Las fuerzas antiyihadistas estrechan el cerco en Siria contra el EI
Las Fuerzas democráticas sirias (FDS), alianza de combatientes kurdos y árabes, intentan, con el apoyo de los ataques aéreos de la coalición internacional anti-EI liderada por Estados Unidos, sacar a los yihadistas de su reducto en Baghuz
Las Fuerzas kurdoárabes estrecharon el cerco en torno al último reducto del grupo Estado Islámico (EI) en el este de Siria, donde este lunes continuaron los combates al cabo de una noche de intensos bombardeos que les permitió avanzar en territorio yihadista.
Las Fuerzas democráticas sirias (FDS), alianza de combatientes kurdos y árabes, intentan, con el apoyo de los ataques aéreos de la coalición internacional anti-EI liderada por Estados Unidos, sacar a los yihadistas de su reducto en Baghuz, localidad de la provincia de Deir Ezzor (este), cercana a la frontera iraquí.
Los combates prosiguieron el lunes y las FDS consolidaron las posiciones ganadas la víspera en duros enfrentamientos y bombardeos intensos. «Nuestras fuerzas avanzan, pero siguen los enfrentamientos», dijo a la AFP Jiaker Amed, un portavoz de las FDS.
«Nuestras fuerzas han tomado el control de varios inmuebles (del EI). Siguen avanzando esta mañana (del lunes) y ahora rodean a Dáesh por tres ejes, siendo el cuarto el río» Eufrates, precisó un responsable de las FDS, que utiliza el acrónimo árabe para designar al EI.
El lunes en la noche, un portavoz del EI, presentado como Abi Hassan al Mujahir, instó a sus seguidores a atacar y movilizarse contra las fuerzas kurdas en otras partes de Siria, en un mensaje de audio publicado en Telegram.
En lo alto de una colina desde la que se divisa el reducto del EI, una periodista de la AFP pudo escuchar el crepitar de las ametralladoras y las fuertes explosiones de los obuses que aterrizan en el bolsón yihadista, reducido a un pequeño campamento de tiendas de campaña y túneles.
Algunos hombres, probablemente yihadistas, se desplazan rápidamente en el interior del reducto, envuelto en gran parte bajo una nube negruzca.
Acuclillados tras las rocas, los combatientes de las FDS abren fuego contra los yihadistas visibles en los accesos del campamento, relata la periodista.
Más de 70.000 desplazados
«La ofensiva terrestre de las FDS ha sido muy eficaz», celebró el lunes el portavoz de la coalición internacional, Sean Ryan.
«Las FDS continúan adoptando un adoptando un enfoque metódico para borrar el último territorio controlado por Dáesh» del mapa, dijo a la AFP.
Pero el asalto final delas FDS, lanzado el 9 de febrero, fue suspendido o más lento en varias oportunidades a raíz de la evacuación de decenas de miles de personas del bastión yihadista.
En Baghuz sigue habiendo unas «5.000 personas», dijo el domingo, Kino Gabriel, portavoz de las FDS, que no quiso adelantar un calendario sobre el final de la ofensiva.
Según Gabriel, desde enero salieron del enclave yihadista unas 67.000 personas, entre las que había 5.000 yihadistas, que fueron detenidos, 25.000 familiares de los yihadistas y 34.000 civiles.
La mayoría de los evacuados han sido trasladados al campamento de Al-Hol, en el noreste de Siria, donde más de 70.000 personas conviven hacinadas en condiciones particularmente duras, según el Comité Internacional de Rescate (IRC). Unas 3.500 personas llegaron estos últimos días, indicó la misma organización.
Desde diciembre, 123 personas, de las cuales una gran mayoría son niños menores de cinco años, murieron en su camino hacia el campamento o poco tiempo después de su llegada, agregó el IRC.
El final del «califato»
La batalla contra el EI es uno de los principales frentes de la guerra en Siria, que entró en su noveno año y causó más de 370.000 muertos y varios millones de desplazados.
«Las Fuerzas Armadas liberarán esta región como ya hicieron con la mayoría de las regiones de Siria, por la fuerza o con acuerdos de reconciliación nacional», afirmó el lunes Alí Abdalá Ayub en una conferencia de prensa en Damasco con los comandantes de las Fuerzas Armadas iraquíes e iraníes.
La caída de Baghuz significará el fin del «califato» proclamado en 2014, un territorio a caballo entre Siria e Irak, que se ha ido reduciendo de forma progresiva e imparable tras las ofensivas antiyihadistas en ambos países.
Marginada durante décadas, la minoría kurda de Siria ha conseguido una autonomía de facto desde que estalló la guerra civil en 2011, y ahora ocupa aproximadamente el 30% del territorio sirio.
En el plano diplomático, el emisario de la ONU para Siria, Geir Pedersen, mantuvo varias reuniones el domingo en Damasco sobre la reanudación de un proceso de «solución política» para el país, con el objetivo de establecer un comité encargado de elaborar una nueva Constitución.