Friday 29 Mar 2024 | Actualizado a 12:00 PM

Uribe, el influyente expresidente de Colombia responde a la justicia

Fue la primera vez que un expresidente colombiano respondió en indagatoria ante la Corte Suprema. La indagatoria -a la que asistió sin medida de captura- se cumplió a puerta cerrada durante siete horas en el tribunal que juzga a los aforados.

/ 8 de octubre de 2019 / 20:32

Álvaro Uribe, el expresidente y político más popular de este siglo en Colombia, fue interrogado este martes por el máximo tribunal, que ahora deberá definir si lo llama a juicio por manipulación de testigos.

Fue la primera vez que un expresidente colombiano respondió en indagatoria ante la Corte Suprema. La indagatoria -a la que asistió sin medida de captura- se cumplió a puerta cerrada durante siete horas en el tribunal que juzga a los aforados.

Uribe, quien gobernó entre 2002 y 2010 con una política de seguridad de mano dura tan aplaudida como criticada, ingresó a la diligencia fuertemente escoltado y sin declarar a medios. A las afueras del Palacio de Justicia se congregaron simpatizantes y opositores.

El peso político y popularidad del también senador Uribe -jefe del partido en el poder y mentor del actual mandatario Iván Duque- hacen que su caso trascienda el ámbito jurídico y más cuando restan días para las elecciones locales del 27 de octubre.

De 67 años, el exmandatario derechista enfrenta una investigación por manipulación de testigos en su calidad de senador, que podría llevarlo a juicio por dos delitos relacionados (soborno y fraude procesal) y que son castigados con unos ocho años de cárcel.

"No hay una palabra mía que viole la ley", ha dicho Uribe. Duque lo secundó este martes: "Yo resumo a Álvaro Uribe Vélez en una palabra: honorabilidad".

Colombia entra así en una tendencia que ha marcado a Latinoamérica: la de expresidentes populares investigados o enjuiciados tras dejar el poder y cuyos casos se convierten en terremotos políticos.

Ocurrió así con Lula en Brasil, Cristina Kirchner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Alberto Fujimori en Perú o Ricardo Martinelli en Panamá.

Expectativa

Ahora los jueces que escucharon al exgobernante deberán determinar si lo inculpan o lo liberan de sospecha.

En el primer caso, enfrentaría un llamado a juicio y pueden incluso ordenar su detención para evitar que huya o interfiera en el proceso. Cualquier decisión tardará días en conocerse.

"Pienso que se va a fallar en Derecho y el presidente Uribe no va a tener problemas", dijo Fabio Palacios.

Como este abogado de 60 años cientos de personas marcharon en defensa del expresidente. Un puñado asistió temprano a una misa en la Catedral de Bogotá antes del comienzo de la citación y luego se trasladó a la corte.

Allí se encontraron con cientos de opositores del exmandatario, que exigen prisión para él. "No más Uribe", corearon.

Para Jairo Libreros, de la Universidad Externado, Colombia vive "un momento difícil".

El analista dijo a AFP que "el nivel de polarización del país ha llevado a que muchos colombianos tomen posturas de apoyo o de rechazo al senador única y exclusivamente atendiendo cuestiones emocionales o de identidad ideológica, y dejan en segundo lugar el tema jurídico".

Opositor del proceso de paz con los antiguos rebeldes de las FARC, Uribe no solo es el jefe del Centro Democrático (en el poder desde agosto de 2018), también fue el senador más votado y hoy es protagonista de la campaña para los comicios de alcaldes y gobernadores al lado de sus candidatos.

Aunque su apoyo ha mermado desde que abandonó la presidencia, según sondeos.

Bumerán

El exmandatario -señalado en varios frentes de vínculos con narcos y paramilitares- terminó enredado en un giro insospechado de la justicia.

En 2012 presentó una denuncia contra el senador de izquierda Iván Cepeda por un supuesto complot en su contra apoyado en testimonios falsos.

Uribe sostiene que Cepeda -uno de sus mayores adversarios políticos y testigo en su proceso- contactó a exparamilitares presos para que lo involucraran en actividades criminales de los grupos de ultraderecha que combatieron a sangre y fuego a las guerrillas izquierdistas.

Ambos bandos cometieron violaciones de derechos humanos en medio del conflicto que desde hace seis décadas desangra a Colombia, y que Uribe intentó sofocar sin éxito mediante una política de abierta confrontación.

