Friday 19 Apr 2024 | Actualizado a 02:25 AM

El contagio por el nuevo coronavirus disminuye en China, donde ya hay más de 1.600 muertos

Según el último balance anunciado el domingo por las autoridades chinas, la neumonía viral COVID-19 provocó la muerte de 1.665 personas, la mayoría en la provincia de Hubei, donde se declaró en diciembre. En las últimas 24 horas, han muerto 142 personas.

/ 16 de febrero de 2020 / 10:57

El número de nuevos casos por la epidemia del coronavirus disminuyó por tercer día consecutivo el domingo en China, donde ya hay más de 1.600 muertos, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que era "imposible" predecir cómo evolucionará el brote.

Un alto responsable chino estimó que su país estaba controlando la epidemia, después de que el nuevo coronavirus se cobrara la primera víctima fuera de Asia.

Más de 68.000 personas han sido infectadas en China desde el inicio de la crisis, pero el número de nuevos casos diarios tiende a disminuir: el domingo alcanzó la cifra de 2.009, en el tercer día de repliegue consecutivo.

"Ya se puede constatar el efecto de las medidas de control y de prevención de la epidemia en diferentes partes del país", celebró ante la prensa el portavoz de la Comisión Nacional (ministerio) de Salud, Mi Feng.

Más prudente se mostró la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el sábado consideró que era "demasiado pronto" para hacer previsiones sobre la evolución de la enfermedad.

Según el último balance anunciado el domingo por las autoridades chinas, la neumonía viral COVID-19 provocó la muerte de 1.665 personas, la mayoría en la provincia de Hubei, donde se declaró en diciembre. En las últimas 24 horas, han muerto 142 personas.

"Gestión cerrada"

La provincia de Hubei, donde 56 millones de habitantes están aislados del mundo desde el 23 de febrero, ha restringido la libertad de movimiento de sus ciudadanos más allá de la capital, Wuhan.

Pueblos y ciudades residenciales están ahora sometidas a "una estricta gestión cerrada", las 24 horas del día, lo que significa que los habitantes no deben salir más de sus casas hasta nueva orden.

Las compras y la distribución de comida y de medicamentos se pueden hacer de manera "centralizada", precisa una directiva provincial publicada el domingo.

En el resto del mundo, la epidemia mantiene en alerta al planeta, con cerca de 600 casos de contagio confirmados en una treintena de países.

La ministra francesa de Salud, Agnès Buzyn, anunció el sábado la muerte la víspera por la noche de un turista chino de 80 años hospitalizado en Francia desde finales de enero. Esta muerte es la "primera fuera de Asia, la primera en Europa", precisó.

Egipto, por su parte, anunció el viernes el registro del primer caso en el continente africano.

El principal foco de infección fuera de China sigue siendo el crucero "Diamond Princess", en cuarentena en un puerto de Japón, con 355 contagios a bordo confirmados, entre ellos 70 nuevos anunciados el domingo.

Estados Unidos, Canadá y Hong Kong decidieron este fin de semana evacuar rápidamente a sus ciudadanos a bordo (casi un millar de pasajeros entre los tres), en cuarentena desde el 3 de febrero. Pero las 3.711 personas inicialmente a bordo aún no fueron sometidas a análisis para establecer su posible contagio.

Imagen y legitimidad

En China, después de haber destituido el viernes a los más altos responsables políticos de Hubei y de Wuhan, el régimen comunista anunció el domingo sanciones a altos funcionarios de menor rango.

"Cuando se produce una crisis de este calado, esto alcanza una importancia política, pues la imagen internacional de China y la legitimidad del Partido están en juego", comenta el sinólogo Zhoy Xun, de la Universidad de Essex (Inglaterra).

El régimen del presidente Xi Jinping enfrenta una ola inédita de descontento por su reacción tardía a la epidemia. Un enfado que se vio avivado tras la muerte a principios de mes de un médico de Wuhan, que fue convocado por la policía por haber alertado desde diciembre sobre la aparición del virus.

"En general, desde Mao, el Estado ha hecho muy poco por la salud pública", estima Zhou. "El resultado es que el sistema de salud es muy débil, ineficaz, caro y caótico". (16/02/2020)

Comparte y opina:

Muertos por coronavirus ya son más de 1.000, y presidente Xi pide medidas ‘más fuertes’

De acuerdo con autoridades sanitarias de la provincia china de Hubei, epicentro de la epidemia, se registraron 103 nuevos decesos en la última jornada y de esa forma el saldo de total de víctimas fatales en el país ascendió a 1.011.

/ 11 de febrero de 2020 / 00:20

El número de personas muertas en China por el nuevo coronavirus superó el martes la barrera de los 1.000, después que el presidente Xi Jinping formulara un dramático llamado a adoptar medidas "más fuertes" y "decisivas" para contener la epidemia.

