Ingleses vuelven al trabajo o a jugar al golf aunque el confinamiento continúa
Flexibilizan medidas antes de emprender el desconfinamiento el 1 de junio, cuando se espera que se abran escuelas primarias y comercios
En un autobús abarrotado de vuelta al trabajo o en un soleado campo de golf, los ingleses iniciaron este miércoles la flexibilización de un confinamiento que continúa hasta junio pero ahora permite salir más y trabajar si es imposible hacerlo desde casa.
Segundo país con más muertos debido a la COVID-19, el Reino Unido sumaba el miércoles 33.186 desde el inicio de la pandemia, según el ministerio de Sanidad.
Pero el balance real puede ser muy superior ya que la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) contabilizó solo entre el 21 de marzo y el 1 de mayo 36.473 casos con esa enfermedad como causa probable del fallecimiento.
Se constata sin embargo una reducción progresiva por lo que, ante el alto coste económico del confinamiento impuesto el 23 de marzo, el primer ministro Boris Johnson decidió aplicar un poco de flexibilidad antes de emprender el desconfinamiento el 1 de junio.
En esa fecha se espera que abran las escuelas primarias y los comercios, y a partir de julio pueden hacerlo “establecimientos públicos” como restaurantes o peluquerías.
Pero las medidas de flexibilización, que la oposición denunció como «confusas» y «contradictorias», solo se aplican en Inglaterra.
Las naciones semiautónomas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte deciden su propia desescalada y rechazan el plan de Johnson.
Autobuses abarrotados
Trabajadores de sectores como la construcción o la manufactura estaban llamados a volver al trabajo.
Pero muchas empresas afirman no tener claro cómo garantizar el distanciamiento físico y los sindicatos se oponen al retorno mientras no se pueda garantizar la seguridad.
“Ningún negocio quiere permanecer cerrado”, decía a la AFP Josh Novell, responsable del centro de jardinería Polhill, que reanudó su actividad. “Es muy agradable poder reabrir las puertas a los clientes e intentar recuperar una cierta normalidad”, agregaba.
Pero la situación es complicada para muchos empleados, especialmente con niños dado que escuelas y guarderías siguen cerradas.
Además el transporte público se vio drásticamente reducido y el miércoles las televisiones mostraron imágenes de autobuses abarrotados y muchos pasajeros sin mascarilla.
El diputado independentista escocés Ian Blackford reprochó al primer ministro la “confusión generalizada entre la gente y la total desconsideración de este gobierno por la seguridad”, durante la sesión semanal de preguntas en el Parlamento.
“No quiero ver masificación en los transportes públicos, en la capital ni cualquier otro lugar”, respondió Johnson. “Estamos trabajando muy activamente con Transporte de Londres para garantizar mayor capacidad, desaconsejamos a la gente ir a trabajar en hora punta y pedimos más metros, más trenes”, agregó.
‘Todo reservado’
Por otra parte, los habitantes de Inglaterra pueden ahora hacer largos viajes en coche, ir a un parque nacional o la playa, pescar, jugar al tenis o al golf y encontrarse con un único amigo al aire libre.
La situación no dejaba de provocar confusión: no está claro si se puede viajar de Inglaterra a Escocia sin ser detenido en la frontera y un golf ubicado a caballo entre Inglaterra y Gales se interrogaba sobre si podía reabrir.
Para otros, el regreso al césped era una bendición tras siete semanas de confinamiento.
«Tenemos todo reservado», reconocía Jason Pheasant, responsable del Bigbury Golf Club, en Devon, en el suroeste de Inglaterra.
Los primeros jugadores, entre sus más de 550 miembros, llegaron a las 07.00.
“Me siento como un director de escuela con un montón de niños que vuelven a clase, todo el mundo está muy excitado”, explica.
“Ha salido el sol, las plantas florecen, el césped está perfecto, hoy todo el mundo ama la vida”, agregaba.
Fue una carrera contrarreloj tenerlo todo listo para abrir después de que Johnson anunciase por sorpresa el domingo la autorización de practicar deportes como el tenis o el golf, hasta ahora cerrados.
La condición es que se juegue entre personas del mismo hogar y se mantengan dos metros de distanciamiento físico.
El Bigbury Golf Club restringió el acceso a dos personas por hoyo y una a la vez en los aseos. El salón, el bar y el restaurante permanecen cerrados y se pide a los miembros que se cambien en su coche.
(13/05/2020)