Este miércoles, reiteró su postura: «No estoy preocupado con el color [de piel], sexo o sexualidad de quien está en mi equipo, sino con la misión de que Brasil crezca, de combatir el crimen organizado y la corrupción», tuiteó.

Líder de la poderosa bancada ruralista del Congreso, cuyo apoyo fue vital en la victoria electoral de Bolsonaro, Teresa Cristina da Costa estará al frente de una cartera clave en Brasil, una de las mayores potencias agrícolas.

Con ella son seis los ministros nombrados por Bolsonaro hasta ahora: el ultraliberal Paulo Guedes en el superministerio de Economía; el juez anticorrupción Sergio Moro en el de Justicia y Seguridad Pública; el diputado Onyx Lorenzoni en Casa Civil (jefatura de gabinete); el astronauta Marcos Pontes en Ciencia y Tecnología, y el general de reserva Augusto Heleno en Seguridad Institucional.

Planes confusos

Bolsonaro prometió durante la campaña reducir el número de ministerios en el marco de un plan de recorte de gastos del Estado.

Pero tras su victoria el pasado 28 de octubre, sus anuncios han generado polémica y confusión.

Este miércoles, anunció la supresión del ministerio de Trabajo, que será «incorporado» a alguna otra cartera, según dijo, sin especificar a cuál.

El martes, cuando ya circulaban versiones sobre su desaparición, el ministerio y Fuerza Sindical, una de las principales centrales gremiales de Brasil, manifestaron su rechazo a esa iniciativa.

Según versiones de la prensa local, el equipo de Bolsonaro baraja fusionar el ministerio de Trabajo con el de Industria y Comercio Exterior.

En un principio, el exmilitar afirmó que recortaría el número de ministerios de 29 a 15, pero este miércoles sugirió que esa cifra podría subir a 18.

El 30 de octubre, el mandatario electo anunció que fusionaría los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, pero en medio de agrias críticas de sectores ambientalistas, e incluso de representantes del agronegocio, reculó dos días después.

Al general de reserva Augusto Heleno, nombrado este miércoles en Seguridad Institucional, lo había designado inicialmente en Defensa. (07/11/2018)

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Bolsonaro y Temer prometen una transición ‘fluida’

El mandatario saliente invitó a Bolsonaro a acompañarlo en viajes internacionales hasta el fin de su mandato, como la cumbre del G20 a fines de este mes en Buenos Aires.

/ 7 de noviembre de 2018 / 23:03

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, y el mandatario saliente, Michel Temer, prometieron este miércoles en Brasilia una transición «fluida» entre sus gobiernos.

Tras la primera reunión entre ambos desde la elección el pasado 28 de octubre, el exmilitar ultraderechista anunció además a la primera ministra de su futuro gobierno: la diputada Tereza Cristina da Costa, líder de la poderosa bancada ruralista, estará al frente de la cartera de Agricultura.

Por otra parte, indicó que suprimiría el ministerio de Trabajo, lo que generó críticas sindicales.

En una breve declaración conjunta a la prensa en el Palacio de Planalto, Temer, que asumió el poder en mayo de 2016 tras el impeachment de su exaliada de izquierda Dilma Rousseff, aseguró que la colaboración con Bolsonaro será «verdadera» y ofreció impulsar ante el Congreso proyectos que su sucesor considere prioritarios, antes del traspaso de funciones el 1° de enero.

El mandatario saliente invitó a Bolsonaro a acompañarlo en viajes internacionales hasta el fin de su mandato, como la cumbre del G20 a fines de este mes en Buenos Aires.

Pero no se sabe si el mandatario electo aceptará, debido a que todavía se recupera de una puñalada que recibió durante la campaña electoral y deberá pasar por una nueva cirugía.

El exmilitar de 63 años, que tiene por delante el desafío de aprobar en el Congreso un ambicioso plan de reformas para recuperar la economía del gigante sudamericano, explicó que en su encuentro con Temer abordaron el asunto de la «gobernabilidad», y dijo que mantendrá «muchas cosas» del gobierno de su predecesor.

«Lo buscaré [a Temer] en otras oportunidades, para que juntos podamos hacer una transición en la que los proyectos de interés de nuestro Brasil continúen fluyendo dentro de la normalidad», agregó ante periodistas.

Antes, el futuro mandatario había afirmado que nadie puede «salvar» a Brasil de la crisis sin contar con el apoyo de los demás poderes, tras reunirse con el comandante de la Aeronáutica y con el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Dias Toffoli.

Primera mujer

En su segundo día de reuniones en Brasilia, el excapitán del Ejército, conocido por sus comentarios misóginos, homófobos y racistas, nombró a la primera mujer que será parte de su gobierno.

«íBuenas noches! Informo a todos la designación de la señora Tereza Cristina da Costa Dias, Presidenta del Frente Parlamentario Agropecuario, para el puesto de Ministra de Agricultura», escribió en Twitter, canal por el cual dijo que irá anunciando el nombramiento de sus futuros ministros.

Interrogado en la víspera sobre si alguna mujer comandaría uno de sus ministerios, había dicho que «seguramente», aunque en aquella oportunidad minimizó la importancia de la representatividad de género y racial en el poder.

Este miércoles, reiteró su postura: «No estoy preocupado con el color [de piel], sexo o sexualidad de quien está en mi equipo, sino con la misión de que Brasil crezca, de combatir el crimen organizado y la corrupción», tuiteó.

Líder de la poderosa bancada ruralista del Congreso, cuyo apoyo fue vital en la victoria electoral de Bolsonaro, Teresa Cristina da Costa estará al frente de una cartera clave en Brasil, una de las mayores potencias agrícolas.

Con ella son seis los ministros nombrados por Bolsonaro hasta ahora: el ultraliberal Paulo Guedes en el superministerio de Economía; el juez anticorrupción Sergio Moro en el de Justicia y Seguridad Pública; el diputado Onyx Lorenzoni en Casa Civil (jefatura de gabinete); el astronauta Marcos Pontes en Ciencia y Tecnología, y el general de reserva Augusto Heleno en Seguridad Institucional.

Planes confusos

Bolsonaro prometió durante la campaña reducir el número de ministerios en el marco de un plan de recorte de gastos del Estado.

Pero tras su victoria el pasado 28 de octubre, sus anuncios han generado polémica y confusión.

Este miércoles, anunció la supresión del ministerio de Trabajo, que será «incorporado» a alguna otra cartera, según dijo, sin especificar a cuál.

El martes, cuando ya circulaban versiones sobre su desaparición, el ministerio y Fuerza Sindical, una de las principales centrales gremiales de Brasil, manifestaron su rechazo a esa iniciativa.

Según versiones de la prensa local, el equipo de Bolsonaro baraja fusionar el ministerio de Trabajo con el de Industria y Comercio Exterior.

En un principio, el exmilitar afirmó que recortaría el número de ministerios de 29 a 15, pero este miércoles sugirió que esa cifra podría subir a 18.

El 30 de octubre, el mandatario electo anunció que fusionaría los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, pero en medio de agrias críticas de sectores ambientalistas, e incluso de representantes del agronegocio, reculó dos días después.

Al general de reserva Augusto Heleno, nombrado este miércoles en Seguridad Institucional, lo había designado inicialmente en Defensa. (07/11/2018)

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