Pero la corte se abstuvo de enjuiciar a Cepeda y en cambio decidió abrir en 2018 la investigación contra el exmandatario bajo la misma sospecha: manipular testigos contra su opositor y tratar de cambiar declaraciones que lo comprometen con paramilitares.

Además de este expediente, Uribe está vinculado a más investigaciones por presuntos delitos penales, aunque ninguna había avanzado como esta.

"Nunca pensé que la defensa del honor, en mi amor a Colombia (…) me creara estas dificultades judiciales", dijo el expresidente, que niega los señalamientos. (08/10/2019)

Comparte y opina:

Petro, primer presidente electo de izquierda de Colombia

El senador y exguerrillero superó a su rival por 716.201 votos, según el escrutinio del 99,4% de los sufragios.

Gustavo Petro tras su victoria en Colombia

/ 19 de junio de 2022 / 21:20

Colombia eligió su primer presidente de izquierda, el senador y exguerrillero Gustavo Petro, que venció al millonario independiente Rodolfo Hernández en un tenso balotaje disputado el domingo.

Petro, con 62 años, ganó la elección con una ventaja de 3,2 puntos porcentuales sobre el excéntrico magnate, que reconoció rápidamente su derrota.

El senador y exguerrillero superó a su rival por 716.201 votos, según el escrutinio del 99,4% de los sufragios.

«Hoy es día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular (…) es el día de las calles y las plazas», escribió el mandatario electo en Twitter al celebrar su triunfo.

En un centro de convenciones del centro de Bogotá sus seguidores explotaron de júbilo.

«Celebro porque por fin vamos a tener un cambio, esto es algo que los territorios esperaban (…) esto demuestra que hay esperanza, señaló a la AFP Lusimar Asprilla, una académica afro de 25 años.

Colombia se adentra así en una nueva era política sin un gobierno de los partidos tradicionales, derrotados en la primera vuelta en la que también se impuso el izquierdista.

Los dos aspirantes llegaron al balotaje empatados en la intención de voto. Se temía un resultado muy ajustado que desencadenara protestas ante las sospechas de fraude que avivó Petro durante la jornada.

El izquierdista sucederá al conservador Iván Duque a partir del 7 de agosto por un período de cuatro años. La líder ambientalista Francia Márquez también marcará historia tras ser elegida como la primera vicepresidenta afro de Colombia.

En una transmisión en vivo por Facebook, Hernández aceptó el resultado. «Le deseo al doctor Gustavo Petro que sepa dirigir al país, que sea fiel a su discurso contra la corrupción», dijo.

«Justicia social y paz»

Alrededor de 39 millones de electores estaban convocados a ir de manera voluntaria a las urnas, en un ambiente altamente polarizado.

Duramente reprimidas, las protestas de 2019, 2020 y 2021 reflejaron un malestar profundo frente a la desigualdad y falta de oportunidades, principalmente para los jóvenes, e impulsaron el declive del gobierno de Duque y más adelante el de las fuerzas tradicionales.

Con la pandemia se agravó la pobreza, que hoy alcanza al 39% de los 50 millones de colombianos. El desempleo ronda el 11% y la informalidad el 45%.

También enfrentar al narcotráfico y la violencia asociada, con varios grupos armados expandiéndose por el territorio, serán desafíos del próximo gobierno.

Petro y Hernández llegaron a este elección con dos propuestas de ruptura y cambio, pero con modelos opuestos.

El vencedor de las elecciones propone robustecer el Estado, transformar el sistema de salud y pensiones, y suspender la exploración petrolera para dar paso a energías limpias ante la crisis climática.

«El país necesita justicia social para poder construirse en paz (…) es decir menos pobreza, menos hambre, menos desigualad, más derechos. Si no hace eso la violencia se profundiza», sostiene Petro.

También en campaña anunció que restablecerá relaciones con Venezuela, rotas desde 2019, implementará el acuerdo de paz de 2016 con las extintas FARC y dialogará con el Ejército de Liberación Nacional, la última guerrilla reconocida en el país.

Sectores poderosos y de las Fuerzas Armadas resisten a Petro por su pasado y sus proyectos de reformas, que temen afecten a la propiedad privada y conduzcan al país hacia un socialismo fallido.

Con el resultado de este domingo, los militares deberán jurar lealtad a un exguerrillero en un país traumatizado por un conflicto de seis décadas con los rebeldes de ultraizquierda.

