Miles de argelinos salieron este viernes a las calles en Argel, tras un año de estar suspendidas las manifestaciones por la pandemia de COVID-19, marcando la reanudación de las marchas semanales del movimiento Hirak de protesta contra el régimen.
A pesar de la prohibición de las concentraciones por la crisis sanitaria, a primera hora de la tarde hubo varias concentraciones en barrios obreros, entre ellos Bab El Oued, para llegar al centro de la ciudad, según testimonios recogidos por AFP.
«Es grandioso. Es como los grandes viernes de Hirak», dijo un manifestante, al referirse a las marchas semanales que se interrumpieron el 13 de marzo de 2020 por la pandemia.
La policía utilizó porras y gases lacrimógenos en una arteria principal de la capital cuando los manifestantes forzaron un control policial para llegar al Gran Correo, lugar emblemático donde se reúnen los manifestantes contrarios al régimen, según un video publicado en la página web de Interlignes.
«Ni islamista ni laico, sino hirakista», se leía en un cartel blandido por la multitud que coreaba «Un Estado civil, no un Estado militar», el principal lema de la protesta.
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Los camiones de la policía tomaron posiciones cerca de las principales plazas del centro de la ciudad y se establecieron controles en varias carreteras que conducen a la capital.
Los manifestantes en Argel parecían ser al menos tan numerosos como el lunes pasado, cuando miles de personas marcharon para conmemorar el segundo aniversario del movimiento Hirak, según los testigos.
También hubo concentraciones en las provincias, especialmente en Bejaia, Cabilia (noreste) y Orán (noroeste), donde fue detenido un activista de los derechos humanos, el académico Kadour Chouicha, según el Comité Nacional para la Liberación de los Detenidos (CNLD).
(26/02/2021)