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Julián Castro, único hispano aspirante a la Casa Blanca, abandona la carrera

Julián Castro, el único aspirante hispano a desalojar a Donald Trump de la Casa Blanca en 2020, abandonó el jueves la carrera por la nominación presidencial demócrata tras no lograr despegar en las encuestas luego de casi un año en liza.

"He determinado que simplemente no es nuestro momento", dijo Castro al anunciar su retiro "con gran pesar y profunda gratitud" en un video de tres minutos publicado en su cuenta de Twitter, que comenzó y finalizó en español.

Nieto de una inmigrante mexicana que llegó huérfana a Estados Unidos cuando era una niña, este abogado de 45 años dijo estar "muy orgulloso" de todo lo logrado y prometió seguir "luchando por un Estados Unidos donde todos cuenten, una nación donde todos puedan obtener un buen trabajo, buena atención médica y un lugar decente para vivir".

"íGanaremos un día!", afirmó.

En el video, Castro nombró en particular a los latinos y afroamericanos víctimas de violencia policial en los últimos años, quienes, dijo, "merecen justicia sin importar el color de su piel", un tema recurrente durante su campaña, al igual que la reforma migratoria.

Hermano gemelo del congresista Joaquín Castro, el candidato había ganado protagonismo en el primer debate televisado de la interna demócrata en junio pasado, con su planteo de revaluar las restricciones de inmigración vigentes desde 2017 y eliminar la ley que criminaliza el ingreso ilegal a territorio estadounidense.

En "Un viaje improbable: Mi despertar del sueño americano", sus memorias publicadas en 2018, Castro relató una infancia difícil en un barrio pobre donde creció criado por Rosie Castro, una madre soltera y activista por los derechos de los inmigrantes hispanos.

El exsecretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de Barack Obama, oriundo de San Antonio, Texas, ciudad de la cual fue alcalde, fue uno de los primeros en anunciar su candidatura en la interna demócrata en enero del año pasado.

Pero al retirarse no lograba más que 1,2% de intención de voto a nivel nacional, según el promedio del sitio especializado RealClearPolitics.

Hace meses que la campaña de Castro parecía estar acercándose al final, en medio de los esfuerzos del candidato por recaudar suficiente dinero para mantenerse en el ruedo sin alcanzar adhesiones significativas.

El "Obama latino"

Apodado el "Obama latino" por su elocuencia y presencia ante cámaras, Castro estudió con su hermano en la Universidad de Stanford y se graduó en la Escuela de Derecho de Harvard.

De los más de 20 contendientes demócratas que aspiraban a disputar la reelección a Trump, solo quedan 14.

La senadora negra Kamala Harris y el excongresista Beto O'Rourke, un carismático texano cercano a la comunidad hispana, también renunciaron en los últimos meses.

El video en el que anunció su salida,  Castro repasa su recorrido proselitista y sus esfuerzos para atender los problemas migratorios, raciales y sociales del país, en imágenes que parecen expresar su frustración ante la disminución de la diversidad en el campo demócrata.

Su salida es un golpe en ese sentido, en una interna dominada por hombres blancos septuagenarios: el exvicepresidente de Obama, Joe Biden, de 77 años, y el senador independiente Bernie Sanders, de 78.

"Su voz y campaña fueron invaluables para defender a las comunidades subrepresentadas", dijo el jueves el senador Cory Booker, el único candidato afroamericano entre los 10 primeros en carrera.

Biden, un moderado con amplia trayectoria política, lidera la contienda demócrata con un 28,3% de apoyo según los sondeos, seguido de Sanders (19,1%) y de la senadora Elizabeth Warren (15,1%), ambos con una postura mucho más a la izquierda que él.

Pete Buttigieg (8,3%), hasta el miércoles alcalde de la ciudad de South Bend, Indiana, es visto sin embargo como la revelación de la interna. Exmilitar y abiertamente declarado homosexual, este político de 37 años encabeza las encuestas en Iowa, el primer estado que inaugura las primarias demócratas el 3 de febrero.

Castro, cuyo nombre circuló como posible vicepresidente de Hillary Clinton en 2016, no dijo cuál será su próximo paso, pero muchos aseguran que seguirá en la arena política.

"Continuarás siendo un líder en nuestro partido y en nuestro país durante muchos años", tuiteó Warren. (02/01/2020)