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Después de Europa, EEUU retorna a las restricciones sanitarias

Estados y ciudades de Estados Unidos comenzaron a alentar a sus habitantes a quedarse en casa ante el aumento de casos de covid-19, pero el mosaico de medidas sanitarias se mantiene ante la ausencia de una gestión nacional por parte del gobierno del presidente Donald Trump.

Chicago pidió el jueves a sus 2,7 millones de residentes que se quedaran en casa excepto para ir al trabajo, la escuela o algunas actividades esenciales, una medida recomendada pero no coercitiva.

En los últimos días, cuatro estados, incluido Nueva York, han ordenado que los restaurantes y bares a que cierren a las 22.00.

El virus está fuera de control en la mayor parte de Estados Unidos y los expertos están alarmados por la ola de muertes que se avecina, dada la cantidad sin precedentes de pruebas positivas registradas, más de 100.000 por día, una incidencia que se acerca a lo observado en la Unión Europea.

El número de pacientes hospitalizados con covid-19 está en su nivel más alto en el país desde el inicio de la pandemia, en más de 65.000, según el Covid Tracking Project.

Hay actualmente en Estados Unidos 15.000 camas de hospital más ocupadas por pacientes con coronavirus que en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

La mortalidad es particularmente alta en el Medio Oeste.

En Dakota del Norte, el gobernador autorizó a enfermeras y médicos que dieron positivo pero que no presentan síntomas a seguir trabajando en unidades dedicadas al virus.

Donald Trump, preocupado sobre todo por su campaña de impugnación de los resultados de las elecciones en las que fue derrotado por Joe Biden, no habla de la pandemia y, desde la primavera boreal, ha dejado a cada estado decidir sus propias medidas de confinamiento y desconfinamiento.

Su estrategia se ha centrado en el desarrollo de tratamientos y vacunas.

Pero las vacunas no llegarán a tiempo para evitar decenas de miles de muertes más.

Se prevé que las primeras vacunas, la de los laboratorios Pfizer y BioNTech, puedan llegar tal vez a fines de año a Estados Unidos y en Europa lo harían en el primer trimestre de 2021, dijo a la AFP Andrea Ammon, directora del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC).

La situación en Europa es «muy, muy preocupante» y «todos nuestros indicadores van en la dirección equivocada», señaló.

«Un largo y trágico período»

Una señal de esperanza para el continente llegó el jueves procedente de Alemania, donde el instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch habló de los «primeros signos» de mejora en la curva de infección.

«La curva se está aplanando», dijo el director del Instituto Lothar Wieler, al tiempo que advirtió contra cualquier relajamiento del comportamiento de los ciudadanos.

Otros países siguen con números rojos y durante toda la semana anunciaron nuevas medidas para intentar contener el avance de la pandemia.

Portugal amplió el jueves el área afectada por sus restricciones sanitarias. Eslovenia prohibió casi todas las reuniones durante dos semanas. Hungría impuso el miércoles el confinamiento parcial durante al menos 30 días.

Grecia, ya confinada desde el sábado, ha decretado un toque de queda adicional, a partir del viernes.

En Francia, donde un paciente con coronavirus es hospitalizado «cada 30 segundos», el primer ministro descartó cualquier relajación del confinamiento durante al menos otros 15 días.

En el aeropuerto parisino Roissy-Charles-de-Gaulle se ha abierto un centro de pruebas de detección antigénica para pasajeros procedentes de países clasificados como «rojos», a los que Francia solicita proporcionar una prueba negativa para entrar en su territorio.

Reino Unido, el país más golpeado de Europa, superó el miércoles las 50.000 muertes y España y Francia las 40.000.

El covid-19 ha matado al menos a 1.288.083 personas en todo el mundo desde que la oficina de la OMS en China informó el inicio de la enfermedad a fines de diciembre, según un informe elaborado el jueves a las 21H50 GMT por la AFP a partir de fuentes oficiales.

Se han diagnosticado al menos 52.335.705 de casos de infección desde el inicio de la pandemia, de los cuales 33.627.195 se consideran curados.

(12/11/2020)