Pedro Sánchez gana y la extrema derecha irrumpe en las legislativas españolas
Sánchez, jefe de un gobierno minoritario desde junio, pidió este domingo después de votar "una mayoría parlamentaria lo suficientemente amplia que permita cuatro años de estabilidad", después de "muchos años de inestabilidad".

El socialista Pedro Sánchez se anuncia como el ganador de las legislativas de este domingo en España, aunque sin mayoría para gobernar en solitario, y la extrema derecha irrumpe con un nutrido grupo parlamentario, según resultados parciales de unos comicios polarizados y con una participación masiva.
Con el 50% de las papeletas escrutado, el PSOE de Sánchez obtendría 126 de los 350 escaños de la cámara baja.
Junto con la izquierda radical de Podemos (35) y otras formaciones afines llegaría a 169 escaños, insuficientes para tener la mayoría en la cámara baja, que se sitúa en 176 asientos.
Sí que sumaría en cambio el PSOE con los liberales de Ciudadanos (55 escaños, 181 en total), una opción difícil visto la dura campaña de los liberales en su contra, aunque no descartada por el presidente del gobierno socialista saliente.
El partido de extrema derecha Vox, la gran sorpresa de estos comicios, entraría en el Congreso de los Diputados con 23 asientos, no tanto como esperaba.
No llegaría a la mayoría absoluta con Ciudadanos y con el conservador Partido Popular, que por su lado se asoma a un resultado catastrófico, con 66 escaños de momento, la mitad que en la legislatura anterior.
La participación fue alta y rondó el 75%, a falta de datos definitivos.
Los partidos se mostraban de momento muy cautelosos, a medida que se esperan resultados más completos que aún podrían modificar este panorama.
De no haber mayoría ni entre los partidos nacionales de izquierda ni entre los de derechas, la llave la tendrían los partidos nacionalistas catalanes y vascos.
- Jornada de elecciones en España. Fotos: AFP
«Después de una campaña muy dura es un alivio, pero ganar no es gobernar», apuntaba Esther López, una contable de 51 años que se encontraba este domingo noche en la sede nacional del PSOE en Madrid.
«No está claro que pueda gobernar Sánchez, pero sobre todo espero que no pacte con Ciudadanos, quiero un gobierno de izquierdas», añadió esta mujer que milita en el PSOE desde hace 33 años.
En unos comicios que se han presentado como una pelea entre el bloque de izquierda y el de derecha, la posibilidad intermedia de pactar con Albert Rivera, líder de Ciudadanos, le evitaría a Sánchez tener que apoyarse en los partidos separatistas catalanes.
Estos han pedido a cambio algo a lo que el socialista se opone firmemente: un referéndum de autodeterminación. Sin embargo, Sánchez y Rivera han tenido una relación muy áspera en los últimos meses, que habría que reconstruir por completo.
– Sánchez pide mayoría estable –
Sánchez, jefe de un gobierno minoritario desde junio, pidió este domingo después de votar «una mayoría parlamentaria lo suficientemente amplia que permita cuatro años de estabilidad», después de «muchos años de inestabilidad».
Pero se enfrentaba a tres partidos que ya le arrebataron la región de Andalucía, el gran feudo histórico del socialismo hasta hace poco: los liberales de Ciudadanos, el conservador Partido Popular (PP) y la extrema derecha de Vox.
«Por supuesto voy a votar a Vox. Este país necesita un cambio profundo. Los otros llevan 40 años gobernando aquí», dijo a la AFP en Madrid el valenciano Valentino López, empleado en una empresa de cerámica de 51 años. «Los medios nos llaman la ultraderecha, eso es mentira», aseveró.
El líder de la oposición conservadora, Pablo Casado, del PP, dijo estar abierto a gobernar con Ciudadanos y Vox, un partido fundado hace cinco años y que lleva meses llenando auditorios en sus mítines por toda España.
Por su lado, Sánchez llamó a la movilización de su electorado ante el «peligro» de una alianza mayoritaria con la extrema derecha.
Sánchez «me parece una opción moderada. No lo ha hecho demasiado mal estos últimos meses», dijo en un colegio de Madrid Carlos González, jubilado de la construcción.
En Barcelona, Victoria Gracia, de 59 años, dijo haber votado a Podemos «para que pacten con el PSOE y lo mantengan a raya», y porque siente «repelús» (temor) de pensar en un ejecutivo de derecha.
Pese a la lógica de bloques dominante, subsiste una posibilidad intermedia, no desmentida por el dirigente socialista: la de entenderse con Ciudadanos, liderado por Albert Rivera, en caso de ser la única mayoría de gobierno posible.
Esto le evitaría a Sánchez tener que apoyarse en los partidos separatistas catalanes, que a cambio le piden algo a lo que él se opone firmemente: un referéndum de autodeterminación.
– La cuestión catalana –
Durante la campaña, buena parte del debate político giró en torno al conflicto político catalán.
En junio, Sánchez se apoyó en los partidos catalanes para hacer prosperar la moción de censura con la que expulsó del gobierno al conservador Mariano Rajoy.
La maniobra le valió acusaciones por parte de la derecha de ser «un traidor» y «un peligro público», y dio alas a la ultraderecha.
El presidente del gobierno saliente replica que fueron los separatistas y la derecha quienes tumbaron en febrero su Presupuesto 2019 y forzaron este adelanto electoral, las terceras elecciones legislativas en apenas tres años y medio. (28/04/2019)