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La vacuna contra el covid-19, en el centro de la campaña electoral en EEUU

La posibilidad de que la administración Trump pueda acelerar la producción de una vacuna segura se ha convertido en un punto focal de la campaña para las elecciones del 3 de noviembre

/ 16 de septiembre de 2020 / 16:59

El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, abordará el miércoles cómo desarrollar y distribuir una vacuna eficaz contra la covid-19, desafiando las optimistas predicciones del presidente republicano Donald Trump, a quien acusa de mentir a los estadounidenses sobre la amenaza de la pandemia.

La posibilidad de que la administración Trump pueda acelerar la producción de una vacuna segura se ha convertido en un punto focal de la campaña para las elecciones del 3 de noviembre, que muestran al presidente rezagado en las encuestas frente a su rival demócrata.

Biden ha enfatizado que apoya un lanzamiento rápido de una vacuna, pero solo si se demuestra que es segura y efectiva, y si hay «total transparencia» desde el punto de vista científico.

De su lado Trump insiste que una vacuna estará disponible en «pocas semanas», pero un experto gubernamental advirtió el miércoles que una vacuna para uso masivo estará disponible, como muy temprano, apenas a mediados de 2021.

El candidato demócrata, que poco a poco ha aumentado sus apariciones, incluyendo un viaje a Florida el martes, pero aún no ha igualado el fervor que suscita el presidente en sus mitines, pronunciará un discurso este miércoles en su feudo de Wilmington, Delaware, después de recibir una sesión informativa de expertos en salud sobre las perspectivas de la vacuna contra el coronavirus.

Los expertos dicen que una vacuna es una de las mejores formas de detener el avance de una pandemia que ya se ha cobrado la vida de más de 196.000 estadounidenses.

En un foro el martes, Trump insistió en sus propias predicciones ya optimistas, que podría haber una vacuna disponible incluso antes de los comicios.

«A pocas semanas»

«Estamos a pocas semanas de conseguirla, ya saben, podrían ser tres o cuatro semanas», dijo en una sesión de preguntas y respuestas con votantes en Pensilvania, transmitida por ABC News.

Solo unas horas antes, hablando con Fox News, Trump había dicho que una vacuna podría llegar en «cuatro semanas, podrían ser ocho semanas».

Pero el director de los Centros de prevención y lucha contra enfermedades (CDC), Robert Redfield, dijo al Congreso que una vacuna no estará disponible masivamente este año.

«Pienso que habrá una vacuna que inicialmente estará disponible en algún momento entre noviembre y diciembre, pero en un suministro limitado y deberá ser priorizada», agregó Redfield ante una comisión del Senado.

Pero una vacuna accesible a todos los estadounidenses que permita «regresar a la vida normal» no estará disponible hasta «finales del segundo trimestre o el tercer trimestre de 2021».

Los demócratas expresaron su preocupación de que Trump esté presionando a los reguladores de salud y a los científicos para que aprueben una vacuna a tiempo para ayudarlo a subir en las encuestas.

Trump también sorprendió cuando se le preguntó por qué había minimizado la gravedad de la pandemia en los primeros meses.
«No le resté importancia», respondió. «De hecho, en muchos sentidos, lo aproveché en términos de tomar medidas».

Pero el propio Trump le dijo al periodista Bob Woodward durante entrevistas grabadas en febrero y marzo que había decidido deliberadamente «minimizar» la gravedad de la covid-19 para evitar alarmar a los estadounidenses.

Trump también volvió a una de sus opiniones más controvertidas sobre el virus, insistiendo en que «va a desaparecer» y que el país «está pasando la página» del coronavirus.

Preguntado sobre cómo el virus desaparecería por sí solo, dijo que «uno desarrollará una mentalidad de manada», aparentemente refiriéndose al concepto de inmunidad de manada, que ocurre cuando suficientes personas han desarrollado resistencia a la enfermedad como para detener la transmisión de manera efectiva.

«La ciencia sabe»

Las declaraciones del presidente provocaron críticas por parte de la campaña de Biden.

«Trump acaba de confirmar esta noche, una vez más, que incluso después de ocho meses de dejar que la peor crisis de salud pública en 100 años se salga de control, no solo no tiene un plan, sino que no tiene ni idea», dijo la directora de comunicaciones Kate Bedingfield en un comunicado.

Con la covid-19 devastando la economía de Estados Unidos y empujando a millones de familias a una crisis financiera, la campaña de Trump ha promocionado una y otra vez una posible vacuna rápida como la salvación.

Durante su viaje del martes a Florida para conquistar el voto hispano, Biden criticó a Trump por su negación de la amenaza del cambio climático.

El aspirante demócrata aludió a la visita de Trump esta semana a California, donde ante la devastación de los incendios forestales, dijo: «No creo que la ciencia sepa» si el cambio climático está intensificando las condiciones del clima.

«Señor presidente, la ciencia sabe», aseguró Biden.

(16/09/2020)

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Elecciones en EEUU rompen récord de gastos en publicidad, con Biden a la cabeza

En 2016, Trump aseguró su sorprendente victoria sobre Hillary Clinton gracias a que ganó varios de estos estados, donde ahora se encuentra rezagado en las encuestas frente a Biden.

