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El mundo busca mitigar los efectos económicos del COVID-19

Hasta el momento, la principal arma para contener el avance del COVID-19 en el mundo ha sido la aplicación de estrictas medidas de cuarentena o de aislamiento social destinadas a localidades o sectores particulares (como en Suecia, Taiwán, Hong Kong y la misma China continental), a toda la población (como en Bolivia o el Perú). Disposiciones que, a su vez, junto con la caída de los precios del petróleo y de muchos otros commodities, están resintiendo severamente la economía mundial, y en particular de los países en vías de desarrollo.

Por este motivo, diferentes organismos y especialistas temen que se avecine una recesión global, que incrementará las tasas de desempleo y los índices de pobreza, especialmente en las regiones más vulnerables como América Latina y África. Para mitigar estas externalidades, cuyo alcance aún se desconoce, los Estados están aplicando diferentes medidas, según su capacidad, no solo para atenuar el impacto de la cuarentena en las familias y negocios más vulnerables, sino también para precautelar la salud de la macroeconomía de sus naciones. A continuación, presentamos un detalle de las medidas más relevantes asumidas hasta ahora:

Estados Unidos

La potencia del norte fue uno de los primeros países en tomar medidas para contener el impacto económico de la pandemia del coronavirus. Para tal efecto, el 27 de marzo, el Congreso aprobó un inédito paquete de estímulo fiscal de más de $us 2.200.000 millones (más de 2 billones de dólares), que representan cerca del 10% del PIB estadounidense.

Según detalla una nota publicada por la Deutsche Welle (DW), este plan de estímulo contempla medidas de aplicación inmediata como el pago en efectivo de Sus 1.200 a personas y familias cuya renta es menor a los $us 75.000 al año y $us 500 por cada menor de 17 años que viva en estos hogares. Para tal efecto, se destinarán cerca de $us 250.000 millones. El plan también prevé destinar $us 130.000 millones para reforzar el sistema sanitario que en algunos estados como Nueva York comienza a verse saturado. En la misma línea, se destinarán $us 150.000 millones para apoyar a los gobiernos locales y estatales en la lucha contra el COVID-19.

Por otro lado, la Casa Blanca prevé crear un fondo de $us 350.000 millones para préstamos a pequeñas empresas que tenga problemas financieros, y otros $us 250.000 millones para ampliar los beneficios por seguro de desempleo. En general, estas medidas han sido bien acogidas por la población y los legisladores, aunque también existen disipaciones polémicas que han sido duramente cuestionadas, como la creación de un fondo de $us 500.000 millones para otorgar préstamos con tasas preferenciales a grandes compañías en dificultades, como las aerolíneas, el sector hotelero o los cruceros.

Alemania

Siguiendo los pasos de Estafos Unidos, la principal potencia económica de Europa ha decidido crear un fondo de $us 170.000 millones para otorgar ayudas masivas en favor de las empresas y los asalariados. Según detalla DW, los principales beneficiarios de este estimulo serán las personas que trabajan de manera independiente y las empresas pequeñas que cuentan con menos de 10 empleados.

Para poder aprobar este fondo excepcional, Alemania, uno de los países más ortodoxos en materia de déficits fiscales, ha tenido que suspender las restricciones constitucionales que le ponen límite al endeudamiento que el Estado puede asumir.

Unión Europea

El jueves, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, adelantó la creación de un fondo de aproximadamente $us 110.000 millones para conceder préstamos para que a los países más afectados por la pandemia de COVID-19, como España e Italia, puedan costear medidas destinadas a evitar los despidos y el cierre de las empresas.

Bruselas plantea que estos recursos se utilicen para sufragar los sistemas de empleo temporales, los cuales permiten que las firmas mantengan a sus trabajadores aunque caiga o cese su actividad económica, mientras el Estado interviene con ayudas públicas para pagar los salarios.

Sin embargo, para entrar en vigencia este programa, bautizado como SURE, primero tiene que ser aprobado por todos los Estados de la Unión Europea (UE) en la reunión extraordinaria programada para el 7 de abril. Además de la aprobación de este fondo, se espera que en este evento se aprueben medidas adicionales para enfrentar la crisis desatada por el COVID-19, que ha obligado a paralizar gran parte de la actividad económica y amenaza con disparar los niveles de desempleo.

América Latina

En la región, el país que más ha sobresalido a la hora de mitigar los efectos económicos adversos del COVID-19 es Perú. El domingo, según se detalla en una nota de BBC Mundo, la ministra de Economía y Finanzas de Perú, María Antonieta Alva, anunció que el Estado destinará cerca de Sus 25.000 millones, el 12% del PIB peruano, para la creación de “un plan sin precedentes” para contrarrestar el impacto económico, también “sin precedentes”, desatado por la pandemia del COVID-19.

Este plan contempla tres etapas. La primera se enfocará en reforzar el sistema de salud y en implementar programas económicos en favor de los sectores más vulnerables, como la entrega de bonos. La segunda etapa, según explicó el Presidente del Banco Central peruano, contempla la creación de un fondo de $us 8.500 millones para préstamos a las empresas que se vean afectadas. Y la tercera etapa, con un monto similar, apuntará a reactivar la economía.

Perú se puede dar el lujo de asumir medidas de esta envergadura gracias a la buena salud de sus finanzas, alcanzada durante los últimos años merced a una rígida disciplina fiscal y monetaria, que le ha permitido acumular más de $us 68.000 millones de reservas internacionales netas, y una deuda pública del 27% del PIB (una de las más bajas de América Latina), según datos proporcionados por la agencia Reuters. Además, cuenta con una baja inflación y su moneda es una de las menos volátiles de la región.

Se trata de cifras muy superiores a las consignadas por otros gobiernos de la región. Por ejemplo, Argentina prevé destinar $us 5.700 millones para mitigar los efectos del COVID-19 en la economía, además de subsidios directos y el financiamiento a empresas equivalentes a un 1% de su PIB. Entretanto, en Bolivia el ministro de la Presidencia de Bolivia, Yerko Núñez, anunció la entrega de Bs 400 en favor de aproximadamente 1,6 millones de familias, cuyo costo total asciende a aproximadamente $us 58 millones. Para asegurarse de que este beneficio llegue a los hogares más necesitados, se ha determinado que podrán cobran este beneficio quienes reciben la Renta Dignidad, el Bono Juana Azurduy y personas con discapacidad. Además, el Gobierno prevé subvencionar las facturas de luz eléctrica y de agua potable en diferentes porcentajes mientras dure la cuarentena. (02/04/2020)