El juicio por el ataque contra Charlie Hebdo se abre en Francia un lustro después
Un total de 14 personas están acusadas por haber brindado un presunto apoyo logístico a los hermanos Said y Chérif Kouachi, que mataron a 12 colaboradores del semanario.
El juicio por el sangriento ataque contra el semanario satírico Charlie Hebdo, que en 2015 consternó a Francia y al mundo y marcó el inicio de una serie de atentados islamistas en este país, comienza este miércoles en París.
Un total de 14 personas están acusadas por haber brindado un presunto apoyo logístico a los hermanos Said y Chérif Kouachi, que mataron a 12 colaboradores del semanario, y a Amédy Coulibaly, que 48 horas después asesinó a cuatro judíos en una toma de rehenes en un supermercado de productos kósher y abatió a una policía municipal en un suburbio de París.
Los tres autores de estos ataques, que marcaron profundamente a los franceses, murieron a manos de las fuerzas de seguridad tras cometer sus crímenes, pero la Justicia francesa busca que rindan cuentas las personas que les habrían prestado, de alguna manera, ayuda para poder pasar al acto.
Durante más de dos meses y en medio de un importante dispositivo de seguridad, más de 150 testigos y expertos comparecerán ante un tribunal especial en París en este juicio inicialmente previsto para antes del verano, que tuvo que posponerse debido a la crisis sanitaria.
Las sesiones se filmarán íntegramente para la constitución de archivos históricos de justicia, una novedad en un caso de terrorismo.
Este juicio tiene «un doble interés»: «buscar la verdad» y ofrecer «un momento de expresión» a las víctimas, dijo el fiscal nacional antiterrorista Jean-François Ricard.
Prueba de ello es que las primeras semanas de la audiencia estarán dedicadas a los testimonios de las 200 partes civiles. El avance de la investigación y el interrogatorio de los imputados vendrán después.
El 7 de enero de 2015, los hermanos yihadistas Said y Chérif Kouachi irrumpieron en la sede parisina de Charlie Hebdo y mataron a 12 de sus colaboradores, incluidos los conocidos caricaturistas Cabu, Charb, Honoré, Tignous y Wolinski, antes de darse a la fuga.
Los autores estimaron «vengar» así a Mahoma, después de que el semanario hubiera publicado varias caricaturas del profeta, haciendo gala de la misma sorna que utiliza con frecuencia la publicación hacia otras religiones, algo legal en Francia, donde el delito de blasfemia no existe.
El lunes, víspera del inicio del juicio, Charlie Hebdo decidió volver a publicar las caricaturas que entrañaron la matanza. «No nos pondrán de rodillas. No renunciaremos nunca», aseguró Riss, el director de la publicación.
Al día siguiente del atentado de Charlie Hebdo, Amédy Coulibaly, que conoció a Chérif Kouachi en prisión, mató a una policía municipal en Montrouge, cerca de París. Un día después, ejecutó a cuatro hombres, todos judíos, durante una toma de rehenes de un supermercado kósher en las puertas de la capital francesa.
Coulibaly grabó un video diciendo que los ataques fueron coordinados y cometidos en nombre del grupo yihadista Estado Islámico.
La serie macabra terminó con la muerte de los tres yihadistas en un doble operativo policial, llevado a cabo casi simultáneamente en el supermercado y en una imprenta en donde los asesinos de Charlie Hebdo estaban atrincherados.
¿Qué papel jugaron los 14 acusados? ¿Qué sabían sobre los ataques? Hasta el 10 de noviembre el tribunal penal intentará definir el grado de responsabilidad de cada uno en la preparación de los atentados.
Tres de ellos, sin embargo, serán juzgados en ausencia: Hayat Boumeddiene, compañera de Coulibaly y figura del yihadismo femenino, y los hermanos Belhoucine, que partieron pocos días antes de los atentados hacia la zona iraquí-siria.
Según varias fuentes, los hermanos Belhoucine estarían muertos, aunque su deceso no ha sido confirmado oficialmente. Por su parte, Hayat Boumeddiene, quien se creyó durante un tiempo que estaba muerta, estaría en Siria.
En el plano penal, los jueces antiterroristas han retenido los cargos más graves («complicidad» en delitos terroristas, castigado con cadena perpetua) contra el mayor de los hermanos Belhoucine, Mohamed, y contra Ali Riza Polat. Este último sí estará presente en el banquillo de los acusados.
Este amigo íntimo de Amédy Coulibaly es sospechoso de haber jugado un papel central en los preparativos de los atentados, en particular el suministro del arsenal utilizado por los tres atacantes, algo que él niega.
Los otros acusados son juzgados principalmente por «asociación criminal terrorista» y podrían ser condenados a hasta 20 años de cárcel. Sólo uno comparece libre bajo vigilancia judicial por «asociación delictiva», delito punible con diez años de prisión.
La ausencia de los hermanos Kouachi y Amédy Coulibaly es un «motivo de frustración», admitió la Fiscalía Nacional Antiterrorista, que negó de plano la idea de que los 14 acusados sean «gente sin interés».
Los atentados de enero de 2015 precedieron a una serie de ataques islamistas en Francia, entre ellos los del 13 de noviembre en varios puntos de París y su periferia norte, en los que perecieron 130 personas y resultaron heridas otras 350. Cinco años después, la amenaza terrorista se mantiene a un nivel «altísimo», según el Ministerio del Interior francés.
(02/09/2020)