Tras un mandato conflictivo al frente de la alcaldía de Bogotá, Petro deberá probar que es capaz de trabajar en equipo para gobernar el país y alcanzar consensos.

Tiene una «personalidad que muchos asocian con intransigencia, terquedad y con un ego que limita el diálogo», sostiene la politóloga de la Universidad Javeriana Patricia Muñoz.

Comparte y opina:

Colombia elige presidente inclinada por primera vez hacia la izquierda

El candidato Gustavo Petro, de 62 años, domina ampliamente la intención de voto en su tercer intento de llegar a la presidencia

Foto: Archivo La Razón

/ 29 de mayo de 2022 / 08:30

De la mano de un senador y exguerrillero, la izquierda en Colombia se encamina a ganar este domingo la primera vuelta de la elección presidencial, impulsada por el desgaste de la derecha en el poder y el malestar social que destapó una ola de protestas masivas.

El candidato Gustavo Petro, de 62 años, domina ampliamente la intención de voto en su tercer intento de llegar a la presidencia, pero todo indica que no tendrá suficiente margen para evitar el balotaje del 19 de junio.

Federico Gutiérrez (47) y Rodolfo Hernández (77), el primero aspirante por una coalición de derecha y afín al oficialismo; el segundo un outsider millonario, se perfilan como sus probables rivales en el segundo turno, según las encuestas.

De cumplirse las expectativas, la izquierda alcanzará su mejor resultado electoral en este país de 50 millones de habitantes, gobernado históricamente por élites y atravesado por el narcotráfico y una violencia en aumento, pese al acuerdo de paz de 2016 con la disuelta guerrilla de las FARC.

Petro, que depuso las armas en 1990 tras la desmovilización del M-19, el grupo rebelde nacionalista en el que militó por 12 años, encarna la ruptura. «Hay dos opciones en realidad: o mantener las cosas como están en Colombia o cambiar», asegura.

Sobre el final de esta campaña polarizada, Gutiérrez se alineó con el anhelo de reformas: «Voy a convocar a todos los sectores para que transformemos a Colombia porque sí necesita un cambio, pero ese cambio tiene que ser seguro».

«En estos últimos cuatro años se ha profundizado la desigualdad y los niveles de pobreza, la inconformidad y el descontento, y quien ha sabido leer e interpretar y conectarse con el electorado es Petro», señala a la AFP el analista académico Daniel García-Peña.

Así, la elección se define entre el cambio radical que plantea Petro, el moderado que propone Gutiérrez o la alternativa de Hernández, quien quiere acabar con la corrupción que ve en todas partes. Los tres han sido alcaldes de Bogotá, Medellín y Bucaramanga, respectivamente.

El abanico lo completan tres candidatos sin opción alguna, incluido el centrista Sergio Fajardo, según los sondeos.

Ninguno de los favoritos defiende la gestión del conservador Iván Duque, muy impopular por el manejo económico de la pandemia y quien enfrentó masivas protestas en 2019 y 2021 encabezadas por jóvenes que fueron duramente reprimidos por la fuerza pública.

Transparencia en duda

Alrededor de 39 millones de colombianos están llamados voluntariamente a las urnas entre las 13.00 y 21.00 GMT.

El Pacto Histórico, la coalición que encabezan Petro y Francia Márquez, la carismática líder afro que quiere llegar a la vicepresidencia, viene de obtener el mejor resultado para la izquierda en unas legislativas, aunque sin asegurar mayorías.

El organismo que organiza las votaciones está en entredicho por las inconsistencias en el conteo preliminar de esos comicios, que le restaron votos al movimiento de Petro. Inquieto por un fraude, el izquierdista exigió sin éxito una auditoría externa del software empleado para el cómputo de los sufragios.

Sus dudas sobre la transparencia del proceso alimentaron todavía más la tensión de esta campaña, que transcurrió entre múltiples debates y la preocupación por la seguridad de los aspirantes.

Tanto Petro como Gutiérrez denunciaron amenazas, tras lo cual reforzaron su protección. Principalmente el izquierdista, quien tuvo que blindarse con chaleco antibalas y escudos a su alrededor para subir a las tarimas ante el temor de un magnicidio como los del siglo XX, cuando fueron asesinados cinco aspirantes presidenciales.

Nerviosismo

El posible ascenso de Petro provocó una inusual intervención de los militares en política, pese a que la Constitución les impide votar y deliberar.