/ 20 de octubre de 2020 / 21:31

Aunque su figura es sumamente visible, el presidente de Estados Unidos y aspirante a un segundo mandato, el magnate republicano Donald Trump, invierte menos en publicidad que su rival demócrata Joe Biden, en una carrera electoral que está rompiendo récords de gasto en propaganda.

Para el día de las elecciones, el 3 de noviembre, se proyecta que el exvicepresidente de Barack Obama haya gastado el doble que Trump en anuncios por televisión, según datos compilados por la consultora Advertising Analytics.

Desde el 1 de septiembre, el equipo de Trump ha decidido «reducir completamente… o reducir en gran medida» la financiación de anuncios en varios estados del centro-oeste del país y otras regiones como Pensilvania (noreste), que podrían determinar su destino en las elecciones, aseguró el vicepresidente de Advertising Analytics, John Link.

En 2016, Trump aseguró su sorprendente victoria sobre Hillary Clinton gracias a que ganó varios de estos estados, donde ahora se encuentra rezagado en las encuestas frente a Biden.

En el estado de Ohio, el presidente proyectó 7,8 millones de dólares para publicidad televisiva en septiembre, pero solo gastó 302.000 dólares, según datos de la consultora.

Biden, por su parte, proyectó 1,3 millones de dólares para anuncios en Ohio en septiembre, y lo gastó todo.

El equipo de Trump podría haber reinvertido parte de ese gasto en otros estados del sur, sobretodo Georgia y Florida (sureste), siendo este último un estado crucial en la carrera por la Casa Blanca.

Pero el «gasto general semanal se está reduciendo» en la campaña de Trump, dijo Link.

Biden, que ha tenido menos actos públicos que su rival, por el contrario, ha ampliado el mapa del gasto publicitario a estados que no son tradicionalmente prioritarios, como Georgia, que no ha votado por los demócratas en elecciones presidenciales desde 1992, y que según el sitio político RealClearPolitics es un estado pendular.

¿Se trata de una táctica inteligente de Trump porque siente que no necesita gastar tanto en estos estados, como afirma, o es una señal de que su arcón de guerra está agotado?

En cualquiera de los escenarios es una «estrategia arriesgada», estimó Link.

La emisión de anuncios televisivos, en particular en las cadenas de medios, «es el vehículo más fuerte para mensajes publicitarios de impacto», explicó Link, porque permite que las campañas lleguen a ese grupo demográfico a menudo escurridizo pero siempre cortejado: los votantes indecisos.

La prueba está en el gasto: las campañas electorales y los grupos que las apoyan no habrían inyectado una cantidad histórica de dinero -proyectada por Advertising Analytics entre 2.750 y 2.800 millones de dólares para el 3 de noviembre- en publicidad, si no funcionara.

Estas cifras incluyen el gasto récord durante las elecciones primarias demócratas, en las que el multimillonario Michael Bloomberg gastó generosamente para financiar su propia campaña fallida.

Estrategia «quirúrgica»

La campaña de Trump admite que está usando anuncios de manera «estratégica y quirúrgica» en lugar de bombardear a los medios de comunicación.

«No tiene sentido poner anuncios de televisión en estados que sabemos que vamos a ganar», dijo a la AFP Samantha Zager, una portavoz de la campaña de Trump.

El campo republicano está basándose en una precisa base de datos sobre votantes para dirigir sus esfuerzos publicitarios, explicó Zager.

La portavoz destacó que Trump gastó menos que Clinton hace cuatro años, y aún así ganó.

«Tal vez sea hora de que los medios de comunicación acepten nuestra estrategia ganadora y empiecen a cuestionarse por qué Joe Biden está gastando de más innecesariamente en la televisión», dijo Zager.

Sin embargo, las cosas son diferentes este año. El tempestuoso republicano no se está beneficiando de la enorme cobertura mediática gratuita que recibió en 2016.

La pandemia del nuevo coronavirus y los días que Trump estuvo fuera de batalla mientras se recuperaba de covid-19 disminuyeron el número de mítines y provocaron una menor cobertura de la campaña.

Incluso si el mediático candidato republicano intensifica su agenda en la recta final, las cadenas han dedicado mucho menos tiempo a sus mítines que en 2016, cuando los medios estaban atraídos por el nuevo fenómeno Trump.

Biden, con el bolsillo lleno

El estado financiero de cada candidato ayuda a explicar sus inversiones en publicidad: Biden acaba de completar dos meses récord en recaudación de fondos y tenía 432 millones de dólares en el banco a finales de septiembre, frente a los 251 millones de Trump.

Pero la campaña del presidente, en colaboración con el partido republicano, pretende aumentar la inversión publicitaria en un 40% en las últimas semanas en comparación con su presupuesto previsto.

La publicidad sigue siendo vital, subrayó Chris Jackson, del grupo de investigación Ipsos.

«No porque vaya a cambiar las mentes, sino porque todavía tienen que conseguir que su gente salga a votar», dijo Jackson a la AFP.

Y durante un año tan «caótico», trastocado por la pandemia, llevar a los simpatizantes hasta las urnas a través de la publicidad es aún más importante.

«Si Biden logra convocar a sus votantes y las cosas no cambian» en las encuestas, dijo Jackson, «está en una buena posición para ganar potencialmente las elecciones».

(20/10/2020)

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