Los manifestantes en Birmania se arriesgan a morir, advierte la junta
Tres semanas después del golpe del 1 de febrero, la movilización prodemocracia se mantiene viva

Una manifestación contra el golpe militar en Yangon, el 22 de febrero de 2021
Imagen: afp
Decenas de miles de personas tomaron las calles de varias ciudades de Birmania este lunes para denunciar, una vez más, el golpe de Estado, desafiando a la junta, que advirtió que los participantes en las protestas se arriesgan a morir.
Tres semanas después del golpe del 1 de febrero, la movilización prodemocracia se mantiene viva, con protestas diarias y una campaña de desobediencia civil que perturba el funcionamiento del Estado y la economía.
El fin de semana estuvo marcado por la muerte de tres manifestantes y el deceso, el viernes, de una joven que había sido herida de bala en una marcha.
La preocupación a nivel internacional siguió en aumento y el secretario general de Naciones Unidas condenó el lunes la «fuerza bruta» empleada por los militares, en tanto la Unión Europea anunció que estaba dispuesta a imponer sanciones contra la junta.
El domingo por la noche, las autoridades advirtieron que «los manifestantes están incitando a la gente, sobre todo a los adolescentes y jóvenes exaltados a lanzarse sobre la vía de la confrontación en la que morirán», en un comunicado en birmano leído en la cadena de televisión pública MRTV, con subtítulos en inglés.
El texto advertía a los manifestantes contra la tentación de «enfrentamientos y anarquía».
Pero la advertencia del poder no ha hecho mella en los manifestantes. Este lunes se congregaron de nuevo miles de personas en dos barrios de Rangún, la capital económica.
(22/02/2021)