Pero no solo hay nerviosismo en las tropas. Empresarios y sectores conservadores de la clase alta temen que Petro lleve al país al abismo con su plan para suspender los contratos para la exploración de petróleo, que responde por la tercera parte de las exportaciones (13.500 millones de dólares en 2021).

El senador, que espera iniciar de ese modo la transición hacia energías limpias frente a la emergencia climática, propone además reformar el sistema público-privado de pensiones y sacar a la policía del ministerio de Defensa.

Gutiérrez, entretanto, se enfoca en la seguridad ante el avance de los grupos que se financian del narco, y el repunte de los homicidios y robos en las ciudades. También se presenta como una garantía de la propiedad privada, amenazada según él por los planes de Petro.

«Por primera vez Colombia puede elegir a un presidente que no proviene de la política tradicional», pero Petro «no ofrece confianza», opina el economista Jorge Restrepo, de la Universidad Javeriana.

Cualquiera sea el vencedor tendrá que lidiar con un país todavía convaleciente por los estragos de la pandemia. La pobreza alcanza al 39% de la población, el desempleo urbano al 17,2% y la informalidad al 43,5%. La corrupción y la situación económica son las principales preocupaciones de los colombianos, según la firma Invamer.

Comparte y opina:

Rueda le pone un tapabocas a James: Colombia avanza sin la guía de su estrella

Antes del compromiso ante Ecuador, Rodríguez se dijo irrespetado por su no citación. En una conversación en vivo por Instagram con otros jugadores, se destapó con furia contra Rueda.

/ 14 de junio de 2021 / 16:15

Reinaldo Rueda 3, James Rodríguez 0. Colombia avanza sin la guía de su estrella y la distancia entre ambos solo crece. Con su debut triunfal en la Copa América-2021, el seleccionador puso un tapabocas al deslenguado jugador.

En una actuación más bien discreta, que salvó una genialidad de laboratorio del volante del Boca Juniors argentino Edwin Cardona, el equipo colombiano rasguñó un triunfo 1-0 frente a Ecuador en el estreno del Grupo B de la Copa América que se disputa en Brasil.

Colombia rueda con Reinaldo: goleada (3-0) sobre Perú y empate a dos tantos con Argentina, por el premundial sudamericano, y un buen arranque en el torneo de selecciones más antiguo del mundo.

La victoria sobre los de Gustavo Alfaro supo además a pequeña revancha. Ecuador humilló 6-1 a los colombianos -con James Rodríguez en cancha- en noviembre por las eliminatorias al Mundial de Catar-2022, antes de que Rueda regresara al banquillo después de 15 años y en reemplazo del portugués Carlos Queiroz.

Y todo pasa sin James Rodríguez, el colombiano más talentoso con el balón de los últimos tiempos, el goleador de la Copa Mundo de Brasil-2014, el exvolante del Real Madrid, del Bayern Múnich y actual jugador del Everton…y a quien Rueda un día se atrevió a excluir porque no estaba en un «nivel óptimo».

«Por qué no te callas»

Lo ocurrido después podría resumirse como la tormentosa relación entre un técnico que solo se expresa (en) la cancha, y un jugador que cuando habla lanza llamas sobre el césped.

Antes del compromiso ante Ecuador, Rodríguez se dijo irrespetado por su no citación. En una conversación en vivo por Instagram con otros jugadores, se destapó con furia contra Rueda.

«Yo estaba para jugar la Copa América, fue una decisión del cuerpo técnico. Yo no lo comparto, porque me faltaron al respeto», para rematar después con «otra cosa es que ya te diga él ‘mira, yo no cuento contigo porque tú no me gustas como jugador’, listo, si eso es así, cierro el culo (me quedó callado) y me voy».

Rueda, con su serenidad estoica, ni ha respondido ni le ha cerrado la puerta a Rodríguez, pero ya comienza a configurar la nueva era de Colombia sin su guía. En ausencia del volante del Everton, le soltó, con acierto, el timón a la figura del Juventus Juan Guillermo Cuadrado.

Y Cuadrado ya habló dentro y fuera de la cancha. Ha sido el hombre clave en los tres juegos que ha dirigido el exseleccionador de Ecuador y Chile.

«Siempre hemos dicho que nadie es más que todo el equipo, porque cuando estamos unidos creo que somos más fuertes», sostuvo el extremo al término del compromiso con Ecuador.

Sus palabras fueron interpretadas como un espaldarazo a Rueda.

