Cinco ductos perforados de los que se robaba combustible fueron descubiertos debajo de una supuesta bodega en un sector densamente poblado de Ciudad de México, informó este miércoles el gobierno mexicano.
Los ductos fueron localizados en la alcaldía de Azcapotzalco, una de las 16 que conforman la capital y con más de 425.000 habitantes. Ahí antaño se erigía una refinería y ahora alberga a un gran centro de almacenamiento de combustible.
«Por ahí pasan ocho poliductos y un gasoducto (…) este punto se encuentra a 3,6 km de la terminal de almacenamiento y despacho de Azcapotzalco. Se localizaron cinco tomas clandestinas», dijo Juan Francisco Rivera Cavazos, subdirector de Transporte de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
El experto, que habló en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que los ductos, que transportan gasolina, diésel y turbosina, ya fueron reparados durante la madrugada.
Imágenes del gobierno mexicano muestran los ductos perforados y conectados a mangueras por las que se extraía el combustible.
La bodega debajo de la cual se encontraron los ductos perforados quedó bajo custodia de las autoridades, que investigan a los propietarios del sitio.
Ya existía una investigación de una posible toma clandestina en Azcapotzalco tras denuncias de vecinos de que se percibía fuerte olor a combustibles.
López Obrador impulsa una estrategia nacional para acabar con el robo de combustible, delito que deja pérdidas anuales por unos 3.000 millones de dólares.
La tarde del 18 de enero, un ducto cercano a la comunidad de Tlahuelilpan, en el central estado de Hidalgo, fue perforado por criminales, lo que atrajo a unos 700 pobladores, incluidas familias enteras, que llenaban baldes y bidones de combustible.
En ese momento se produjo una poderosa explosión que dejaba, según el último balance, 117 muertos.
(30/01/2019)