Los restos mortales del expresidente de Zimbabue, Robert Mugabe, llegaron este miércoles a su país natal donde se celebrará un funeral con todos los honores, apesar del balance polémico de sus 37 años en el poder.
El "héroe" de la independencia de la excolonia británica, convertido luego en tirano, murió el pasado viernes a los 95 años en un hospital de lujo de Singapur, donde acudía a tratarse desde hacía años.
Mugabe, conocido por los miembros de su partido como "camarada Bob", dirigió el país desde 1980 hasta 2017, cuando fue apartado del poder por un golpe de fuerza del ejército, que instaló en la presidencia a su ex vicepresidente, Emmerson Mnangagua.
El expresidente dejó un país marcado por la represión y arruinado por una interminable crisis económica y financiera.
Una delegación de su familia y del gobierno, con el vicepresidente zimbabuense Kembo Mohadi a la cabeza, llegó el martes a Singapur y este miércoles viajó en un avión especial junto a los restos de Mugabe.
Los restos del jefe de Estado serán transportados luego a su pueblo de Zvimba, a un centenar de kilómetros de Harare, para una velada fúnebre, indicó a la AFP su sobrino, Leo Mugabe.
El jueves y el viernes el féretro será expuesto en el estadio Rufaro, en las afueras de Harare, "para permitir a la población de todo el país rendir homenaje al ilustre héroe de la guerra de liberación", según Monica Mutsvangua, ministra de Información.
En este estadio, el 18 de abril de 1980, Mugabe tomó las riendas de la exRhodesia bajo el dominio británico de su exdirigente blanco Ian Smith. Allí había dado a conocer la nueva bandera de Zimbabue y encendido simbólicamente una "llama de la independencia".
Después, el jueves por la tarde, el cuerpo será llevado a la aldea de Zvimba, donde el ex presidente poseía una casa.
‘Héroe Nacional’
"Estamos muy tristes, hemos perdido nuestro mayor apoyo", dijo Mike Khutama, de 72 años. "Pasó su vida asegurándose de que los aldeanos y el resto del país tuviéramos una vida cómoda", agregó.
El funeral oficial tendrá lugar el sábado en el inmenso estadio deportivo nacional de Harare, que puede acoger hasta 60.000 personas.
Se espera la presencia del presidente chino Xi Jinping, del expresidente cubano Raúl Castro, de los presidentes, sudafricano Cyril Ramaphosa, nigeriano Mohamadu Buhari y de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi.
El funeral está previsto para el domingo, en un lugar que aún sigue siendo objeto de intensas negociaciones entre las autoridades y la familia.
Por su condición de "héroe nacional", Robert Mugabe debería ser enterrado en el corazón del "Campo de los Héroes de la Nación", un monumento construido al borde de la capital para acoger a los más ilustres "combatientes de la guerra de liberación".
Pero el entorno de Mugabe y los jefes tradicionales se oponen a ello, alegando que el difunto había expresado su deseo de ser enterrado en Zvimba.
"Los detalles de la ceremonia del entierro se comunicarán a su debido tiempo", se limitó a repetir el martes la ministra Mutsvangua, señal de que aún no se había tomado una decisión al respecto.
Desde la caída de Robert Mugabe, las relaciones del ex presidente y su familia con su sucesor, Emmerson Mnangagua, a quien calificó de "traidor", han sido notoriamente malas.
En noviembre de 2017, el ejército lo había empujado a la salida después de su decisión de destituir a Mnangagua por la insistencia de su esposa, Grace, que codiciaba cada vez más abiertamente la sucesión de su nonagenario marido.
(11/09/2019)