Lo cierto es que la selección marcha ajustando aquí y allá, mientras en la prensa ya se escucha un sonoro: «James, ¿por qué no te callas?». Fue la frase que le espetó Antonio Casale, a propósito de lo que alguna vez le dijo en una cumbre el rey emérito de España, Juan Carlos I, al fallecido Hugo Chávez.

«El técnico no tiene la obligación de darte mayores explicaciones sobre tus decisiones», escribió el columnista en el diario El Espectador en una suerte de carta al (¿ex?) 10 de la selección.

Tu problema James -continuó Casale- «no es de piernas (…) está en la cabeza. No se puede creer que en tu entorno no haya nadie que te lo diga o te haga caer en cuenta de que cada vez que sales con una de estas infantilidades te alejas más del equipo».

Menos severo, Gabriel Meluk, el editor de deportes del diario El Tiempo, reivindicó el derecho de Rodríguez de expresar su malestar… pero «el que manda, manda. Y el derecho a la protesta es sagrado. James, cada vez más lejos de la selección».

James Rodríguez

Comparte y opina:

Eliminatorias: Colombia rueda de nuevo sin James y con Messi en la próxima parada

Colombia consiguió más de lo que se esperaba en su viaje a Lima. Ganó y recortó la diferencia de goles. Y el mérito es de un técnico que supo reordenar las fichas que el portugués había desorganizado.

/ 4 de junio de 2021 / 16:35

Reinaldo Rueda, el resucitador. El técnico sacó a Colombia del hueco y la echó a andar sin James Rodríguez en la cuesta hacia el Mundial de Catar-2022, con una goleada 3-0 sobre Perú que colma de odas su regreso al banquillo después de 15 años.

El entrenador, siempre reposado y reflexivo, dio un golpe de autoridad después de excluir a Rodríguez de la nómina para enfrentar a los peruanos y a la Argentina de Lionel Messi el martes próximo en Barranquilla.

En el inicio de su campaña para remontar en el premundial, Rueda, de 64 años, dejó por fuera al principal referente de la selección para esas dos batallas decisivas, tras el fiasco del Carlos Queiroz al frente del equipo.

Colombia, con el portugués al comando de las naves, pasó por dos humillaciones contra Uruguay y Ecuador. Con la primera cayó 3-0 en Barranquilla y con el once del argentino Gustavo Alfaro perdió 6-1 en Quito, quedando por fuera de la zona de clasificación.

Queiroz salió y Rueda regresó a calmar las aguas, pero sorprendió con su decisión de desconvocar a Rodríguez por considerar que no estaba en el «nivel óptimo de competencia».

El 10 y un sector de la prensa deportiva reaccionaron mal al anuncio del exseleccionador de Ecuador y Chile. Rueda respondió en la cancha.

El jueves paró un equipo sólido que dejó de lado las aventuras del europeo y recobró la confianza con una goleada 3-0 sobre los dirigidos por Ricardo Gareca.

«La noche fue redonda. Volvió la alegría, volvió el colectivo, volvió un equipo que a partir de lo simple (…) encontró la eficacia», saludó el periodista Antonio Casale, de la cadenas RCN y ESPN, en su popular podcast.

Rueda, enfatizó el comentarista, «conoce al futbolista colombiano y quiere un equipo sudamericano, no un equipo europeo así esté integrado por jugadores que militan en Europa».

Brasil, con 12 puntos, comanda la eliminatoria, seguida de Argentina (11) y Ecuador (9).

Con las mismas siete unidades, Colombia marcha sexta detrás de Paraguay y Uruguay.

Un ‘Cuadrado’ perfecto

El defensa Yerry Mina, con un testazo, comenzó el camino hacia la reivindicación del balompié cafetero. Mateus Uribe cantó el 2-0 y Luis Díaz completó la faena.

Sin embargo junto a ellos, o incluso por sobre los tres, estuvieron el volante de la Juventus Juan Guillermo Cuadrado y un incombustible Gustavo Cuéllar.

Sí, Cuéllar, una de las caras menos publicitadas de esta selección, pero que Rueda conocía mejor que nadie. Fue su volante en el Flamengo y el jueves marcó los tiempos y las salidas del renovado conjunto cafetero.

Cuadrado, con su velocidad y gambeta, volvió a ser el extremo más valioso del fútbol colombiano: sirvió el primer gol y dejó con diez a los peruanos tras la falta que le hizo Miguel Trauco, expulsado a los 45.

Colombia consiguió más de lo que se esperaba en su viaje a Lima. Ganó y recortó la diferencia de goles. Y el mérito es de un técnico que supo reordenar las fichas que el portugués había desorganizado.

