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La pandemia expone las deficiencias de la salud pública en Brasil

El sistema de salud pública de Brasil, de funcionar correctamente, podría haberse mostrado mucho más eficaz ante la epidemia de coronavirus que ya mató a casi 100.000 personas. Pero la crisis expuso trágicamente su falta de recursos y su mala gestión.

El Sistema Único de Salud (SUS) prevé una cobertura de tipo universal. Inspirado en el National Health Service (NHS) británico, es uno de los pocos de América Latina que en teoría permite el acceso del conjunto de la población a una atención gratuita.

Fue creado por la Constitución de 1988, tres años después del retorno de la democracia, y determina que «la salud es un derecho de todos y un deber del Estado».

«En el papel es un sistema perfecto, pero en el terreno, tenemos muchos problemas», dijo a la AFP Fred Nicacio, médico de urgencias en Bauro, en el estado de Sao Paulo (sureste).

«Carecemos de camas de hospital, de personal y de una gama más completa de medicamentos», lamenta.  

Datos

Desde el comienzo de la pandemia, varios de sus colegas han tenido que confinarse durante quince días después de haberse infectado, sin necesariamente ser reemplazados.  

«Los profesionales de la salud están en primera línea pero están desmotivados, carecen de un plan de carrera y no se sienten valorados», agrega.  

Nicacio destaca otro problema importante: «la corrupción, a todos los niveles».  

«Abarca desde los políticos que desvían fondos destinados a la compra de equipos a pacientes que fingen estar enfermos y desordenan nuestros servicios para obtener una licencia por enfermedad», dijo.  

En las últimas semanas, estallaron escándalos en varios estados, particularmente en torno a la sobrefacturación de respiradores o la instalación de hospitales de campaña.

(03/08/2020)