El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, solicitó oficialmente este martes ser eximido de comparecer en el inicio del juicio por corrupción, el domingo, pese al parecer del ministerio de Justicia que insiste en que esté presente.
Previsto a mediados de marzo, el juicio a Netanyahu había sido aplazado hasta el 24 de mayo debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
En teoría, Netanyahu tendría que convertirse el domingo en el primer jefe de gobierno en ejercicio de la historia de Israel en sentarse en el banquillo de los acusados por delitos cometidos durante su mandato.
Esta audiencia está destinada a la lectura del acta de inculpación “cuyos detalles son bien conocidos por nuestro cliente”, lo que debería, según los abogados, evitar que el primer ministro tenga que acudir al tribunal.
El ministerio de Justicia respondió a la demanda de los abogados, asegurando en un comunicado que la “presencia de un acusado durante la lectura de su inculpación es importante para establecer públicamente el proceso judicial”.
Datos
El fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, inculpó en noviembre a Netanyahu por corrupción, fraude y abuso de confianza en tres casos. Uno de ellos, denominado “4000” o “Bezeq”, el nombre de una empresa de telecomunicaciones, es particularmente sensible para el primer ministro.
En este dosier, la justicia sospecha que Netanyahu hizo favores gubernamentales que podrían haber generado millones de dólares al jefe de la compañía israelí Bezeq a cambio de una cobertura mediática favorable por uno de los medios del grupo, el portal Walla.
Netanyahu, que el domingo recibió la luz verde del Parlamento como primer ministro de un gobierno de unidad junto con su exrival electoral Benny Gantz, se ha declarado inocente en estos casos y denuncia un complot.
En Israel, el primer ministro no dispone de inmunidad judicial pero puede seguir ocupando su puesto pese a una acusación criminal, según determinó el Tribunal Supremo.
(19/05/2020)