«Los jugadores que estuvieron en la cancha tuvieron un buen sistema táctico, lo manejaron bien, lo entendieron como Reinaldo lo quería», valoró el histórico exvolante Freddy Rincón en Win Sports.

El colombiano volvió y echó a andar a un equipo que se verá en la próxima parada con la Argentina de Messi, en Barranquilla, la ciudad que se prepara para recibir al astro en medio de reforzadas medidas de seguridad ante el movimiento de protesta que estalló hace más de un mes en Colombia.

El premundial otorga cuatro cupos para Catar-2022 y al quinto la posibilidad de una repesca contra una selección de otro continente.

Comparte y opina:

Corte Suprema de Colombia dicta orden de captura contra líder de FARC por narcotráfico

En abril de 2018 Seuxis Paucias Hernández -nombre legal de Santrich- ya había sido detenido con fines de extradición a Estados Unidos.

/ 9 de julio de 2019 / 20:34

La Corte Suprema de Colombia ordenó este martes la captura por cargos de narcotráfico del congresista Jesús Santrich, exnegociador de paz de la disuelta guerrilla FARC y cuyo paradero se desconoce desde el 30 de junio.

En un auto divulgado a la prensa, el tribunal dictó la medida, que además incluye un pedido a la policía internacional (Interpol) para que ubique y arreste a Santrich con fines de extradición.

El excomandante rebelde pasó a ser prófugo tras incumplir este martes una diligencia de indagatoria en la corte para que responda por un presunto intento de traficar con cocaína después de haber firmado la paz en 2016.

Estados Unidos lo busca por los mismos cargos.

Los magistrados explicaron que en un principio privilegiaron el "derecho fundamental a la libertad" del exguerrillero, pero que ante su "inasistencia injustificada" ahora deberá ser capturado para que se defienda de los cargos de "concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico o porte de estupefacientes".

En abril de 2018 Seuxis Paucias Hernández -nombre legal de Santrich- ya había sido detenido con fines de extradición a Estados Unidos.

Pero en mayo de este año la Corte Suprema dispuso su excarcelación y asumió el expediente del congresista, quien siempre alegó que era inocente y que las acusaciones respondían a un complot de Estados Unidos y la fiscalía colombiana para torpedear la implementación de los acuerdos de paz.

FARC, decepcionada

De 52 años y con una aguda deficiencia visual, el dirigente del partido surgido de la firma de la paz abandonó su esquema de seguridad el 30 de junio, y desde entonces se desconoce oficialmente su paradero.

El abogado defensor Gustavo Gallardo afirmó este martes que no sabe los motivos de la decisión de su cliente, pero evocó "razones de seguridad" sobre las que no ahondó.

Santrich, quien llegó al Congreso como parte del pacto que terminó con medio siglo de lucha armada de las FARC, también debe acudir a la justicia especial de paz que investiga los peores crímenes cometidos durante el sangriento y prolongado conflicto.

Si incumple con esa obligación, podría igualmente perder los beneficios jurídicos que le otorga el acuerdo de paz, que condujo al desarme de unos 7.000 excombatientes.

El caso Santrich ha dado munición a los críticos de la negociación de paz, empezando por el gobierno del mandatario Iván Duque, que denuncian la impunidad que rodea supuestamente los compromisos firmados en Cuba bajo la pasada administración de Juan Manuel Santos (2010-2018).

De su lado, el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) crítico sin ambages la actuación de su exnegociador, y confió en que los colombianos "sabrán diferenciar entre las determinaciones individuales" y la "abrumadora mayoría" que está cumpliendo con los compromisos firmados.

Santrich "tiene responsabilidades políticas muy serias con todos los que confiamos en él. Nos decepciona y lastima profundamente", dijo el movimiento en un comunicado.

Además del legislador, las autoridades no tienen pistas sobre el paradero de otros tres excomandantes guerrilleros, quienes tampoco han comparecido a los llamados de la justicia de paz y están en proceso de perder las ventajas del acuerdo y quedar de nuevo en la mira de las autoridades.

El pacto con la otrora guerrilla comunista prevé que los responsables de graves delitos que confiesen sus crímenes y reparen a las víctimas reciban penas alternativas a la cárcel. En caso de incumplimiento, podrán recibir condenas de hasta 20 años. (09/07/2019)

Comparte y opina:

Últimas Noticias