De acuerdo con autoridades sanitarias de la provincia china de Hubei, epicentro de la epidemia, se registraron 103 nuevos decesos en la última jornada y de esa forma el saldo de total de víctimas fatales en el país ascendió a 1.011.

Según ese último saldo, el nuevo coronavirus ya contaminó más de 42.200 personas, en un cuadro que motivó la visita de Xi a un hospital especial en Pekín para acompañar los esfuerzos para contener la propagación de la epidemia.

El máximo mandatario chino visitó las instalaciones sanitarias portando en el rostro una máscara de protección, y en declaraciones a una red de televisión admitió que la situación en la ciudad de Wuhan, en la capital de Hubei, es "muy grave".

"La epidemia en Hubei y en Wuhan es aún muy grave", dijo el mandatario chino, quien formuló un llamado a adoptar "medidas más fuertes y decisivas para contener la fuerza del contagio".

Wuhan una ciudad de casi 11 millones de habitantes, se encuentra de hecho en una gigantesca cuarentena y prácticamente aislada del mundo desde el 23 de enero.

En total, unos 56 millones de personas en toda la provincia de Hubei están impedidas de salir de la región.

Sin embargo, las autoridades son objeto de críticas por tardar en reaccionar a la epidemia y hasta haber sancionado inicialmente a personas por "propagación de rumores".

En el hospital que visitó, Xi se dejó tomar la temperatura con un termómetro electrónico, un gesto que se tornó cotidiano para millones de personas antes de ingresar a espacios públicos.

Posteriormente, Xi conversó con habitantes del barrio donde está instalado el hospital, aunque según pudo verse en imágenes de TV el mandatario y sus interlocutores mantuvieron las máscaras cubriendo parcialmente el rostro.

La punta del iceberg

Fuera de China, el nuevo coronavirus ya provocó la muerte de dos personas, una en Filipinas y otra en Hong Kong, y hay unos 320 casos confirmados de contaminación en una treintena de países.

El lunes, el gobierno británico clasificó al nuevo coronavirus como una "amenaza grave e inminente a la salud pública" y anunció cuatro nuevos casos confirmados, elevando a ocho el total en el país.

La clasificación permite al gobierno adoptar medidas excepcionales para evitar la propagación, como mantener por la fuerza en cuarentena a personas bajo sospecha de contaminación.

Y aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que hay señales de que la epidemia se está estabilizando, su director general advirtió que puede haber más casos en el extranjero de personas que nunca han viajado a China.

"Es posible que solo estemos viendo la punta del iceberg", dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Un equipo de expertos internacionales de la OMS, dirigido por Bruce Aylward, un veterano de emergencias sanitarias, partió el domingo por la noche a China.

En China, las medidas sin precedentes adoptadas por el gobierno han convertido las ciudades en pueblos fantasmas.

Pero algunas señales indican este lunes que el país vuelve a un amago de normalidad.

En las carreteras de Pekín y Shanghái hay bastante más tráfico que en los últimos días, aunque muchas tiendas siguen cerradas. La ciudad de Guangzhou (sur) informó que el transporte público se reanudará a partir del lunes.

Quienes regresan al trabajo tienen miedo. "Por supuesto que estamos preocupados", afirma un joven de 25 años apellidado Li en un centro de belleza de Pekín, que reabrió el lunes.

"Cuando entran los clientes, primero les tomamos la temperatura, después usamos desinfectante y les pedimos que se laven las manos", explica.

Trabajo desde casa

Sin embargo, decenas de millones de personas de la provincia de Hubei no regresan al trabajo porque, al ser el foco del brote, siguen confinadas.

Y fuera de la provincia en cuarentena, muchas compañías limitan el personal.

El gobierno de Shanghái ha sugerido reducir las concentraciones de personas con horarios de trabajo escalonados, cortar los sistemas de aire acondicionado, evitar las comidas en grupo y respetar una distancia de al menos un metro entre los colegas de trabajo.

La plataforma de comunicación empresarial en línea DingTalk señaló en Weibo la semana pasada que casi 200 millones de personas la estaban usando para el teletrabajo.

Una encuesta realizada por la Cámara de Comercio estadounidense en Shanghái revela que el 60% de sus compañías prevé el teletrabajo.

Los medios de comunicación públicos informaron que el número de pasajeros en el metro de Pekín este lunes es aproximadamente un 50% inferior al de un día normal de trabajo.

Varios centros comerciales en la capital estaban desiertos, y las tiendas vacías o cerradas.

El empleado de un banco de Shanghái contó a la AFP que iba a trabajar media jornada, y que otros irían por la tarde.  El resto del día, el personal recibe instrucciones de trabajar desde casa.

"Nos complica el trabajo porque necesitamos acceder a los sistemas en la oficina", comenta.

Otros, como el fabricante de automóviles Toyota, han retrasado la reincorporación laboral una semana más.

Los colegios y universidades de todo el país permanecieron cerrados. (11/02/2020)

Comparte y opina:

Últimas Noticias