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Juan Carlos I de España, de ‘rey de la democracia’ al exilio

Personaje clave de la España del siglo XX, el rey emérito Juan Carlos I gozó por décadas de popularidad al guiar al país a la democracia y frenar un golpe de Estado, pero los escándalos arruinaron su reputación y lo obligaron al exilio.

Cercado por investigaciones judiciales en España sobre su presunta fortuna opaca en el extranjero, Juan Carlos I se exilió en agosto pasado en Abu Dabi.

Una decisión dolorosa con la que buscó resguardar la imagen de la monarquía, encarnada en su hijo Felipe VI y en cuyo favor abdicó en 2014 después de 38 años de reinado.

La polémica sobre sus finanzas estalló al conocerse que en 2008 habría recibido de Arabia Saudita 100 millones de dólares, depositados en una cuenta secreta en Suiza.

A esto se añadieron nuevas informaciones sobre supuestas estructuras en paraísos fiscales para evadir impuestos, y el presunto uso de tarjetas vinculadas a cuentas bancarias de terceros.

La última campanada ocurrió cuando este viernes su abogado confirmó que el rey emérito pagó unos 4,4 millones de euros (5,3 millones de dólares) por impuestos impagos por vuelos en jets privados que le financió una fundación con sede en Liechtenstein perteneciente a uno de sus primos.

Sus problemas no son nuevos. Empezaron con la investigación por corrupción contra su yerno Iñaki Urdangarin, luego encarcelado, y su hija menor, la infanta Cristina, imputada en 2014 y finalmente declarada inocente.

El 18 de abril de 2012 dejó estupefacto al país al pronunciar ante las cámaras de televisión una disculpa histórica: «Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir».

Unos días antes estalló la polémica por una cacería de elefantes en Botsuana, de donde tuvo que ser repatriado con una fractura de cadera, cuando estaba acompañado por su entonces amante, la alemana Corinna Larsen, a la que el rey emérito le habría transferido 65 millones de euros (77 millones de dólares) como regalo, según revelaciones de la prensa.

Otra aparición televisiva 31 años atrás se había convertido en la cúspide de su reinado: el 23 de febrero de 1981, el joven monarca, en uniforme militar, ordenó a oficiales sublevados que ocupaban el Congreso que volvieran a sus cuarteles, convirtiéndose en salvador de la joven democracia española.

Embajador de lujo

El accidente de Botsuana supuso un antes y un después para Juan Carlos, que fue coronado con 37 años el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador Francisco Franco, y que acompañó a España en su modernización.  

La naturalidad del jefe de Estado, muy aficionado al deporte y discreto en su vida privada, la valió a lo largo de los años el respeto dentro y fuera de su país.

El prestigio internacional del que gozó no resistió los embates de la crisis económica que, a partir de 2008, frenó súbitamente la prosperidad del país y provocó la desconfianza de los ciudadanos hacia las instituciones.

Con la reputación dañada, Juan Carlos cedió la corona a su hijo Felipe VI en 2014, y en 2019 se retiró de la vida pública.

Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón nació el 5 de enero de 1938 en Roma, donde su abuelo, el rey Alfonso XIII, se había exiliado tras la proclamación de la Segunda República española en 1931. Su padre, Juan de Borbón, nunca accedió al trono.

Llamado por el dictador Francisco Franco, que llegó al poder tras derribar sangrientamente el régimen republicano al término de la Guerra Civil (1936-39), Juan Carlos prosiguió sus estudios en España a partir de 1948.

A sus 18 años ocurrió la muerte de su hermano menor Alfonso, de 14, por el disparo accidental de un arma, cuando ambos estaban en un cuarto de la mansión familiar en Estoril.

«Lo sigo echando mucho de menos», decía el monarca, con los ojos empañados en un documental francés rodado al final de su reinado.

Impulsor de la democracia 

El joven monarca, designado como sucesor del caudillo en 1969 y coronado en 1975, se deshizo rápidamente de la pesada herencia franquista y emprendió el rumbo de la transición democrática.

Contrariamente a lo que esperaban los nostálgicos de Franco, en poco tiempo colocó las bases del Estado democrático: legalizó los partidos políticos, designó a un presidente del gobierno -el centrista Adolfo Suárez- al que encargó organizar elecciones, e hizo aprobar por referéndum una nueva Constitución en 1978.

Su histórica intervención del 23 de febrero de 1981 contra el intento de golpe de Estado rubricó su papel como motor de la transición.

Juan Carlos se casó en 1962 en Atenas con la princesa Sofía, hija mayor del rey Pablo I de Grecia. Del matrimonio nacieron la infanta Elena en 1963, Cristina en 1965 y Felipe, su sucesor, en 1968.

(26/02/2021)