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Europa, sumida en divisiones cinco años después de la crisis migratoria

En 2015 Europa acogió a más de un millón de personas que huían de la guerra y de la pobreza. Cinco años después de la llegada récord de refugiados, la UE ha reforzado el control fronterizo, aunque es partidaria de una política de asilo eficaz.

La crisis migratoria «no era inmanejable», pero «dejó a la vista los defectos estructurales de Europa y sus divisiones políticas», resume a la AFP Marie De Somer, experta del Centro de Política Europea.

Bajo presión, el sistema de asilo europeo, cuya piedra angular es el reglamento de Dublín, que determina que el primer Estado de la UE a través del cual entró el solicitante es el que debe tramitar la solicitud, ha estallado por el peso que supuso sobre todo para Grecia o Italia.

Al comienzo de la crisis, las imágenes de migrantes que cruzaban Europa y la muerte del niño sirio Aylan Kurdi en una playa de Grecia suscitaron una gran consternación.

En 2015, Alemania acogió a casi 900.000 solicitantes de asilo, en su mayoría sirios, y, después, países poco acostumbrados a la inmigración como Austria y Suecia abrieron las puertas.

Datos

Ante la urgencia, a petición de Berlín, la UE estableció «cuotas» para distribuir a los solicitantes de asilo entre los 28. Pero este plan de «reubicación», inicialmente previsto para 160.000 personas, se ha quedado prácticamente en letra muerta.

El impulso inicial de solidaridad chocó con la fuerte oposición de los países de Europa central, en particular de Hungría, dirigida por Viktor Orban, y el auge de los movimientos populistas.

Sin un consenso europeo, «el espacio Schengen se ha debilitado mucho, con el restablecimiento de controles en varias fronteras» interiores, recuerda un alto funcionario francés.

Las diferencias entre las legislaciones y la posibilidad de que las personas rechazadas soliciten asilo en otro país han llevado a algunos migrantes a errar dentro de la UE.

Además, «las leyes nacionales se han endurecido: algunos Estados han reducido los derechos de los refugiados, han restringido la reunificación familiar, otros han reforzado las condiciones para conceder asilo», recuerda el alto funcionario.

En Francia, donde los campamentos de Calais y París se vuelven a formar a pesar de que en cinco años se han duplicado las plazas de alojamiento, «sobre todo se ha tratado de acelerar la tramitación de las solicitudes para rechazar rápidamente las infundadas», apunta.

(30/08/2020)